CHAMPIONS LEAGUE | LAZIO 1-1 ATLÉTICO

Un gol del portero de la Lazio amarga a un buen Atlético en el último minuto de su estreno en Champions (1-1)

El italiano Provedel, de cabeza, empató un partido que el Atlético dominó durante más de una hora gracias al tanto de Pablo Barrios, que se retiró lesionado al descanso y podría ser baja para el derbi ante el Real Madrid del próximo domingo

Provedel, portero de la Lazio, marca en el último minuto ante el Atlético.

Provedel, portero de la Lazio, marca en el último minuto ante el Atlético. / REUTERS

Daniel Gómez Alonso

Daniel Gómez Alonso

Avisado y con las orejas tiesas. Así desembarcó en Roma el Atlético, que ni por esas podía imaginar lo que estaba a punto de vivir en su estreno en la fase de grupos de la Champions frente a la Lazio, el rival a batir en un grupo que, a priori, debe ser asequible para el potencial de los rojiblancos. Tras el batacazo del pasado sábado en Valencia, en el que según el propio Simeone fue “peor partido desde que está en el club”, y con el recuerdo presente de su mediocre papel en las últimas fases de grupos se plantaron los rojiblancos en el Olímpico, donde de la mano de un Pablo Barrios que abandonó el partido lesionado llegaron al minuto 93 por delante en el marcador. Pero cuando todo parecía listo para sentencia y los tres puntos volaban ya camino de Madrid, Provedel, portero de los italianos, empató el choque con un testarazo milagroso y amargó, de la forma más dramática que cabe esperar, lo que iba camino de ser un estreno impoluto de los colchoneros (1-1).

Seis partidos consecutivos lleva sin ganar en Europa el Atlético, que además acumula 18 meses sin conocer la victoria fuera de casa en Champions. La peor racha en el viejo continente desde la llegada del técnico argentino, que en la previa del choque reconocía que en la Copa de Europa “últimamente nos ha costado muchísimo". "Es un desafío grande que nos queda pendiente, y confío en el juego de mi equipo”, abundaba el Cholo, que introdujo tres cambios respecto al equipo que fue goleado en Valencia: Nahuel Molina recuperó su sitio en la flanco derecho, Samuel Lino se adueñó del carril izquierdo en lugar de Riquelme y Saúl ocupó el sitio del lesionado Lemar.

Pronto se vio que el mensaje había calado entre sus jugadores, que entraron enchufados al encuentro, sabedores de la importancia de los tres puntos para evitar complicarse la vida. Apenas un par de minutos necesitó Griezmann para conectar con un Lino que disfrutaba de su primera titularidad en el casting que se ha convertido la banda izquierda que ha dejado huérfana Carrasco con su salida rumbo a Arabia Saudí. Generoso en el repliegue, como demanda Simeone, e incisivo en ataque, el brasileño protagonizó las mejores internadas de su equipo en unos diez primeros minutos en los que la Lazio se vio encerrada en su área ante las acometidas del Atlético.

La Lazio propone y el Atlético espera

El inicio mandón del equipo de Simeone fue, sin embargo, un espejismo de lo que estaba por venir en la primera mitad. No les importó a los rojiblancos replegarse y ceder el balón a la Lazio, que asumió el encargó y empezó a tomar el pulso del encuentro, aunque apenas inquietó a Oblak con un cabezazo tímido de Romagnoli y un disparo lejano de falta de Kamada que despejó de puños en lo que fueron sus mejores minutos.

Estaba cómodo el Atlético, que apenas inquietabaa a los italianos pero que avisó con un contragolpe tejido entre Morata y Griezmann que el francés desaprovechó al tropezarse cuando se quedaba solo ante Provedel. Y en esas, cuando el partido trascurría por la más absoluta de las nadas, la suerte se alió con los colchoneros. Un balón filtrado a la espalda de la defensa italiana llegó a los pies de Nahuel, que puso la pausa y vio la llegada a la frontal de un Barrios que golpeó de primeras y, con cierta dosis de fortuna tras rebotar su disparo en Kamada, anotó el único tanto del encuentro.

Pablo Barrios celebra su gol ante la Lazio.

Pablo Barrios celebra su gol ante la Lazio. / REUTERS

Oro puro para el Atlético, que encontró la recompensa antes que el juego en un partido trabado, algo que le permitió ir ganando en empaque y tranquilidad bajo la batuta de su canterano, que protagonizó también la mala noticia de la noche al retirarse al descanso por una molestias musculares, siendo sustituido por un Giménez que precisamente regresaba tras una lesión.

Lesión de Barrios

No acusó su baja en exceso, sin embargo, el cuadro colchonero, que crecía conforme Nahuel, autor de la asistencia del primer tanto, empezaba a pisar campo contrario y la Lazio, obligada por el marcador, buscaba con más empeño la meta de Oblak. Un escenario de partido que liberó a Griezmann, hasta entonces maniatado por la defensa italiana y que en el segundo tiempo pudo entrar más en juego y asociarse con sus compañeros.

Disfrutaba el siete con el correr de los minutos y el Atlético, necesitado siempre de su inspiración, lo hacía a su lado en los que fueron los mejores minutos de la temporada de los colchoneros. Pudo sentenciar el francés, que mandó el balón a las nubes al rematar a placer desde el punto de penalti tras una buena internada de Llorente, al igual que pudieron hacerlo Morata, que se topó con el poste, y Lino, que marró en el mano a mano con Provedel.

No consiguieron acertar los chicos de Simeone, que apenas sufrieron pero fueron dando pasos atrás conforme se acababa el encuentro y en el último minuto, con un gol milagroso del cancerbero de la Lazio, se volvieron a Madrid con cara de incredulidad. Un nuevo golpe, quizás el más duro posible, para el Atlético en su irregular arranque de campaña y que llega apenas unos días antes de verse las caras con un Real Madrid lanzado en un derbi que se jugará en el Metropolitano el próximo domingo.