GALICIA

"No nos dan mucha información": la incertidumbre de las familias por el naufragio del pesquero gallego

La alcaldesa de Marín, María Ramallo, también ha comparecido tras conocer la trágica noticia: "Para Marín es un día muy difícil; es una tragedia de una magnitud que no recordábamos, un naufragio que no solo afecta al municipio, también a Bueu y a toda la comarca de O Morrazo"

Primeros testimonios de familiares y allegados de los náufragos de Terranova: "Nos dicen que se sabrán más datos en dos o tres días".

/ F. M. / R. V.

Fernando Martínez / Cristina González / A. C.

"Ahora mismo recibí una llamada de una amiga que había escuchado la noticia del naufragio y vine para aquí". Así se enteró Elisabeth Gutiérrez, tía de uno de los marineros del "Villa de Pitanxo", de la tragedia que había ocurrido la madrugada de este martes en NAFO. Jonathan Calderón tiene 39 años y lleva prácticamente toda la vida a bordo del pesquero de Marín. El 26 de enero embarcaba nuevamente dejando en tierra a su mujer y sus dos hijo.

"Por el momento no nos están dando mucha información, que hubo un naufragio y que están a la espera", relata Elisabeth a las puertas de Grupo Nores, armadora del barco naufragado, a donde se trasladó nada más conocer el suceso. La esposa de Jonathan estaba preparándose para viajar al extranjero pero ya está regresando a Marín.

Un amigo de los cuatro tripulantes de Ghana también acudía hasta para tratar de recabar información sobre estos marineros, de entre 30 y 40 años, residentes en Marín. "Uno de ellos llevaba solo una marea en este barco", relata mientras trata de recabar algún dato más que compartir con sus familias.

Tío y sobrino, entre los tres supervivientes

Juan Padín, de 50 años, es uno de los tres supervivientes del naufragio del pesquero Villa de Pitanxo. En una de las balsas localizadas en la zona del siniestro -en total fueron avistadas cuatro- también lograron ponerse a salvo dos marineros más.

Uno de ellos es Eduardo Rial Padín, nacido en 1980 y sobrino de Juan, de amplísima experiencia y que ejercía como capitán. Un tercer joven también ha quedado a salvo, como pudo confirmar FARO y ratificó la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, sin que de momento haya trascendido su identidad.

La esposa de Padín, Sofía, recibió en la casa de Donón, en O Hío, en Cangas la llamada de su marido a las 13.30 desde el Playa de Menduiña. "No te preocupes" fueron las pocas palabras que logro atinar a decirle. La mujer, al igual que su marido, se encuentran destrozados por la tripulación que se ha quedado atrás. Con ella se encuentra la hermana de Juan, Fita, y juntas esperan la llamada de la casa armadora.

Otro de los tres supervivientes es Eduardo Rial Padín, nacido en 1980 y sobrino de Juan, de amplísima experiencia y que ejercía como capitán.

A la puerta de una casa rural en la parroquia de Donón, en Cangas del Morrazo (Pontevedra) esperan Gloria y Sara una llamada de Juan de Eduardo. Eduardo es el novio de Sara y también el hijo de Gloria, la cual es, a su vez, hermana de Juan; y tanto Juan como Eduardo son dos de las tres personas rescatadas con vida de una tripulación de 24 miembros.

“Muy doloroso, muy doloroso”, murmura a las puertas de su casa Gloria, que a primera hora de la mañana pensó que se había quedado sin hermano y sin hijo. “La primera impresión fue muy dolorosa. Me llamó mi sobrino diciéndome que había naufragado el barco donde iba mi hijo. Yo le dije que no podía ser porque, era un dolor muy grande, muy grande”, relata a EFE.

Tras esa primera noticia, Gloria y Ana comenzaron a hacer llamadas, primero a la oficina, luego al armador, pero no fue sino hasta que recibieron un telefonazo de otro hermano de Gloria y Juan Padín, también marinero, que supieron que había tres supervivientes y que dos de ellos eran Juan y Eduardo.

No supimos nada más. Sólo que un helicóptero los llevó al hospital. Y no sabemos ni en qué hospital. Sabemos que están ingresados, y están con una hipotermia muy grande. Que están bien, o bien de aquella manera, porque aquellas aguas de Canadá son un congelador, y el aire también, y no sabemos el tiempo que estuvieron en la balsa”, continúa Gloria.

Estamos esperando buenas noticias, nada más. Pero no podemos dejar de pensar en cómo estarán los demás. Estoy muy triste y muy dolorida. Sólo quiero que vuelvan para casa que es lo más importante”, asegura.

"Una tragedia de una magnitud que no recordábamos"

La alcaldesa de Marín, María Ramallo, también ha comparecido tras conocer la trágica noticia. "Para Marín es un día muy difícil; es una tragedia de una magnitud que no recordábamos, un naufragio que no solo afecta al municipio, también a Bueu y a toda la comarca de O Morrazo", ha declarado.

La regidora, que permanece en contacto con la delegación de Gobierno y la Consellería do Mar, ha explicado que se encuentran a la espera de tener más datos "y más certezas para transmitírselas, sobre todo, a esas familias que mientras esperan desesperan ante un accidente de tamaña magnitud".