TENIS | MUTUA MADRID OPEN

Zverev tampoco es rival para Alcaraz

El tenista murciano derrite a gigantón alemán (6-1; 6-2 en 1h y 22m), al que no concede ni la más mínima opción, y se cita con Kachanov en cuartos de final. Además, Zapata, Davidovich y Munar fueron eliminados por Tsitsipas, Altmaier y Coric

Carlos Alcaraz, en el partido ante Zverev.

Carlos Alcaraz, en el partido ante Zverev. / REUTERS

Daniel Gómez Alonso

Daniel Gómez Alonso

Hay veces, como la de este martes, que aquel que acude a ver un partido de Carlos Alcaraz debe salir de la pista pensando en si ha merecido la pena o no el precio, no precisamente barato, de la entrada. Apenas una hora y 22 minutos necesitó el tenista murciano para derretir a Alexander Zverev (6-1; 6-2), en un partido que se vendía como una final anticipada y que a la hora de la verdad, no tuvo ni la más mínima historia. Arrasó el número dos, que sepultó a un rival incapaz de aguantarle un peloteo y que agachó la cabeza ante el nuevo amo del circuito. Espectáculo dio, como siempre, pero emoción ninguna, para sellar su pase a cuartos de final, donde este miércoles le espera el ruso Karen Kachanov (16.00; TDP).

"Este resultado no es nada normal. He jugado a un gran nivel, no le he dejado dominar y he ido al ataque. Él tiene un gran saque, pero cuando le pones los restos dentro y le haces jugar, el partido se encara de otra manera. Ha sido un partido muy completo tanto de derecha como de revés, pero este resultado contra Alexander no es lo normal", concedió al final del partido Alcaraz, mostrando cierta benevolencia con un rival noqueado y que saldrá del top-20 la semana que viene.

Y eso que el duelo tenía aparentemente miga para darse en octavos de final. Tiene tenis de sobra Zverev, miembro destacado de una 'Next Gen' que cada vez da más muestras de estancamiento y al que le está costando recuperar la dinámica que estaba mostrando antes de la durísima lesión en unas semifinales de Roland Garros frente a Rafa Nadal que iban camino de convertirse en un partido para el recuerdo y acabaron en drama tras romperse siete ligamentos del tobillo en un mal apoyo. Desde entonces, una recuperación de más de medio año, recaída mediante, que le ha hecho caer en el ránking, y que todavía no ha olvidado y que amenaza con dejarle por el camino.

Tenía hasta ahora, además, cogida la medida a un Alcaraz al que se había enfrentado en cuatro ocasiones y le había ganado en tres. Uno de los pocos jugadores que, aún habiendo perdido hoy, pueden presumir de tener un registro positivo ante el de El Palmar, si bien es cierto que la única en la que le había ganado fue el precedente de la final del año pasado en Madrid, donde también pasó por encima del alemán, en un duelo con un aroma similar al de hoy.

Alcaraz mete la directa

No se dejó llevar por el recuerdo de aquel día el número 2, que saltó a pista como un ciclón. Cerró un primer juego al saque impoluto con ace, y quebró a la primera, aprovechando el enredo de su rival con el saque en un juego que se va más allá de los diez minutos. Un presagio de lo que se venía. Al saque, subiendo a volear, soltando el brazo en la línea... Domina todos los registros el murciano, ya aclimatado a la altitud de Madrid y al que la bola ya le corre como el año pasado. No soltó el centro de la pista e hizo correr a Zverev, algo que repele el alemán. Y no regaló nada, mostrándose muy centrado en un partido que cerró sin apenas errores no forzados.

Todo lo opuesto a lo que ocurría al otro lado de la red, con un Zverev al que la pista se le quedaba pequeña (nueve golpes ganadores y 22 errores no forzados, demasiados para 15 juegos) y se le vino el mundo encima. Tiró de saque el gigantón alemán para intentar hacer la goma, pero ni con esas. En cuanto no metía el primero, se diluía, y con 4-1 y 40-0 a favor, dejó que Alcaraz le quebrara de nuevo y le levantara otro juego, finiquitando el set y dejando claro a su rival que no era día para concesiones.

Por los mismos derroteros trascurrió el segundo set, en el que Zverev amagó con reaccionar en un par de juegos pero enseguida volvió a chocar con su realidad. Con 2-2, regaló su saque al vigente campeón, y se resignó definitivamente. A partir de ahí no ganó ni un juego y vio como Alcaraz, sin grandes esfuerzos, le desarbolaba y volaba hacia cuartos. Otro zarpazo a la 'Next Gen', a la que tiene desesperada, y un nuevo aviso a sus rivales: "Sé lo difícil que es ganarme cuando me encuentro bien y con confianza. Soy consciente de que jugando así tienen que estar muy muy bien para ganarme, pero no me siento imbatible". Aunque a veces, como este martes, lo parezca.

Davidovich y Munar, eliminados

Fue la única noticia positiva del día en clave española. El malagueño Alejandro Davidovich fue derrotado en un disputado duelo con el croata Borna Coric (6-7, 6-3 y 7-6 en 3h y 27m) que se decidió en el tie-break del tercer set. Lo que el domingo cayó de cara en la muerte súbita, derrotando a Holger Rune, número 9, hoy fue cruz ante el croata, verdugo de España en la última fase final de la Copa Davis y que suele sacar su mejor versión cuando juega en España.

Alejandro Davidovich se lamente en su partido ante Coric.

Alejandro Davidovich se lamente en su partido ante Coric. / REUTERS

También fue eliminado, en este caso frente a Daniel Altmaier, el primero de los cuatro representantes españoles en octavos que entró en escena este martes, Jaume Munar (6-3 y 6-0, en 1h y 25m). Apenas competir el mallorquín, aquejado de unos problemas físicos en la espalda que condicionaron su rendimiento en pista. Altmaier, el 92 del ranking ATP a sus 24 años, se planta por primera vez en su carrera en los cuartos de un Masters 1000 tras llegar al cuadro principal como repescado de la previa.

El último en caer fue Bernabé Zapata, al que Stefanos Tsitsipas eliminó a última hora de la noche (6-1; 6-3). Apenas pudo plantear resistencia el valenciano, que solo ganó una vez su servicio durante todo el partido. Aún así, se despide del torneo firmando su mejor actuación en un Masters 1.000 y subiendo hasta el 37º puesto del ránking, su mejor posición de siempre.