TRIBUNALES

'Caso Cien Montaditos': la ex directora general de Restalia admite engaños a los franquiciados

"Os lo tragáis todo", confiesa Belén M.G. a uno de los socios sobre el frecuente cambio de las cartas de los establecimientos, por las que les cobraban entre 450 y 500 euros aunque "no cambiaba nada"

La ex directiva reconoce que se cerraron 100 locales de la cadena en 2020 y que los márgenes de beneficio de los franquiciados son el "punto débil" de la cadena

Entrada a un establecimiento de 100 Montaditos en el centro de Madrid.

Entrada a un establecimiento de 100 Montaditos en el centro de Madrid. / ALBA VIGARAY

Roberto Bécares

Roberto Bécares

La ex directora general de Restalia, Belen M. G., admitió en una conversación con un franquiciado del grupo que les engañaban al cobrarles por cambiar las cartas del establecimiento cada cierto tiempo cuando apenas modificaban nada. “Os lo tragáis todo”, se le escucha al cargo directivo en una conversación de diciembre de 2020 cuya grabación ha sido incluida en la denuncia de 54 franquiciados contra el grupo.

El juzgado de instrucción número 52 ha abierto diligencias para saber si Restalia pudo haber cometido los presuntos delitos de estafa, blanqueo de capitales, delitos fiscales y organización criminal, entre otros, tras recibir la denuncia de decenas de franquiciados, principalmente de 100 Montaditos y The Good Burguer.

Según los denunciantes, el “perjuicio” a los socios habría sido de alrededor de 20 millones de euros del que habría salido beneficiada la compañía dirigida por José María Fernández-Capitán, que suma alrededor de 750 franquicias en 13 países, a las que hay que sumar La Sureña, las cafeterías Panther y las taquerías Pepe Taco.

En la denuncia inicial, presentada por del despacho de abogados de Rafael Franco, se señala que los denunciados ocultaron "de manera deliberada” a los franquiciados la existencia de acuerdos con proveedores que provocaban “que la franquicia resultase inviable".

Tal y como publicó EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, en el caso de la cerveza, por ejemplo, Restalia estaría obteniendo presuntamente de Heineken, el suministrador único del grupo, un 50% de lo que los franquiciados pagaban a la marca, según un audio grabado a un trabajador de la empresa cervecera.

Otro de los engaños que denuncian desde el despacho de Rafael Franco y ahora también desde el de Cremades & Calvo-Sotelo son las modificaciones de los menús. “Los cambios de carta en las distintas marcas franquiciadas por los denunciados son un constante, repercutiendo esos supuestos gastos a los franquiciados”, dice la denuncia, que incluye un audio entre la ex directora, otro cargo de Restalia y un franquiciado:

-Belén: Cuando teníamos que cobrar la carta, y era una carta que cambiábamos nada

- J.: Y eran 500 pavos

- E: Anda que la de TGB cuánto era, 450€ por cambio de carta y las pegatinas.

- B.: Pero los de TGB sois más dóciles, los de los 100 montaditos yo digo, estos nos comen, no cambia nada y le cobran…

- E.: ¿No protestó nadie? Yo no protesto porque digo, si digo a me quitan los contratos, ya no me sirve nadie.

- Belén: no, no, no protestó nadie. Os tragáis todo, yo es que lo que le digo a José…

Otro de los asuntos que se incluyen en la denuncia y que el juez investiga si pueden suponer delito es que la casa madre “fija precios inamovibles” de venta al público, de tal manera que el franquiciado se ve irremediablemente “atrapado” entre el precio de compra impuesto por los denunciados y, por otro lado, el precio de venta al público, igualmente impuesto por los denunciados.

Esto produce un perjuicio económico al franquiciado, sobre todo cuando se les obliga determinados días a hacer promociones a bajo coste, con ofertas de 2x1 dos días a la semana -normalmente los miércoles y domingos-.

Según los denunciantes, esto se hace “a fin de elevar las ventas de los distintos franquiciados y, consecuentemente, que exista una enorme rotación de la mercancía, pues ahí se encuentra una de sus principales entradas de dinero (sobrecostes)”.

“Sin embargo, esta venta a bajo coste (techo), en unión al elevado precio de adquisición de los productos por los franquiciados (suelo), conlleva que los denunciantes carezcan de beneficio posible”, prosigue la denuncia. “Es de este modo como la organización criminal cierra el círculo y consigue una fuerte rotación de la mercancía, cuyos volúmenes le permiten obtener mayores ganancias ilícitas, todo lo cual fue silenciado deliberadamente por los denunciados a los franquiciados”.

En otra de las grabaciones a la entonces directora general de Restalia incluida en la denuncia, esta admite que esos días de promoción suponen un golpe para los franquiciados. “¿Ahora vendes más? Pues debes ser de los pocos locales. El resto de los locales se meten una hostia los miércoles y los domingos”, le dice a uno de los socios Belén M.G., que admite en otra grabación que “los márgenes” que tienen los franquiciados “son los puntos débiles” del sistema ideado por José María Fernández-Capitán. De ahí, como reconoce ella misma, que en el año 2020 hubiera 100 cierres de establecimientos.