ESTADOS UNIDOS

El Congreso de EEUU vota a favor de enjuiciar al exjefe de gabinete de Trump

Mark Meadows, acusado de desacato por negarse a testificar ante el panel que investiga el asalto al Congreso por partidarios del exmandatario

El comité vota sobre Meadows.

El comité vota sobre Meadows. / JIM LO SCALZO

Agencias

La Cámara Baja del Congreso de Estados Unidos han votado a favor de remitir al Departamento de Justicia cargos penales por desacato contra Mark Meadows, exjefe de gabinete de Donald Trump, por negarse a testificar ante el panel que investiga el asalto del 6 de enero al Capitolio por partidarios del exmandatario. Meadows se convierte así en el primer jefe de gabinete de la Casa Blanca en ir a juicio después de dejar el cargo desde H.R. Haldeman en el escándalo de Watergate hace casi 50 años.

Meadows, quien fue congresista durante siete años antes de sumarse al equipo de Trump en 2020, se negó a cumplir con una citación para comparecer ante el comité de la Cámara de Representantes que investiga el ataque al Capitolio, aduciendo un "privilegio ejecutivo" del expresidente Trump. Ese argumento de defensa, que en teoría solo aplica para los presidentes en ejercicio que buscan mantener en privado conversaciones sensibles con sus asistentes, ya ha sido rechazado por un tribunal federal de apelaciones.

El comité de la Cámara Baja que investiga el asalto al Capitolio acusó el lunes de desacato a Meadows, por no cooperar con la indagación del ente legislativo. El comité tomó la decisión por unanimidad, con los votos de los dos congresistas republicanos que lo integran, Liz Cheney y Adam Kinzinger, en una reunión vespertina que duró unos 45 minutos. La declaración de desacato ha pasado hoy al pleno de la Cámara de Representantes que se ha pronunciado a favor de que Meadows sea enjuiciado.

Horario estelar

Los investigadores afirman que Meadows no puede invocar el derecho a guardar silencio puesto que este excongresista conservador publicó la semana pasada unas memorias en las que menciona hechos sucedidos el 6 de enero y unas conversaciones con Trump. También ha hablado en numerosas ocasiones sobre el ataque en apariciones en horario estelar en la red de cable de derecha Fox News.

Los legisladores investigan los esfuerzos de Trump por revertir los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, a través de una campaña que degeneró en una invasión de sus seguidores al Capitolio con el fin de impedir la certificación de la victoria del presidente demócrata Joe Biden, y si Meadows le ayudó.

Durante la audiencia del lunes, Cheney leyó mensajes frenéticos enviados a Meadows durante el asalto por parte de presentadores de Fox News, así como del hijo del presidente, Donald Trump Jr. Cada uno le rogó a Meadows, infructuosamente, que consiguiera que Trump llamara a sus partidarios y parara la violencia. "Necesitamos una directiva de la Oficina Oval. Él tiene que liderar ahora. Esto ha ido demasiado lejos y se salió de las manos", le dijo Trump Jr. a Meadows.

Los mensajes dejaron en claro que, contrariamente a lo que afirmaban desde el 6 de enero, los miembros del círculo íntimo del expresidente estaban alarmados por la violencia y sabían que se trataba de un desastre político y una catástrofe para el país. Cheney describió los textos como evidencia del "supremo incumplimiento del deber" de Trump durante sus 187 minutos de inacción durante el asalto al Capitolio. Además, dijo que el testimonio de Meadows debe referirse a "otra cuestión clave" para el comité: "si Donald Trump, por acción u omisión, buscó corruptamente obstruir o impedir el procedimiento oficial del Congreso para contar los votos electorales". Ahora la pelota está en manos del Departamento de Justicia decidirá si procesa o no al excongresista republicano.

Destruir libertades

Por otro lado, el fiscal general del Distrito de Columbia, Karl Racine, ha anunciado una demanda contra los grupos ultraderechistas 'Proud Boys' y 'Oath Keepers' por el asalto. La acción busca que los responsables rindan cuentas por los daños "físicos y financieros" al Distrito de Columbia, donde está Washington.

Racine ha calificado el ataque de "descarado, violento y mortal". Además, ha comparado lo ocurrido ese día con los ataques del 11 de septiembre de 2001. "Pero esta vez -ha lamentado-, nuestros propios ciudadanos estaban empeñados en destruir las libertades y los ideales sobre los que se fundó nuestro país".