De estrella en estrella

El largo viaje de Johannesburgo a Sídney: De Iniesta a Aitana Bonmatí

Un largo viaje de 11.034 kilómetros, que dura en avión 14 horas y 14 minutos. Un largo viaje que, en realidad, ha necesitado de hasta 13 años para ser completado por las dos Españas

Aitana Bonmatí Andrés Iniesta.

Aitana Bonmatí Andrés Iniesta.

Marcos López

De Johannesburgo a Sídney. Un largo viaje de 11.034 kilómetros, que dura en avión 14 horas y 14 minutos. Un largo viaje que, en realidad, ha necesitado de hasta 13 años para ser completado por las dos

Españas

. La pionera, aquel irrepetible grupo conducido con sabiduría y pulcritud por un entrenador antiguo pero lleno de modernidad como Vicente del Bosque, que cosió la primera estrella en un país lleno de furia y frustraciones, aprovechando la valiosa semilla plantada por Luis Aragonés.

Fue él, atlético de corazón y alma, quien cosió la pelota a los pies de unos diminutos jugadores, abanderados por Xavi, Iniesta, Silva y compañía, para abrir una ruta que ahora transitaron en las Antípodas jugadoras como Aitana, Alexia, Salma, Laia, Olga, Cata… Unidos ambos equipos por un hilo común: el mejor Barça de la historia.

El de Guardiola (2009), prólogo de la España nunca vista, capaz de alcanzar el paraíso en el Soccer City de Johannesburgo con el eterno gol de Iniesta. El de Jonatan Giráldez (2023), dueño de la Champions, capaz como ha sido el club azulgrana, impulsor de la verdadera revolución femenina, de acabar con la hegemonía francesa (hasta ocho tiene el Olympique de Lyon) o alemana (cuatro posee el Frankfurt).

Un país, dos Españas

Hay un país. Y dos Españas. Aunque, en realidad, es la misma, construidas ambas desde el culto casi fanático al balón. Había siete jugadores del Barça en aquel grupo que manejó con destreza Del Bosque. Siete de 23. O sea, el 30%.

Pero su mayor legado no era la cantidad sino la calidad y el impacto en el estilo, nietos todos ellos de la idea cruyffista, que terminó con el anacrónico y desfasado concepto de la ‘furia española’ datado a mitad del siglo XX cuando Zarra marcaba en el viejo Maracaná.

Aitana con Daly, en la final del Mundial.

Aitana con Daly, en la final del Mundial. / AFP

Con Luis se desencadenó el ‘Big Bang’, la gran explosión que cambió el fútbol de este país para siempre tras la conquista de la Eurocopa. Con Vicente, se alcanzó el Everest (Mundial y Eurocopa) en una secuencia de cuatro años perfectos. Una selección construida desde la derrota inicial (0-1 ante Suiza), que anticipaba el caos. Pero llegó el éxtasis. Hasta en eso se parecen ambas Españas.

El hilo familiar con el 'Dream Team'

A

Jorge Vilda

, unido familiarmente con el ‘Dream Team’ (su padre Ángel fue el preparador físico de Cruyff en la construcción del Barça que cambió su historia y la del fútbol español) le pasó lo mismo en este Mundial. Una derrota, que además fue dolorosa y cruel, ante Japón (4-0), le dejó sin coartada a todos. Al seleccionador. Y, por supuesto, a las jugadoras.

"El Barça ha provocado un impacto tremendo, un impacto increíble en la escena del fútbol femenino. Diría que Aitana es la Iniesta del fútbol femenino"

Pep Guardiola

— Técnico del Manchester City

Hay nueve de 23 en esta España que pertenecen al Barça. Casi el 40%. Y de no existir la rebelión previa de ‘las 15’ podrían haber sido mucho más. Pero lo trascendente resulta, de nuevo, la huella que dejan en la manera de jugar y cómo construyen pequeñas sociedades, que se fusionan en una obra coral que le emparenta con el concepto original de la España del 2010. Y ambas selecciones poseen idéntico poso.

El largo viaje de Johannesburgo a Sídney: De Iniesta a Aitana Bonmatí.

El largo viaje de Johannesburgo a Sídney: De Iniesta a Aitana Bonmatí.

"El Barça ha provocado un impacto tremendo, un impacto increíble en la escena del fútbol femenino", confesó Pep Guardiola, quien sublimó la idea inicial de Cruyff. Y hasta él, más transgresor y fanático en sus convicciones de lo que fue el propio Johan, enarbolando una revolución futbolística sin fin, no puede evitar emocionarse cuando las ve jugar.

"Aitana es una futbolista de la que estoy completamente enamorado de la forma en la que juega. Diría que es como la Iniesta del fútbol femenino”, sentenció Guardiola. Y Andrés, que acaba de llegar a la ciudad emiratí de Ras al Khaimanh, sonreía al leer a su antiguo entrenador. Sonríe España porque encontró la llave del tesoro en Johannesburgo aquella fría noche de julio y lo repitió también en otra fría noche de Sídney, con 11 grados. El tesoro estaba en la pelota. Así se cosieron las dos estrellas de campeonas y campeones del mundo.