REAL MADRID - VILLARREAL

Chukwueze: "Me gustaría ser abogado, aunque mi madre prefiere que sea médico"

El jugador nigeriano del Villarreal, rey del regate, cuenta sus inicios en el fútbol y afirma estar negociando la renovación de su contrato en vísperas de su visita el Bernabéu de este sábado (21.00 horas)

Samu Chukwueze.

Samu Chukwueze. / GABRIEL UTIEL

José Luis Lizarraga

Todos los padres quieren que sus hijos sean futbolistas… y el 99,8% de los que empiezan nunca lo son. El caso de Samu Chukwueze es atípico porque su madre le castigaba para que no jugara al fútbol y quería que estudiara para ser médico. Aunque a él le gustaría ser abogado en el futuro. Por el momento, es el jugador de moda de LaLiga a sus 23 años y uno de los mejores regateadores del planeta fútbol.

Alegre, extrovertido, como cuando encara a los defensas rivales y los sortea uno a uno con una facilidad pasmosa. Samu reparte alegría y sonrisas a diestro y siniestro. Es uno de los referentes de la New Gen que parece asegurar un futuro halagüeño para el Villarreal. Su nombre está en la agenda de los grandes de Europa.

El extremo nigeriano del Villarreal, en vísperas de su partido de este sábado contra el Real Madrid en el Bernabéu, ofrece su otra cara fuera del fútbol en una entrevista a Mediterráneo, del grupo Prensa Ibérica, realizada en uno de los lugares más emblemáticos de la provincia de Castellón: la playa del Torreón de Benicàssim.

Los inicios de Chukwueze

Samu, ¿cómo empezó su aventura con el fútbol en Nigeria?

De muy niño ya me divertía jugando al fútbol como hago ahora. Mi madre no me dejaba jugar mucho, porque ella creía que tenía que ir a la escuela y estudiar. Un día organizaron una prueba en mi ciudad y mi madre no me dejó ir. Sin embargo, mi abuela me dijo: ‘Tienes que ir e intentarlo. Si sale bien, sigues. Si no se da, vuelves a casa’. Mi madre no lo permitió. Cerró la puerta. Yo estaba dentro de casa y mi abuela abrió para que saliera y me dijo que fuera y allá me marché. Entré en el equipo y viajé a Portugal. Era la primera vez que salía de mi ciudad. Era el año 2013, recuerdo.

¿Y acabó convenciendo a la familia de que podía ser futbolista?

Yo jugaba al fútbol en una academia cerca de casa y a mi madre no le gustaba nada. Ya sabes cómo son las madres africanas, creen que hay que estudiar e ir a la escuela. No creen en el fútbol, solo en los estudios. Un día ella se enfadó conmigo y me quemó las botas y la equipación de futbolista. Me dijo que no podía jugar al fútbol y que me centrara en los estudios, pero yo era más cabezota que ella.

Chukwueze, firmando autógrafos durante la entrevista.

Chukwueze, firmando autógrafos durante la entrevista. / Gabriel Utiel

¿Se enfadó mucho?

Un día me dijo que volviera a casa a las seis y se me hizo más tarde con el entrenamiento. Se enfadó mucho y yo cuando vi que mis botas no estaban empecé a llorar como un niño. Bueno, realmente lo era.

¿Qué hizo que su vida se encaminara hacia el fútbol?

Mi abuela fue el motivo principal para que pudiera jugar al fútbol y ser lo que soy ahora. Logré entrar en una lista de jugadores de la selección sub-17, pero no pude estar en la definitiva. En la siguiente ya me llamaron y pude ir al Mundial de Chile en 2015. Allí marqué el gol más rápido del torneo, fui bota de bronce y Nigeria, campeón del mundo.

¿Algún antecedente de un futbolista en la familia?

Sí, mi abuelo jugó en la liga nigeriana, no era profesional pero el fútbol era su pasión y creo que me la trasladó a mí.

Samu Chukwueze celebra un gol con Gerard Moreno.

Samu Chukwueze celebra un gol con Gerard Moreno. / Efe

¿Y tuvo un paso fugaz por Inglaterra?

Sí, del Mundial me fui al Arsenal para firmar un contrato, pero se complicó porque no alcanzaron un acuerdo con mi academia. Pasé por el Salzburgo y el Oporto antes de tener la suerte de venir al Villarreal. Y firmé un precontrato con 17 años. Me dijeron que tenía que volver con 18 años antes de rubricar el contrato definitivo como profesional. Dije: ‘Vale, no hay problema’. Regresé a Nigeria y empecé a entrenar con mi academia otra vez.

Su llegada a Villarreal

¿Desde que llegó al Villarreal todo fue muy rápido?

Sí, pero cuando vine con 18 años al Villarreal estuve media temporada sin jugar porque a pesar de que entrenaba con el juvenil, hubo un retraso para inscribirme. Con el juvenil A jugué de enero a abril y di el salto al Villarreal B. Después de 15 partidos con el filial pasé al primer equipo. Todo eso ocurrió en un año.

Y le llamó la selección absoluta de Nigeria.

Debuté con la selección y después volví a jugar con el primer equipo. Mi primer gol fue contra el Rayo Vallecano. Cuando marqué, me sentí tremendamente feliz. Para mí significó un honor hacerlo en un partido importante. Recuerdo que mi debut con el primer equipo se produjo ante el Rangers en la Europa League. Estaba un poco nervioso. Me dije: ‘¿Te lo imaginas?’. Yo jugando en un gran estadio donde solía ver a los jugadores desde la grada. Ahora estoy dentro y todo el mundo me mira. ¡Qué nervios!

Samu Chukwueze (Villarreal) en una acción del partido contra la Juventus en el Estadio de la Cerámica, en la ida de los octavos de final de la Champions League

Chukwueze, en un partido contra la Juventus. / Archivo

¿Eso de jugar con la selección de su país siendo tan joven le sorprendió? 

Sí, bastante porque solo había jugado dos partidos con el primer equipo del Villarreal. Llamé a toda mi familia y se lo conté. Fue una satisfacción enorme para todos.

¿Con el tiempo ha logrado convencer a su madre?

Sí, es verdad, porque solo quería que estudiara y ahora ve todos mis partidos y viaja muchas veces para verme. Ha cambiado totalmente, pero me sigue insistiendo en que vaya a la universidad, pero sí, ahora ya le gusta el fútbol, aunque no se le quita de la cabeza que estudie y me lo repite a menudo.

En Nigeria, Chukwueze ya es una personalidad popular gracias a sus actuaciones con el Villarreal.

Incluso mi madre no puede ir andando sola por la calle. Tiene que estar en casa porque se le echan encima. Y me dice: ‘Por tu culpa estoy encerrada en casa’. En Nigeria tengo que ir con seguridad por la calle porque no podría estar tranquilo.

¿Era Samu un buen estudiante?

Sí, creo que lo era. Quería ser abogado y en un futuro espero poder estudiar esa carrera, aunque mi madre prefiere que estudie medicina, porque ella es enfermera y mi hermana estudia medicina en Londres, pero bueno yo algún día espero estudiar para ser abogado, pero ahora estoy muy concentrado en el fútbol.

Se ha adaptado muy bien a España.

Me gusta la comida, la gente y el buen tiempo. Soy feliz en Castellón y sé vive de maravilla. La gente me trata bien. Es un bonito lugar para vivir.

El futuro de Chukwueze

¿Sabe que hay media Europa que te sigue y muchos clubs importantes interesados en ti?

Sí, puede ser, pero eso no me preocupa ahora. Solo el Villarreal y lograr los objetivos que tenemos marcados esta temporada.

Chukwueze, atendiendo a este periódico.

Chukwueze, atendiendo a este periódico. / Gabriel Utiel

Acaba contrato en 2024. ¿Renovación próxima?

Creo que si todo va bien, renovaremos. Estamos en ese proceso. 

Forma parte de una hornada de jóvenes jugadores que vienen apretando fuerte y son el futuro del Villarreal.

Son muy buenos futbolistas, pero al lado también hay jugadores más mayores de los que aprendo mucho como son Parejo o Albiol.

¿Qué le dicen? ¿Le riñen?

Con Dani (Parejo) siempre peleo. Me riñe mucho y me dice: ‘Samu cuando coges el balón si no sale el primer regate, a la segunda me lo das para mí. Hazme caso’. Cerca de él aprendo porque sus consejos son siempre buenos.

El objetivo de Champions o Europa League está al alcance.

Yo quiero estar en la Champions el año que viene porque es la competición más importante. Solo quedan 11 encuentros y todavía está en nuestra mano.

¿Le cuesta mucho dormir una noche después de un partido?

Sobre todo cuando perdemos, hay días que no duermo. No me gusta nada perder. Mi sangre no admite bien lo de no ganar. Hay que ganar y ganar.