GIRONA 4 - 3 ATLÉTICO

Iván Martín mantiene al Girona en el paraíso y tumba al Atlético (4-3)

Un gol del centrocampista en el tiempo añadido desnivela una formidable batalla contra el equipo de Simeone

Marcos López

Agonizaba el partido. Y el Cholo fue más Cholo que nunca cuando hizo dos cambios defensivos para mantener el 3-3. Y Míchel fue más Míchel que nunca siendo atrevido y descarado, todo simbolizado en ese punterazo de Iván Martínya en el tiempo añadido, para tumbar al Atlético en un partido que pertenece ya a la historia.

A la historia de Montilivi, cuyos cimientos temblaron con un monumental gol que arañó la escuadra de un atónito Oblak, y del fútbol español, europeo y mundial. ¿Qué hacías tú cuando Iván se inventó un gol de la nada, rodeado por tres jugadores del Atlético?. El Madrid no está solo en la cima. Ahí está la majestuosa obra de Míchel, la inmortal obra de un equipo que le saca a 10 puntos al Atlético y deja estéril el triplete de Morata.

Un canto al fútbol

La primera parte resultó un canto al fútbol. Al fútbol ofensivo de Girona, un equipo atrevido, divertido, osado y distinto. Al fútbol de Morata, el delantero capaz de mantener al Atlético con vida en unos volcánicos 45 minutos iniciales. Capaz de marcar dos goles cabalgando a la espalda de la defensa del equipo de Míchel, anotar uno, anulado por fuera de juego, tras revisión del VAR, y después fallar el remate más fácil, ya en el área pequeña de Gazzaniga. 

El Real Madrid, campeón de invierno; el Girona alarga su sueño

El Real Madrid, campeón de invierno; el Girona alarga su sueño / EFE

Pero todo sucedió al ritmo, frenético ritmo impuesto por el Girona, que entró como si fuera un vendaval. A los dos minutos ya ganaba gracias al zapatazo de Valery, aprovechando una pérdida de Riquelme, castigada con extrema crueldad por el conjunto de Míchel.

En 40 minutos, 3 goles

Pero antes, a los 32 segundos, Sávinho había galopado por la banda derecha para asistir a Dovbyk, quien marró una ocasión que no suele. Pero el Girona se levantó con entereza de ese fallo anunciándole al Atlético que va en serio. Muy en serio. En 40 minutos le había metido tres goles. Al derechazo de Valery le siguió la zurda de Sávinho aprovechando que Iván Martín le robó el balón de los pies a Koke y concluyó en la jugada a balón parado –córner en corto- rubricada por el oportunismo de Blind, un central metido a ‘nueve’ por unos segundos.

A cada zarpazo del Girona, aparecía Morata para apaciguar el ambiente que sacudía Montilivi, lleno hasta el último rincón, consciente como es la ciudad de que están viviendo algo asombroso. El partido transitó en un peligroso ida y vuelta teniendo en cuenta la atrevida zaga diseñada por Míchel con Yan Couto, Eric García, Blind y Miguel. ¿Hay alguno con verdadera alma defensiva? Al técnico de Vallecas, que sorprendió a Simeone con su idea inicial, le encanta vivir al límite. 

Extremos cambiados

Sorprendió al ‘Cholo’ porque cambió el orden de los extremos (envió a Sávinho al flanco derecho y colocó a Valery en el izquierdo) para desordenar al desconcertado Atlético. El entrenador argentino tuvo que reorganizar la estructura de su equipo para frenar la sangría defensiva. El espectáculo del Girona era conmovedor. Y Simeone modificó a línea de cuatro atrás, interviniendo también el descanso cuando entró Nahuel Molina por Lino, que vivió un calvario con Sávinho.

LaLiga - Girona FC vs. Atletico Madrid

LaLiga - Girona FC vs. Atletico Madrid / David Borrat

Tras el descanso, apareció otro Atlético. En los cinco minutos, recién salidos del vestuario, cinco ocasiones clarísimas, aguantando la respiración Montilivi. Cinco minutos, cinco ocasiones, a cada cual más clara, topando siempre los remates de Morata, Griezmann y Marcos Llorente con las manos o el cuerpo de Gazzaniga.

Acababa de empezar la segunda mitad y el Girona necesitaba un tiempo muerto. Pero Morata no lo permitió, hurgando en la lentitud de los dos centrales (Eric y Blind) para firmar un triplete. El primero con la camiseta del Atlético. No tenía la pelota el Girona y estaba padeciendo una tortura: seis remates, cinco a puerta, incluido el 3-3 de Morata después de que Rodrigo de Paul desgarrara a sus rivales con una tranquila conducción.

Reacción del Atlético infructuosa

Simeone aprendió la lección de la primera mitad y sacó buena nota en la segunda. Ni una hora y seis goles demostraban que se estaba ante el encuentro más apasionante de toda la Liga española. No había tregua. Ni descanso llevada la noche a una tremenda exigencia física. Y Simeone terminó con cuatro delanteros: Morata, Griezmann, Correa y Memphis, los dos últimos saliendo del banquillo.

Aunque duró poco esa cohabitación de tanto futbolista ofensivo porque acabó sacando el ‘Cholo’ a Azpilicueta y Saúl por el trigoleador y la estrella francesa. Esos cambios supusieron la condena del Atlético y la certeza de que el Girona vive en el paraíso con ese punterazo de Iván Martín.