GENERALES ADELANTADAS

Sánchez hace coincidir la convocatoria electoral con su presidencia de la Unión Europea

El presidente presentará en julio sus prioridades para una presidencia que podría no terminar.

La convocatoria electoral se sitúa tan sólo cinco días después de la cumbre UE-Celac

Reunión del Consejo Europeo

Reunión del Consejo Europeo / OLIVIER HOSLET

Mario Saavedra

Mario Saavedra

Cuando Pedro Sánchez trate de revalidar su liderazgo en las urnas, el próximo 23 de julio, habrá sido presidente del Consejo de la Unión Europea ya durante casi un mes. Habrá fijado las prioridades de su presidencia (autonomía estratégica abierta, Pacto Migratorio, pacto energético, o reforma de las reglas fiscales, entre otros asuntos). Sin embargo, puede que sea otro presidente español quien tenga que llevarlas a buen puerto.

El anuncio por sorpresa del socialista de elecciones anticipadas tras la debacle del PSOE en las autonómicas y municipales de este domingo ha trastocado los planes que llevaban pergeñándose cerca de un año. La presidencia semestral de la UE es una cita clave, especialmente al ser "de cierre" (la última antes de las elecciones europeas). Todo estaba preparado. Decenas de mini-cumbres de ministros de toda la Unión Europea por 25 ciudades españolas. Sánchez quería aprovechar la gran foto de la Alhambra de Granada con decenas de los líderes más importantes del mundo libre (entre ellos, los 44 jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad Política Europea). Ya no podrá, porque su reválida ocurrirá mucho antes de lo previsto. Puede que presida ese encuentro, y el informal del Consejo europeo también el 6 de octubre en la ciudad andaluza. Pero si lo hace, será con su liderazgo revalidado.

Impacto y desconcierto en la presidencia de la UE

Los actos de la presidencia de la Unión Europea ya están en marcha. El 1 y 2 de julio se celebra el evento Inaugural y el traspaso del testigo de la presidencia Sueca del primer semestre, según el calendario de la Presidencia de la UE que adelantó este diario. El momento más sustancial de ese primer mes es la recepción, el 6 y 7 de julio, del Colegio de Comisarios de la Comisión, que es el máximo órgano interno político y administrativo del órgano ejecutivo de la UE. Una cita clave, apuntan fuentes gubernamentales, entre otras cosas porque acudirá a España Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión. Pero justo en la madrugada del día 6 empieza la campaña electoral de 15 días. Así, lo que debía ser un encuentro para terminar de perfilar la presidencia de Sánchez del Consejo, se convierte ahora en una cita incierta. Von der Leyen no sabrá ahora si tendrá que lidiar con el actual gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos o con uno eventual nuevo de PP y Vox. Esto genera desconcierto. ¿Habrá que tratar, por ejemplo, el Pacto de Migraciones de la UE con un ministro español de ultraderecha?

La cita más destacada por el Gobierno de Sánchez (lo subrayan tanto públicamente como entre bambalinas) es la de la Unión Europea con los países latinoamericana de la CELAC (los 33 países de América Latina y el Caribe, que son todos los países del continente, excepto Estados Unidos y Canadá). Se da la circunstancia de que se produce tan sólo cinco días antes de los comicios, y en plena campaña electoral: el 17 y 18 de julio en Bruselas.

Sánchez no será el primer presidente que tenga que afrontar un proceso electoral en plena presidencia de la UE. Ya le ocurrió a Emmanuel Macron en 2022. Al presidente francés, además, le estalló en medio de su mandato la guerra de Ucrania, lo que trastocó todo lo previsto para su semestre. Pero aquellas eran unas elecciones previstas. Estas, las que ha convocado Sánchez este lunes, han supuesto una sorpresa total en las cancillerías europeas, que ahora tendrán que recolocarse ante el nuevo escenario.

Muchos de los "consejos de ministros" europeos que van a trufar la presidencia española se van a tener que celebrar, previsiblemente, con ministros españoles en funciones o posiblemente salientes. Porque la presidencia de la UE se plasma, además de en la cumbre informal de jefes de estado y de Gobierno de octubre, o la de la CELAc, en decenas de encuentros importantes que deciden cosas sustanciales en distintas áreas.

El 10 y 11 de julio se reúne en Vigo el Consejo de Agricultura y Pesca (Agrifish), que adopta legislación sobre una serie de ámbitos relacionados con la producción de alimentos, el desarrollo rural y la gestión de la pesca. El 13 y 14 de julio (ya en campaña electoral), el Consejo Consejo en su formación de Empleo, Política Social, Sanidad y Consumidores (EPSCO), en Madrid. El 17 y 18 de julio se celebra en Valladolid la reunión informal del Consejo de Transporte, Telecomunicaciones y Energía (TTE), que toma decisiones para establecer mercados e infraestructuras modernos o crear redes transeuropeas de transporte, comunicaciones y energía. El 18 y 19 de julio se reúne en Valladolid informalmente Consejo de Medio Ambiente (ENV). Tan sólo un día antes de las elecciones, en Tarragona se llevará a cabo el encuentro de los diplomáticos de la UE (Coreper). Y en Logroño, dos días antes (19-21 de julio), el de Justicia e Interior. Tras los comicios, hay reuniones decisivas sobre competitividad (en Bilbao 24 y 25 de julio), empleo (Las Palmas, 27 y 28 de julio), entre otras.