TENIS | MUTUA MADRID OPEN

El futuro del tenis se juega en Madrid... y Arabia Saudí tiene mucho que decir

La presencia en el torneo de Areej Mutabagani, presidenta de la federación saudí, y los intentos del país de organizar un Masters 1.000 coinciden con las negociaciones para crear una nueva estructura en el tenis, deporte en el que Oriente Medio busca aumentar su presencia

Pista central de la Caja Mágica, durante el partido entre Nadal y Cachín.

Pista central de la Caja Mágica, durante el partido entre Nadal y Cachín. / MMO

Daniel Gómez Alonso

Daniel Gómez Alonso

Lo primero que ven los aficionados que acuden a ver un partido al pasar por los tornos que dan acceso a la Caja Mágica es un stand de publicidad en el que se puede leer 'PIF' con unas letras gigantes. Quizás así, a primera vista, la mayoría no caigan en qué es exactamente este patrocinador que ocupa un lugar tan privilegiado en las instalaciones del Mutua Madrid Open, pero para despejar la incógnita solo hace falta acercarse un poco y leer la letra pequeña. Lo que hay escrito alrededor de su logo, compuesto por una palmera y dos cimitarras, no deja mucho lugar a dudas: Fondo de Inversión Pública (de Arabia Saudí), el mismo que creó reciente el ultramillonario circuito LIV de Golf y que también es dueño del Newcastle United.

Su lugar destacado en las vallas de publicidad durante los partidos da más pistas de por dónde van los tiros. Tras su apuesta por el fútbol, a base de fichajes millonarios y de relumbrón para su liga, y el golf, Arabia centra ahora el tiro en el tenis. Y ya ha empezado a ganar terreno. Bocado a bocado, entra con la fuerza desmedida que le otorgan los petrodólares en el mundo del tenis. Primero fue la Copa de Maestras, el torneo que reúne a las ocho mejores raquetas del circuito femenino y que el país de Oriente Medio organizará durante el próximo trienio a partir de esta temporada con una bolsa de premios récord de 14 millones de euros. Después, el fichaje de Rafa Nadal como embajador. Y ahora va a por el siguiente, aún más ambicioso: organizar un torneo de Masters 1.000 en su territorio.

Rafa Nadal; el ministro de Deportes, el Príncipe Abdulaziz bin Turki Al Saud; y la presidenta de la Federación de Tenis de Arabia Saudí, Arij Mutabagani

Rafa Nadal; el ministro de Deportes, el Príncipe Abdulaziz bin Turki Al Saud; y la presidenta de la Federación de Tenis de Arabia Saudí, Arij Mutabagani / JORGE FERRARI - Archivo

Hasta tal punto parecía cercano que, hace unos días, un medio italiano publicó que ya era un hecho, estableciendo 2027 como año de inicio y enero, antes de la celebración del Open de Australia, como fecha en el calendario. Una información que desmintió la ATP. "Estamos al tanto de una publicación en la prensa hablando de que se ha tomado la decisión de un décimo torneo de Masters 1.000. Nos gustaría aclarar que esto es imprecisoNo se ha tomado ninguna decisión y cualquier actualización será publicada en su debido momento", comunicó al respecto la organización que rige el tenis masculino, que sin embargo no negó que esa posibilidad esté sobre la mesa y se esté barajando en Madrid, donde durante estas semanas se ha dejado ver Areej Mutabagani, presidenta de la federación de Arabia Saudí.

Fusión de los circuitos

"Cualquiera puede venir mañana y decir: 'Tenemos un evento con 100 millones de dólares en premios, voy a traer a los 32 mejores jugadores del mundo y cada uno tiene asegurados dos millones'. Es una amenaza. Lo pueden hacer y nada les impide poder hacerlo", se lamentaba en enero Crag Tiley, director del Open de Australia, durante la celebración del torneo. Algo se olía ya Tiley, también presente estos días en Madrid, porque apenas una semana después Arabia siguió dando rienda suelta al desembolso de cantidades ingentes de dinero anunciando el denominado '6 Kings Slam', un torneo de exhibición que reunirá en octubre a Nadal, Djokovic, Alcaraz, Medvedev, Sinner y Rune y que triplicará en premios a torneos como el propio grande australiano.

Puesto del Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí en el Mutua Madrid Open.

Puesto del Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí en el Mutua Madrid Open. / MMO

Movimientos y más movimientos en el tablero de una partida en la que se juega, en silencio, por algo mucho más grande. Dos contendientes y la posibilidad de hacerse con gestión del todo el circuito, que bulle con la idea de una fusión millonaria entre el tenis masculino y el femenino. Por un lado, la conservadora, liderada por los cuatro Grand Slams (Australia, Roland Garros, Wimbledon y US Open), que llevaría el nombre de Premier Tour y unificaría ATP y WTA con una serie de características básicas como la igualdad de premios o la implantación de un modelo competitivo similar al PGA Tour de golf, según informó Sports Illustrated.

En el otro lado, una más rupturista con la tradición que siempre ha prevalecido en el tenis y por supuesto liderada por Arabia, como no podía ser de otra forma. La destapó en febrero el italiano Andrea Gaudenzi, dirigente de la ATP, que informó de que dicha alianza “estratégica” con Arabia Saudí llegaría acompañado de un nuevo modelo unificado y unos 2.000 millones de dólares de inversión, según la información del periódico británico The Telegraph.

Esta última propuesta tendría, además, fecha de caducidad, a finales de mayo y empieza a ganar adeptos públicamente entre jugadores y dirigentes, sobre todo las del circuito femenino. Steve Simon, director de la WTA, alabó públicamente el desembarco de Oriente Medio en el tenis, calificándolo como “una oportunidad excitante” y un “positivo paso a largo plazo” para el crecimiento del deporte en su faceta “global e inclusiva”.

Seyboth Wild, durante su choque del Mutua Madrid Open ante Carlos Alcaraz. De fondo, la publicidad del Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí.

Seyboth Wild, durante su choque del Mutua Madrid Open ante Carlos Alcaraz. De fondo, la publicidad del Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí. / Europa Press

"Me han dado garantías de que estaría bien allí", comentó por su parte la rusa Daria Kasatkina, número 10 del mundo, al llegar a Madrid. "Vemos que ahora los saudíes están muy involucrados en el deporte, quieren desarrollarlo. Si eso da oportunidades a la gente allí, y las niñas y las mujeres pueden verlo y participar en él, creo que es genial", señaló la rusa, en un discurso que recordó al que dio hace tres meses Nadal cuando fue reclutado por Oriente, obviando que se trata de un país que, entre más cosas, vulnera los derechos de las mujeres y persigue y castiga la homosexualidad.

Porque cuando la gallina de los huevos de oro asoma en el horizonte como solución a todos los males del tenis, todo se reduce a un solo factor: el dinero. Y de eso, en Arabia, hay de sobra.