ATHLETIC - MALLORCA

Ni PNV, ni Bildu, ni nadie: Bilbao solo hace campaña por un Athletic campeón de Copa

Los partidos políticos iniciaron esta medianoche los actos de cara a los comicios del próximo 21 de abril con Bilbao, Vizcaya y el País Vasco mirando a La Cartuja, donde los rojiblancos pueden ganar el torneo 40 años después

La afición del Athletic sueña "a lo bajini" con la gabarra: "Hay miedo a hablar por si trae mala suerte"

La Gabarra del Athletic, símbolo de las celebracines del equipo bilbaíno.

La Gabarra del Athletic, símbolo de las celebracines del equipo bilbaíno. / TXARO LOZANO

El último Euskobarometro otorgaba un empate técnico entre PNV y EH Bildu a falta de menos de un mes para las elecciones vascas. En Vizcaya, la noticia apenas mereció comentarios en la calle salvo en círculos bastante reducidos. Hay un acontecimiento que lo eclipsa todo y trae de cabeza a los diseñadores de estrategias electorales. La campaña arrancó esta medianoche y la final de Copa se disputa este sábado en Sevilla.

Esto es, el foco informativo estará a casi mil kilómetros de distancia de la jornada de pegada de carteles. Ni el altavoz más potente hará que el mensaje de los políticos llegue hasta el estadio de La Cartuja porque los gritos de aliento de miles de seguidores del Athletic le superarán en decibelios. Si encima gana el conjunto vizcaíno, los actos para agasajar al equipo se prolongarán hasta el jueves 11 de abril con la gabarra surcando la ría.

Los candidatos favoritos son vizcaínos y uno del Athletic

Teniendo en cuenta que la última vez que la famosa embarcación navegó por las aguas del Nervión con los jugadores exhibiendo un trofeo fue hace 40 años, y que en aquella ocasión un millón de personas se lanzaron a la calle, parece poco probable que ningún partido agende en Vizcaya un mitin para ese jueves. Los dos partidos favoritos, el PNV con Imanol Pradales, aficionado al Athletic pero no socio, y EH Bildu con Pello Otxandiano, cuentan con candidato vizcaíno.

Lo mismo que Podemos (Miren Gorrotxategi) y que Sumar (Alba García) que apuestan, a su vez, por una candidata mujer. Así que mucho tendrían que rogar a sus propios familiares para que se salten las posibles celebraciones y acudan a un mitin suyo, caso de haberlo. Más fácil lo tienen Eneko Andueza (PSE), asiduo espectador del Eibar en Ipurua, o los candidatos alaveses de PP, Javier de Andrés; y de Vox, Amaia Martínez, porque no hay programados actos festivos en Álava para ese día.

Aitor Esteban, portavoz del PNV en el Congreso, junto a otros miembros del partido, con banderas del Athletic.

Aitor Esteban, portavoz del PNV en el Congreso, junto a otros miembros del partido, con banderas del Athletic. / JESÚS HELLÍN / EUROPA PRESS

Precisamente la palabra "gabarra" es la que más se ha escuchado en Bilbao durante esta Semana Santa. La prudencia no está siendo el punto fuerte de la afición rojiblanca. Para enmarañar el asunto a alguien del Athletic se le ocurrió la brillante idea de cobrar, en caso de victoria, entre 250 y 3.000 euros a las 150 embarcaciones que podrían acompañar a la gabarra. A todo esto, un aficionado se preguntaba a través de las redes sociales: "¿Alguien sabe si me van a cobrar por asomarme a la ventana cuando pase la gabarra?".

Bilbao, completamente entregada al Athletic

El ruido de fondo con el tema de la final copera no cesaba de oírse ni un segundo durante toda la Semana Santa. Teclear las letras de la palabra Sevilla se convertía, de repente, en la actividad más recurrente en los buscadores de internet athleticzales para ubicar la Athletic hiria (fan zone) o La Cartuja. Visitar la Giralda, la Torre del Oro o el parque de María Luisa se quedaba para otra ocasión más propicia.

El fútbol es el monotema. Un hombre de unos 40 años comentaba en voz alta por la calle Ledesma lo llenos que estaban los bares de Bilbao el pasado miércoles. "Claro, con la pasta que os vais a gastar para ir a la final, no me extraña que la gente se haya quedado", le contestaba su acompañante femenina. No sabía, o a lo mejor no se lo quiso decir, que la mitad de los bares de la zona de Indautxu estaban cerrados porque su clientela habitual se ausentaba esos días y, por tanto, el gentío se concentraba en el Casco Viejo y alrededores.

Eso sí, buena parte de los afortunados que pudieron salir unos días de Bilbao tuvieron la amabilidad de dejar la ciudad engalanada con los colores rojiblancos en los balcones de las casas, en los principales edificios públicos, como el Ayuntamiento o la Diputación, y hasta en alguna estación de metro como la de Moyua.

Tampoco faltaban adornos rojiblancos en los árboles que se alzan a la entrada de la Santa y Real Casa de la Misericordia, una institución con 250 años historia situada en los aledaños de San Mamés y dedicada a atender a los más desfavorecidos, ni en el Museo Bellas Artes, que tenía flaqueada su entrada con dos grandes banderas horizontales del Athletic, o en el Guggenheim.

El precio y esfuerzo de estar en la final de La Cartuja

Borja Maynar, un estudiante de último curso de Ingeniería en Tecnologías Industriales en la universidad de Deusto, fue uno de los que nada más acabar las clases intentó desconectar del ambiente eufórico que se vivía en la ciudad. Antes de salir unos días de Bilbao, el joven, de 24 años, explicaba a sus amigos la pasta que le iba a costar dentro de unos días su viaje a Sevilla para animar al Athletic.

Rafa Alkorta, exjugador del Athletic, y Leo Franco, del Mallorca, llevan la Copa del Rey a Sevilla.

Rafa Alkorta, exjugador del Athletic, y Leo Franco, del Mallorca, llevan la Copa del Rey a Sevilla. / JULIO MUÑOZ / EFE

Todo le parecía "muy caro" a pesar de que el plan era ir a la ciudad hispalense en un coche con amigos para compartir gastos, dormir en un apartamento que solo tenía dos camas para alojar a cinco personas y ver el partido en la fan zone porque el precio de las entradas resultaba prohibitivo. ¿Solución? Se pasó los cinco días festivos en Baqueira fregando platos y ayudando en la barra de un bar para costearse sus 48 horas de juerga sevillana la semana antes de que dé comienzo la Feria de Abril.

Aun así, no verá recompensado su esfuerzo para costearse en su totalidad el viaje y la estancia en Sevilla. Con el consabido aumento del precio de la gasolina, que casualmente siempre ocurre cuando la gente se va de vacaciones, el precio de ida y vuelta en avión con dos noches de hotel rondaba los 900 euros por persona.

Si la idea era ir en autocaravana, había que inscribirse en lista de espera del parking de La Cartuja, y si el viaje era en coche con la esperanza de dormir en Sevilla por un precio razonable, pronto se daba uno de bruces con la cruda realidad. Por una habitación doble en un hotel de dos estrellas en el centro de la capital pedían 500 euros.

En la parte este de la ciudad, cerca del Palacio de Congresos, la cosa mejoraba, aunque no mucho (400 euros). Si la idea era disfrutar del máximo confort, la broma podía alcanzar los 1.100 euros. Para los menos pudientes también se ofertaban camas supletorias en pisos compartidos por estudiantes a cambio de cien euros la noche.

Las teorías y supersticiones para la final ante el Mallorca

En una ciudad tan futbolera como Bilbao resultaba extraño no oír hablar ni una sola palabra del partido que iba a disputar el Athletic el domingo contra el Real Madrid a pesar de que el equipo podía perder su puesto en Champions League. El runrún copero seguía en su apogeo. En el funicular para subir al monte Artxanda un hombre entrado en años trataba de explicar a su amigo su descabellada teoría matemática por la cual, el Athletic, iba a ser de nuevo campeón.

No tenía mucha base científica, o mejor dicho, no tenía ninguna, pero los números le daban la razón. Decía así: en 1904, el Athletic ganó la Copa del Rey. 40 años después (1944), ganó la Copa del Generalísimo. 40 años después (1984), ganó la Copa del Rey. 40 años después son ahora, en 2024.

Para darse una idea aproximada de todo lo que significa en la provincia el partido de La Cartuja puede servir como ejemplo ver y oír a la Orquesta Sinfónica de Bilbao (OSB) ataviados con camisetas y bufandas del Athletic interpretar el himno de su equipo. Lo hicieron sin público en el Palacio Euskalduna. El tenor Mikeldi Atxalandabaso fue el encargado de lanzar el grito de “Athleeeeeeeeeeetic” con un vozarrón al alcance de muy pocos y todos los componentes de la orquesta respondieron al unísono: "Eup!".

Luego ya venía la parte instrumental con Giancarlo Guerrero batuta en mano. La propia OSB tiene previstos varios conciertos en Bilbao para este mes, pero ninguno para el fin de semana del 6 y 7 de abril. Algo intuirán. Así que los aficionados a la música clásica tendrán que esperan a escuchar la Séptima de Dvórak y la Quinta de Mahler dos y tres semanas más, respectivamente.

Los viajes más insospechados de la afición del Athletic

Resultaba también curioso leer algunas bilbainadas que publicitaron varios hinchas a través de las páginas de 'El Correo' para ver el partido. Alex tenía pensado viajar desde Panamá a Sevilla sin entrada. Otros cuatro vizcaínos se habían embarcado hace ya unos días en un velero de doce metros de eslora para recorrer 815 millas náuticas (1.575 km.) y atracar en el pantalán del Parque de María Luisa antes del 6 de abril.

Raúl, otro hincha rojiblanco que vive en la ciudad canadiense de Vancouver, no dudaba en recorrer más de diez horas en coche para desplazarse a Boise, en el estado de Idaho que hace frontera con Canadá y donde reside la mayor colonia de vascos en Estados Unidos, para tener con quien ver el partido y, llegado el caso, organizar una fiesta por la victoria. Otro grupo se había subido en un viejo autobús londinense de dos plantas, con txoko incluido, para atravesar la península de norte a sur. Y así otras tantas historias entre pintorescas y disparatadas.

Del rival copero apenas se comentaba nada. Ahora bien, si en algo coinciden la mayoría de los simpatizantes del Athletic es en el cariño hacia la figura de su campechano entrenador, Javier Aguirre, por su ascendencia vizcaína. Su madre era de Gernika y padre de la localidad costera de Ispáster.

Resultó profética la frase que le soltó a su colega del Athletic, Ernesto Valverde, tras haber caído derrotado en Liga por un contundente 4-0 en San Mamés el pasado 2 de febrero. Ambos se tenían que ver en breve las caras en el torneo copero frente a la Real Sociedad y el Atlético de Madrid, respectivamente. Fue entonces cuando el técnico mexicano le espetó con absoluta naturalidad: "Nos vemos en la final". 'Txingurri' esbozó una sonrisa, le contestó con un "ojalá", para acto seguido fundirse con el mexicano en un prolongado abrazo. A ver qué ocurre este sábado. 

Unos seguidores del Athletic se fotografían en Sevilla.

Unos seguidores del Athletic se fotografían en Sevilla. / RAÚL CARO / EFE