"HACER MUCHOS NÚMEROS"

Los malabares de los mayores para llegar a fin de mes en la provincia con las pensiones más bajas

La pensión media en Ourense es de 807 euros mensuales, poco más de 26 al día: "Coger el coche es ya un lujo”

Fina Jardón, pensionista ourensana.

Fina Jardón, pensionista ourensana. / Fernando Casanova

M. J. Álvarez

De tanto que ha tocado apretarse el cinturón parece que ya no queda espacio para hacerle ni una muesca más. Si alguien sabe precisamente lo que es mirar hasta el último céntimo son los pensionistas, que no solo tienen que llegar ellos a final de mes sino que en ocasiones -aquellos que pueden- se convierten en apoyo económico de sus hijos.

Los mayores de Ourense ostentan el nada meritorio récord de pensión media más baja en el conjunto de España. El subsidio medio, incluidos todos los sistemas, es de 807 euros en mayo, poco más de 26 euros al día, según la última estadística del Ministerio de Seguridad Social.

Ellos, tan lejos de los 1.100 euros al mes de promedio estatal, son verdaderos “ministros” de economía que cada día ponen en práctica una retahíla de trucos para exprimir hasta el último céntimo. 

Evitar gastos que son “un lujo”, afirman, tras la subida de los carburantes, como sacar el coche del garaje; controlar los precios de los supermercados más baratos; evitar “caprichos” superfluos, como comer fuera de casa o ir al cine y, si se tienen fincas en el pueblo, tratar de cultivar esos productos hortícolas de consumo básicos que tanto ayudan a reducir esa subida del 11,3% del precio de la bolsa de la compra en la provincia. Son solo algunos de las limitaciones que deben autoimponerse. 

“No te atreves ni a sacar el coche del garaje. Con la gasolina a más de 2 euros y una pensión de 800, coger el coche es ya un lujo”, explica José Cruz, un jubilado al que su buena salud y el hecho de contar con alguna finca de su propiedad para cultivar, les permiten aún, al igual que a otros encuestados como Juan Suárez, poder ahorrarse unos euros de su pensión. “De hecho mi mujer, pese a tener la edad, cobra solo 90 euros de jubilación, los que le vienen del extranjero”, explica.

Se quejan de que “con los 20 o 40 euros que nos subieron últimamente, no te llega ni para los gastos de un día”, explica José Cruz.

Claro que los datos del mes de mayo hechos públicos por la Seguridad Social, pese a las anunciadas subidas, indican que la media de la pensión de un jubilado en el régimen de autónomos es de poco más de 600 euros, todavía menos que la del resto de los pensionistas ourensanos, los “más pobres” de España en ingresos oficiales, no en capacidad de ahorro, pues ellos mismos se definen como “los mejores en economía”, apunta Fina Jardón, otra jubilada experta en “hacer números” para llegar a fin de mes con sus 600 euros.

A las paupérrimas pensiones en general, y en especial en Ourense, se suma que el incremento del Indice de Precios al Consumo: el IPC registrado en la provincia fue el mayor de Galicia, con un incremento medio de 10,3 por ciento, y que en algunos productos básicos ha sido de un 25% más sobre el precio que tenían antes de la crisis marcada por el conflicto bélico de Rusia y Ucrania y la subida de los carburantes.

760.000 pensionistas en Galicia

En datos globales,

Galicia

tiene en el total del sistema de pensiones 766.919 personas, que cobran una pensión media de 929,73 euros, es decir casi 130 euros más al mes la media gallega que la ourensana.

Un total de 301.323 pensiones se pagan en la provincia de A Coruña, cuya media mensual es de 975 euros; 114.201 en Lugo, que perciben 834,46 euros de media; en Pontevedra, 244.956 personas con pensiones medias de 970 euros al mes y en la provincia de Ourense hay 114.2013 en todo el sistema de pensiones, con esa media de 807, 52 euros mensuales.

“Cobro pensión por haber trabajado toda mi vida en hostelería y siempre coticé por mi trabajo, pero en mi caso cobro lo mínimo y no llego ni a 600 euros”, explica Fina. “Tienen que cambiar las políticas, porque si tienes mucha gente viviendo en casa, que por suerte en mi caso ya no, es imposible. Voy compensando, porque cobra algo más mi marido”. Asegura que ser pensionistas es “hacer muchos números”. Más que la propia ministra, afirma.