'Boom' inversor

El fundador de la mayor destilería española crea su fondo de capital riesgo tras vender su empresa por 320 millones de euros

La familia Cantarero, creadores de Alvinesa, montan su propio vehículo: Alambique Inversiones

Imagen de la sede de Alvinesa

Imagen de la sede de Alvinesa / Alvinesa Natural Ingredients, S.A.

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La familia Cantarero, fundadores de Alvinesa, buscan alternativas para hacer crecer su patrimonio tras vender parte de la mayor destilería española a la gestora británica Intermediate Capital Group (ICG). Para ello, a través de la sociedad Alambique Inversiones, han puesto en marcha un nuevo fondo de capital riesgo que será gestionado por Renta 4, según ha podido saber EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. Este vehículo de inversión no seguirá un esquema de fondo de capital riesgo al uso, que se caracteriza por la toma de participaciones en compañías de forma directa, sino que tomará posiciones en diferentes gestoras de capital riesgo para así evitar tener una gran exposición a una única firma. De esta forma, la familia Cantarero diversificará sus inversiones, reduciendo los riesgos que les supondría destinar su capital de forma directa a un único equipo gestor.

El lanzamiento de esta sociedad de capital riesgo apenas unos meses después de que Alvinesa, la compañía fundada en 1993 por los Cantarero, cambiara de accionista de referencia. Desde el año 2017 la mayor destilería española estaba controlada por Artá Capital (en aquel momento todavía en manos de la familia March), que lanzó un proceso para vender su participación a finales de 2019. Sin embargo, la rápida evolución de la pandemia del coronavirus retrasó la venta hasta volver a arrancar a finales del pasado 2020. El pasado mes de marzo, tras una dura subasta competida entre diferentes inversores de capital riesgo, Artá vendió su participación al británico ICG por 320 millones de euros.

Este fondo cuenta con una larga trayectoria en España, que se ha materializado en conocidas inversiones como la de las clínicas Vitaldent o Konecta, los antiguos ‘call centers’ del Santander. Tras esta transacción, los Cantarero permanecen en el accionariado como socios de ICG. Pese a ser la mayor destilería de España, Alvinesa trabaja desde hace años diversificando su negocio y sus productos se usan actualmente en la industria de la cosmética, la farmacéutica, para la nutrición de animales, así como para la enología. Ubicada en Daimiel (Ciudad Real), la compañía ha registrado un fuerte crecimiento en los últimos años, muy impulsado por su profunda apuesta por la I+D+i, y cuenta ya con presencia en 16 países. Su beneficio bruto de explotación (ebitda) asciende a los 25 millones de euros.

La apuesta de las grandes fortunas

La puesta en marcha de Alambique Inversiones refleja cómo los grandes patrimonios cada vez se sienten más atraídos por el mundo del capital riesgo, que actualmente les proporciona unas rentabilidades más altas que activos más tradicionales como el inmobiliario, así como la volatilidad que proporcionan los mercados financieros. Además, a la hora de estructurar estas inversiones, la elección de la figura de la sociedad de capital riesgo (SCR) no es casual, pues proporciona una serie de ventajas fiscales interesantes para este perfil de inversores. Por ejemplo, cuentan con exenciones para corregir la doble imposición (las participadas de los fondos ya pagan sus impuestos correspondientes) o de una exención del 99%, algo menos frecuente en España.

De hecho, las sociedades de capital riesgo se han convertido en el nuevo refugio de los altos patrimonios en los últimos meses también impulsados por un endurecimiento de la fiscalidad de otras figuras más conocidas como las sicavs, que desde el próximo 1 de enero tendrán que demostrar que están conformadas por 100 socios que aporten como mínimo 2.500 euros cada uno si quieren mantener su tributación reducida al 1%. De lo contrario, tendrán que pagar el 25% de los resultados en el impuesto de sociedades. Esto ha disparado las luces de alarma entre la banca privada española, que a menudo recomendaba a estos grandes patrimonios aprovechar los beneficios fiscales que les ofrecían las sicavs.

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Ahora, según han explicado diferentes fuentes financieras a este diario, trabajan para buscar alternativas como crear redes de inversores para aglutinarlos bajo el paraguas de la misma sicav y poder aprovechar la tributación reducida. Sin embargo, el gran vencedor en este contexto ha sido el capital riesgo, que se ha convertido en una de las alternativas más deseadas por estos inversores alentada también por la banca privada, que en los últimos años ha trabajado para democratizar el acceso al capital riesgo. Para ello, han creado vehículos específicos para invertir en activos variados como las renovables, las infraestructuras o las residencias de estudiantes, en un momento en el que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) quiere bajar el ticket mínimo de inversión a los 100.000 euros.

De esta forma, la familia Cantarero se suma a una larga lista de grandes patrimonios que montan su propia sociedad de capital riesgo que después gestiona un tercero. En ella, aparecen conocidos nombres como Manuel Lao (fundador de Cirsa), Cosentino, Carulla Font (dueños de Gallina Blanca o Avecrem), Lorenzo Fluxá (dueño de Camper y del 30% de la hotelera Iberostar) o Rafa Nadal (que participa en Mabel Capital, la firma de inversión de Abel Matures y Manuel Campos). A estos grandes patrimonios se suman también otros famosos empresarios como la familia Abelló, los March o Alicia Koplowitz que invierten de forma directa a través de sus holdings de inversión.