CRISIS UCRANIA

Alemania opta por un perfil bajo en la crisis de Ucrania

Ucrania, Polonia o Letonia critican la decisión del gobierno tripartito alemán de apostar exclusivamente por la vía diplomática y rechazar la exportación de armas letales

El canciller alemán, Olaf Scholz.

El canciller alemán, Olaf Scholz.

Andrés Goldszmidt

En plena tensión en el este de Europa, la apuesta de Alemania por la vía diplomática le ha valido todo tipo de críticas de sus socios. Acusaciones de ser torpe en su política exterior, de ser poco firmes respecto a Rusia y hasta de haber abandonado a Ucrania. Los reproches llegan por la negativa del gobierno tripartito de Berlín a enviar armamento a Kiev, una decisión que, afirman, no cambiará.

En medio de esas críticas, el canciller alemán Olaf Scholz recibió el respaldo de una veintena de dirigentes del Partido Socialdemócrata (SPD), su fuerza política. “Decimos claramente de qué lado viene la escalada y que todas las opciones están sobre la mesa. De lo que se trata ahora es de organizar la diplomacia y la paz”, apuntó este lunes Lars Klingbeil, copresidente del partido, en declaraciones a la televisión pública.

Scholz tomó el relevó de Angela Merkel al frente de la cancillería alemana en una fase de rápida agudización del conflicto, con Ucrania, Estados Unidos y sus socios europeos advirtiendo a Rusia sobre las consecuencias de una agresión de la integridad territorial de su vecino.

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/ Agencia ATLAS

Presión por las armas

Las críticas tuvieron su mayor virulencia la semana pasada. El lunes, el alcalde de Kiev y exboxeador Vitali Klitschko escribió en el tabloide Bild que se siente “decepcionado” con Alemania por no haber abandonado definitivamente el proyecto del gasoducto Nord Stream 2 y por su negativa al envío de armas. “Es traicionar a los amigos en una situación dramática”, acusó Klitschko, popular en Alemania, donde desarrolló buena parte de su carrera.

El martes, el embajador ucraniano en Berlín, Andrij Melnyk, instó al Gobierno de Scholz a dejar de pensar en términos “político-partidarios” y a autorizar el envío de armas a su país, que se encuentra en “el mayor peligro desde la segunda guerra mundial”. Ese mismo día, el primer ministro polaco, el conservador Mateusz Morawiecki, expresó su “preocupación y decepción” por la posición de Berlín. El enfado llegó también desde los países bálticos. El ministro de Defensa de Letonia, Artis Pabriks, dijo al Bild que “la política alemana respecto de Rusia no está de ningún modo a la altura de la exigencias de la OTAN o la Unión Europea”.

Berlín mantiene su negativa

A pesar de las presiones, Scholz a insistido en que no autorizará la exportación de armamento letal. Quienes coinciden con el canciller se apoyan en razones históricas y en el acuerdo de coalición firmado por socialdemócratas, Verdes y liberales (FDP), los tres partidos hoy en el Gobierno. En la sección “Desarme, controles de armas y exportaciones de armamento” el documento menciona tanto la posición común de la UE (de 2008) como los principios políticos del gobierno federal para la exportación de armas y material bélico (última versión de 2019). Según estos últimos no serán autorizadas exportaciones a países en situación de conflicto armado o en los que haya amenaza de que este se produzca. El costo de la inestabilidad derivada de un eventual conflicto armado es incalculable, no solo para los intereses alemanes sino para toda la región.

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/ Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: Agencias

Fuera de los exmiembros de la antigua Unión Soviética o el desaparecido Pacto de Varsovia también hay diferencias con el curso seguido por el canciller alemán, aunque las objeciones son menos estridentes. Francia comparte con Alemania el esfuerzo diplomático por vía bilateral con Moscú y con el intento de reimpulsar al cuarteto de Normandía (Ucrania, Rusia, Alemania y Francia) que se reunió en París el miércoles pasado después de más de dos años.

Washington, oscilante entre los llamamientos al diálogo, los ataques contra Vladímir Putin y las repentinas decisiones de evacuar personal no esencial de sus embajadas en Kiev y Minsk, intenta poner el acento en las coincidencias para mostrar la unidad con sus socios europeos.

Dentro de Alemania, la situación no es menos compleja. Para Wolfgang Ischinger, saliente director de la Conferencia de Seguridad de Múnich, la “moderación” alemana favorece a Rusia. El exdiplomático acusa al Gobierno de lentitud, por ejemplo con respecto a Nord Stream 2: “No son torpezas irreparables pero produjeron un daño en la reputación”.

Y como si no hubiera ya demasiadas voces, este fin de semana se sumaron a la discusión dos viejas figuras del SPD. El excanciller Gerhard Schröder, hoy presidente de la junta de accionistas de Nord Stream y en el consejo de administración de la petrolera rusa Rosneft, acusó a Ucrania de atizar el conflicto con su “ruido de sables”. Por su parte Sigmar Gabriel, exlíder del partido y varias veces ministro en distintas carteras, exigió una discusión “sin tabúes” sobre el envío de armamento. A pesar de esos apuntes, Klingbeil dejó claro quien manda ahora en el SPD: “lo que nosotros decimos vale para todo el partido”.