INMIGRACIÓN "VIP"

Teletrabajadores extranjeros desisten de pedir el visado 'nómada' español: "Es muy difícil"

Los nómadas digitales son personas que trabajan en remoto y viven viajando

Varios países, entre ellos España, tienen programas para atraerlos con permisos de residencia y regímenes en los que pagan menos impuestos

Los aspirantes al visado español pagan entre 1.500 y 3.000 euros a abogados por el proceso, que describen como poco transparente y muy complicado

Un teletrabajador

Un teletrabajador / David Espina RIncón

Analía Plaza

Analía Plaza

Matthew Kirkham, británico de 27 años, tiene una compañía de inteligencia artificial. Dirige a un pequeño equipo de siete personas, cada una en un lugar del mundo, desde Madrid. Llegó a España durante la pandemia con su ahora ex-pareja: vivieron juntos durante un tiempo en Barcelona y, al dejarlo, él buscó la mejor opción para quedarse.

"Me dijeron: en un par de meses estará lista la visa para nómadas digitales. Prepara el papeleo y solicítala en cuanto salga. Pero se retrasó", explica en una entrevista con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA en una céntrica cafetería de la capital. "Y volvió a retrasarse, una y otra vez. Y, aunque digan que sí, sigue sin estar lista. He hablado con dos abogados y los dos me han dicho que no saben cómo funcionará. Nadie sabe decirme si me la concederán o no, así que he decidido no pedirla".

Como tantos otros, Kirkham —cuyo plan en la recámara es optar a un pasaporte irlandés para poder vivir como ciudadano europeo en nuestro país— se entusiasmó cuando supo que España preparaba su propia visa para nómadas digitales. Siguiendo la estela de otros países europeos como Estonia, Alemania o nuestra vecina Portugal, el proyecto se aprobó finalmente el pasado mes de diciembre en el marco de la Ley de Startups.

Francisco Polo, el entonces Alto Comisionado para la España Emprendedora, un departamento que creó Pedro Sánchez al llegar a la Moncloa y que se disolvió nada más aprobarse la ley, llevaba desde su nombramiento hablando de la creación de este visado. Aunque ya existía uno para "trabajadores altamente cualificados", el objetivo de este nuevo permiso era atraer a "perfiles con capacidad de teletrabajar desde cualquier punto". Después vino la pandemia y su necesidad se hizo aún más evidente.

Tres meses después de su puesta en marcha, sin embargo, no es oro todo lo que reluce. "El Gobierno español no lo ha hecho tan bien como debería", sostiene el abogado Juan Carlos Lois, a quien muchos potenciales 'nómadas' acuden estos días en busca de asesoramiento. "Es una respuesta a una necesidad real: teníamos al típico extranjero que venía a vivir a España pero cuyo trabajo estaba en Estados Unidos. Y no había permiso de residencia válido para ellos. Normalmente pedían una residencia no lucrativa, pero esta no les permitía trabajar en remoto. Con la pandemia, el Gobierno vio que era una oportunidad que no estaba aprovechando y creó un permiso para el trabajador internacional en remoto".

El problema, continúa Lois, es que el Gobierno "ha pensado que todo funciona igual que en España y ha dicho: vamos a distinguir entre teletrabajadores que trabajan para una empresa y autónomos, o freelances, que tienen varios clientes. Y la realidad más recurrente es la de quien tiene su propia empresa y es accionista único. No es empleado ni autónomo, pero quiere venir a España para seguir gestionándola. La mayor parte de la gente que está pidiendo esta visa son dueños de empresas estadounidenses, que según mi experiencia solo podrán obtener el visado si tiene un puesto oficial de empleado dentro de la empresa. Pero creo que a día de hoy ningún abogado puede garantizar su obtención. Hay muchos factores que determinan la resolución".

Poca claridad

Los llamados nómadas digitales son personas que pueden trabajar en remoto (ya sea para una única empresa, para varias o con la suya propia) y que viven viajando, desplazándose de país en país sin residencia fija. Hay toda una industria montada a su alrededor: desde sitios web que examinan las ciudades más amigables para nómadas a viviendas y oficinas compartidas destinadas a este perfil.

Trabajar en tecnología y disponer de ingresos elevados los convierte en "inmigrantes VIP", de acuerdo a Lois, como a los inversores que pagan medio millón en viviendas para acceder a la golden visa, un permiso de residencia cuestionado.

En los últimos años, muchos países han lanzado permisos de residencia y regímenes fiscales especiales para atraer nómadas digitales. Y España, siendo uno de los principales destinos turísticos del mundo, no ha querido quedarse atrás. Varias comunidades (Canarias, Valencia, Asturias...) llevan tiempo diversificando su oferta turística e intentando posicionarse como atractivos para nómadas. La recién creada visa es la puntilla, el golpe de efecto de marketing que los expertos en turismo y atracción de inversión extranjera llevaban tiempo pidiendo. Además, los receptores del visado podrán acogerse a la Ley Beckham y pagar menos impuestos.

"Después del COVID vi a un montón de gente moviéndose entre países. Uno de mis amigos, que es de República Dominicana y estaba en Reino Unido, decidió irse a Portugal porque supo del visado para nómadas digitales. Y yo pensé: si existiera algo igual en España sería increíble", cuenta Jay Sabra, un coach de desarrolladores de origen libanés que vivía en Reino Unido antes de mudarse a Madrid. "Luego vi a un montón de gente hablar de que iba a aprobarse. Yo ahora mismo busco un abogado que me ayude porque sé que va a ser complicadísimo. La web es mala, no es fácil encontrar recursos online... No quiero sonar snob, pero he hecho procesos similares en Reino Unido y es muy sencillo en comparación".

El abogado Lois apunta otros problemas, además de que la norma no contemple la casuística principal. El primero, que no haya una web exclusiva. "No hay. La plataforma que tiene Nueva Zelanda es maravillosa y te dice si encajas o no. A día de hoy, en España sería temerario que un extranjero pidiera un permiso por su cuenta sin abogado especializado en temas migratorios. Una casilla mal marcada te deja fuera. La administración no piensa en ayudar al ciudadano. Por ejemplo, para el visado de los nómadas debes pagar una tasa de 76 euros. Pero para pagarla necesitas el NIE. Y para sacar el NIE necesitas cita, que no hay y se venden en el mercado negro. En general son cosas subsanables y están poniendo voluntad, pero podrían ser más generosos", dice.

En segundo lugar, cree que la información publicada en medios es confusa. "Hace unos años se publicó la ley de los sefardíes: si tenías antepasados, podías venirte. Y en medios se manejó diciendo: si tienes estos apellidos podrás ser español. ¡La ley no decía eso!", añade. "Pues algo así está pasando con los nómadas digitales".

La web del Ministerio de Inclusión tiene una lista de preguntas frecuentes. Consultados por estas cuestiones responden que "es pronto para hacer balances". Tampoco dan datos sobre cuántas solicitudes se han recibido, aprobado y denegado hasta la fecha.

"Ahora hay un boom porque acaba de salir. Todo el mundo pregunta y piensa que puede aplicar", añade Angie Parra, del despacho Bb&Op. "Tenemos clientes a los que se lo han denegado por requisitos muy particulares. Ahora mismo tenemos un cliente potente, trabajador de una empresa importante de Estados Unidos, y nos encontramos con que en el proceso piden más documentación de la esperada. Si lo haces tú mismo, puedes tener problemas".

De acuerdo a los consultados, los aspirantes a 'nómadas' en España están pagando entre 1.500 y 3.000 euros a abogados por el proceso. Y los principales interesados son estadounidenses de nivel medio-alto.

Kirkham, el joven inglés con una startup de IA, sospecha que "el proceso es poco transparente adrede: no saben bien qué perfil de emprendedor o nómada digital quieren y así pueden rechazar solicitudes".

Inmigrantes de primera y segunda

Con todo, dice Lois, el trato a estos "inmigrantes VIP" es más ágil que el que se le da a otros solicitantes de residencia en España. "En veinte días hábiles te contestan", asegura. "Ahora se ha flexibilizado mucho el acceso a personas no especialistas mediante el permiso de arraigo p deara la formación porque España tiene déficit de mano de obra no cualificada. Pero si eres venezolano, no especialista y estás ilegal, vas a tardar de nueve a once meses en conseguirlo".

Es difícil estimar a cuántos nómadas llegará a atraer España. Primero, porque muchos de los posibles interesados son europeos y no necesitan permiso alguno para venir. Segundo, porque el visado más similar —la residencia para emprendedores— lleva activa desde 2013 y no ha sido en absoluto masiva. Entre 2013 y 2020 solo se concedieron 164 visados de este tipo. Cada año se conceden muchos más visados para trabajadores extranjeros altamente cualificados (que vengan a trabajar a una filial o empresa española). En 2019, antes de la pandemia, fueron 1.361. En Portugal, popular destino para teletrabajadores, lanzaron la visa en octubre de 2022 y han aprobado 200 solicitudes.

"La atracción de nómadas digitales es una medida de realpolitik. Muestra con toda su crudeza la política de fronteras", valora el antropólogo especializado en turismo José Mansilla. "Es un sistema osmótico que permite entrar a determinado tipo de gente. Es lo que supone pertenecer al primer mundo: te puedes permitir dar preferencia a unos pasaportes y negarte a acoger a otros. Los discursos de turismo de calidad y de nómadas, que teóricamente dejan un know-how porque trabajan en cuestiones de alto valor añadido, son un eufemismo para decir que quieres ricos. Pero no hay ricos para todos. Al final entramos en la enésima competición entre destinos para ver quién atrae a más tipos de gente".