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'Caso 100 Montaditos': una grabación destapa acuerdos entre Heineken y Restalia "ocultados" a los franquiciados

  • Los abogados de los 54 franquiciados afectados amplían la denuncia y piden que se investigue también a la cervecera neerlandesa

  • En el audio, un supuesto trabajador de la cervecera admite que Heineken retorna a Restalia un 50% de lo que obtenían de los franquiciados

  • "Nosotros les pagamos por cada litro, por cada marca y por cada numérica", afirma el empleado de la cervecera

  • Heineken responde que los acuerdos con Restalia son "legales" y niegan que se hayan ocultado

Un local de 100 Montaditos, en Sevilla. 

Un local de 100 Montaditos, en Sevilla.  / EPE

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Los denunciantes del 'caso 100 Montaditos' han pedido al juzgado de instrucción número 52 de Madrid que amplíe a Heineken la investigación en el procedimiento abierto contra el negocio de franquicias de Restalia por los presuntos delitos de estafa y organización criminal, entre otros. 

La denuncia inicial, que englobaba a 31 franquicias del grupo, principalmente de las marcas 100 Montaditos y The Good Burguer, estimaba que hubo un "perjuicio" de al menos 20 millones de euros del que habría salido beneficiado la compañía dirigida por José María Fernández-Capitán.

Recientemente, esa denuncia, que llevan los despachos de Rafael Franco y Cremades & Calvo-Sotelo, se ha ampliado con otros 23 franquiciados, con lo que la cifra de afectados asciende a 54. 

Contratos ocultos entre Restalia y Heineken

A estos habría que añadir otros ocho empresarios asociados a Restalia igualmente perjudicados a los que representa otro abogado, Óscar Gilsanz, que también ha denunciado por su lado dentro del mismo procedimiento, según fuentes jurídicas.

Los audios presentados ahora ante el juzgado, de acuerdo a la ampliación de la denuncia inicial a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, demostrarían que Heineken retornaba a Restalia el 50% de lo pagado por el franquiciado a la suministradora de cerveza. 

Según han sostenido siempre los abogados de la acusación, el modelo impuesto por Restalia a sus franquiciados establecía una Mesa de compra para que los negocios compraran los productos de forma obligada a un determinado proveedor. En el caso de la cerveza era a Heineken, la multinacional neerlandesa.

La idea que se les vendía antes de poner en marcha el negocio es que esta Mesa permitía obtener los mejores precios con los suministradores, al poder negociarlos a la baja aprovechando los enormes volúmenes de compra. 

En el caso de la cerveza, según los citados audios, los asociados de Restalia estaban comprando en total 22 millones de litros al año. Por eso los precios eran teóricamente más bajos y ahí radicaba el "éxito" de la cadena, según Restalia le hacía ver a sus pequeños socios. "Esto era una información precontractual engañosa", insisten los demandantes en la ampliación, ya que el anteproyecto que se les entregaba no presentaba "ni cifras ni números reales". 

"La realidad era muy distinta", señala el escrito, ya que "los precios lejos de ser notablemente mejores son equiparables a los del mercado, cuando no, peores".

Cien cierres al año 

De acuerdo a los demandantes, en esas reuniones previas se les ofrecía a futuros franquiciados unos estudios de "viabilidad irreales con los que consiguieron hacerles creer que sus franquicias darían unos beneficios que, en realidad, nunca podrían alcanzar, extremo que ciertamente, los denunciados conocen". De ahí, explican, la media de cierres de franquicias en el grupo Restalia sería muy alta: "unos cien anuales".

Entretanto, de acuerdo a los demandantes, Restalia firmaba con los proveedores acuerdos que se mantenían ocultos "de forma deliberada", de los que sacaban beneficio y que provocaban que la franquicia fuera "inviable". 

"Esto ha sido la ruina de todos los franquiciados que conocemos. Una ruina que significa concurso de acreedores, de personas físicas, divorcios y salud mental", prosigue la denuncia contra Restalia, que facturó 39 millones de euros y declaró un beneficio consolidado de 10 millones en 2019, el último año normal antes de la pandemia. 

En la actualidad, según sus propios datos, Restalia tiene 750 establecimientos en trece países. Además de 100 Montaditos y The Good Burguer, Restalia franquicia La Sureña, las cafeterías Panther y las taquerías Pepe Taco.

Parte de la denuncia contra la empresa matriz se basa en la obligación que tenían los franquiciados de realizar promociones -montaditos a un euro, por ejemplo-, en las que perdían dinero. La "organización criminal, siguiendo su senda delictiva", apunta la denuncia, "les obliga y les impone la venta de los productos a bajo coste [las llamadas promociones], consiguiendo, con ello, su fin, esto es, que exista una fuerte rotación de la mercancía y, en definitiva, que los volúmenes de venta al público resulten escandalosos". 

"Esto, como reverso de la misma moneda, significa que el franquiciado debe proveerse de un mayor volumen de productos para atender a la demanda final", prosigue el escrito presentado ante el juzgado número 52. 

Grabación

En la grabación que se adjunta a la ampliación, fechada el 27 de enero de 2022, se puede escuchar a un franquiciado hablando con un trabajador de Heineken, cuya identidad no se hace pública por ahora, donde se demostrarían esos "acuerdos silenciados a los franquiciados" y que estos permitían a Restalia obtener un 50% de beneficio.

De ese 50% la casa madre tenía por costumbre retornar al asociado una pequeña parte, que solía oscilar entre el 10 y el 15%, según varios de los socios de la cadena consultados, y siempre si el franquiciado estaba al día con los pagos.   

"Y lo otro te lo pregunté también, y me dice que lo que ellos hacen, lo digo para que sepas, ya te diré, es un escalado de numérica de clientes y de litros, y que lo que hacen se lo pasan a la marca, que luego no saben lo que os imputan a cada uno, pero que calculan que más o menos, más o menos, ellos estarán en la parte de descuentos, en la parte de imagen, en un 50% sobre la facturación", comienza a explicar el trabajador de Heineken. 

"Luego ellos, lo que os den a vosotros nosotros no lo sabemos. Nosotros le pagamos por cada litro, por cada marca y por cada numérica que tienen a nivel nacional. Imagínate, si tienes cien locales, con tantos litros, tanto, si tienes doscientos locales, tanto, si tienes trescientos, tanto, y de media se imputa como un 50 % la marca, sin contar los contratos de imagen y de… etc.", añade el comercial de Heineken. 

El franquiciado responde sorprendido y a partir de ahí se produce el siguiente intercambio de pareceres: 

- ¿O sea que tiene un descuento todavía de más del 50%?

- No, el descuento es del 50, pero luego os venden 22 millones de litros. Tiene acuerdos de imagen, por tanto por impacto o lo que sea, que eso no en litros, ¿sabes? pero seguramente tenga más opciones sobre el…

- O sea, que él gana un montón de pasta porque nosotros le hacemos vender…

-... Pero yo no te lo he podido decir, no me jodas que pierdo el puesto…

[...]

- Nosotros lo que hacemos es un rapel de volumen a la cadena… Nosotros no lo gravamos a vosotros, lo gravamos a la cadena en total, del… el rapel. O sea, no nos dejan bajarlo al siguiente… [refiriéndose al franquiciado] Es como una central de compras, ellos, lo nuestro va todo vía central de compras y luego ellos lo desglosan a vosotros… Yo creo que con todos funcionarán parecidos [afirma refiriéndose al resto de proveedores homologados].

En la ampliación de la denuncia, los abogados de los franquiciados afectados inciden en que "en ningún momento previo ni coetáneo a la firma del contrato de franquicia, se comunicó o refirió ni, menos aún, se consignó en documento alguno, ni la existencia de dichos acuerdos ni sus consecuencias para el negocio franquiciado".

"De lo que no cabe la menor duda es que este silencio es deliberado y que la organización criminal, que conoce perfectamente lo que hace (entre ellos, los contratos de franquicia), también conoce que, una vez se firme el contrato de franquicia, procederán a imponer y obligar al franquiciado a abastecerse en exclusiva de estos proveedores homologados con los que mantienen estos pactos opacos por los que obtienen enormes cantidades de dinero que se corresponden con el margen de beneficio natural del franquiciado", continúa.

"Lo anterior debe anudarse, como así hemos referido más arriba, con la rabiosa política de bajos precios de venta al público, también impuestos a los franquiciados, así como con las continuas y repetidas promociones, con la única intención por parte de la organización criminal, de alcanzar mayores volúmenes de compra y venta, la primera por los franquiciados y, la segunda, hacia el cliente final. En conclusión, un verdadero engaño", concluye el escrito, donde piden que se investigue también a Heineken por estas prácticas.

Heineken niega los hechos

En contacto con este periódico, desde Heineken se puntualiza que el "contrato con Restalia es completamente legal" y se subraya que la empresa cervecera "no forma parte de ningún procedimiento judicial en relación con el grupo de restauración Restalia, ni ante el Juzgado de Instrucción número 52 de Madrid ni ante ninguno otro". "Desconocemos en este momento si, algún tercero, ha solicitado que Heineken aporte cualquier tipo de información en el curso de la instrucción frente a Restalia. En todo caso, de ser así y el Juzgado considerarlo relevante, Heineken mostrará toda su colaboración con los tribunales", apunta la empresa en un comunicado.

Desde Heineken se resalta que tienen firmado con Restalia un acuerdo para ser "proveedor homologado" que es totalmente legal. "La existencia de un contrato de dichas características, lejos de lo que se desprende del contenido de la noticia, es una práctica absolutamente habitual en el tráfico mercantil para regular las condiciones comerciales, publicitarias y económicas del suministro de los productos. A este respecto, señalar que identificar la existencia de un contrato como un acuerdo oculto, produce la impresión de tratarse de algo ilegal, algo que es rotundamente falso", señalan en Heineken.

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Por otro lado, en el comunicado de la marca se pone el énfasis en que Heineken desconoce la relación contractual o pactos existentes entre Restalia y sus franquiciados y, por ende, si Restalia informa o no a sus franquiciados de la existencia del contrato de homologación de proveedores y sus condiciones. "Heineken tampoco conoce ni tiene acceso a ningún tipo de información relativa a las condiciones, derechos u obligaciones que puedan existir entre Restalia y sus franquiciados, por lo que desconoce las condiciones pactadas entre estos".

"Heineken no solo desconoce la existencia y contenido de la grabación a la que hacen referencia en su noticia, sino también, en su caso, a la legitimidad y conocimiento de la persona que supuestamente hablaría en nombre de Heineken", concluye el comunicado.

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