CHAMPIONS | LIVERPOOL - REAL MADRID

Partido grande en Anfield: de la risa nerviosa de Klopp al brillo de los ojos de Ancelotti

Alaba se dio un golpe en el último entrenamiento sobre el césped de Anfield y es duda frente un Liverpool que se presenta en este duelo sin Konaté ni Thiago

Carletto se debate entre poner cuatro centrocampistas o un 4-3-3: "Estoy pensándome si jugar con el equipo más controlado o más lanzado en ataque"

Carlo Ancelotti, en la última sesión preparatoria previa al Liverpool - Real Madrid.

Carlo Ancelotti, en la última sesión preparatoria previa al Liverpool - Real Madrid. / EUROPA PRESS

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

Es curioso, pero cuando Carlo Ancelotti habla de los octavos de final de la Champions lo hace como si la competición empezase ahora. Obvia la fase de grupos, como si no hubiera existido para el Real Madrid, y dando por hecho que es ahora cuando llega lo realmente importante de la competición. A Carletto le entusiasma el fútbol, le gustan los rivales con historia y los jugadores deslumbrantes. No le importa tenerlos delante porque lo asume como un desafío.

Le sale el futbolero que lleva dentro. Como cuando hablaba sobre Vinicius a pregunta de la prensa inglesa en la previa: "A él le gusta jugar al fútbol sea donde sea. Es un gusto verle jugar, pero no solo para los madridistas. Igual que es un gusto ver a jugadores como Mbappé, Gavi, Salah…".  Vinicius va a jugar junto a Benzema y la duda es si lo hará Rodrygo, uno de los artífices del triunfal recorrido en la Champions de la campaña pasada, o si apostará por cuatro centrocampistas.

"Esa es la duda", confesó. "Estoy pensándome si jugar con el equipo más controlado o más lanzado en ataque", añadió. Lo cual invita a pensar que con Camavinga, Modric, Valverde, Vinicius y Benzema fijos en el once, la alternativa está entre que el sexto hombre del frente atacante sea un jugador como Ceballos, que puede ayudar a sacar la pelota jugada de atrás ante la presión feroz del Liverpool, dejando en el banquillo a Rodrygo y Asensio. Dos revulsivos que además permiten al italiano tener un recurso en el banquillo que le gusta manejar siempre, algún jugador capaz de cambiar el partido. Y el brasileño y el balear lo están haciendo cuando salen

LOS RECUERDOS DE PARÍS

Minutos antes de Ancelotti comparecía Modric en sala de prensa, al que le preguntaron más por su futuro que por el partido. "Siempre repito lo mismo: quiero seguir aquí, me siento bien, quiero seguir en el Real Madrid y debo hablar con el club y ver qué piensa el club. Pero tengo que merecerlo, no quiero que me regalen nada", reflexionó.

A los madridistas les precedió Jürgen Klopp, que advertía que la final de París "fue una agonía, porque tuvimos ocasiones, pero el Real Madrid ni se inmutó. Es algo de lo que tenemos que aprender de ellos. No les afecta que le hagan ocasiones, siguen haciendo su juego". El mejor ejemplo de aislamiento es Vinicius, quien, pese al ruido que se genera en Liga cada vez que sale del Bernabéu, es capaz de rendir a la altura de su nivel.

Klopp opinó sobre la polémica que rodea al brasileño. "No hay nada en el mundo que pueda justificar eso, da igual lo que haga en el césped, que no lo sé", expresó el entrenador del Liverpool, conocido por posicionarse en causas sociales y mojarse en asuntos en los que el mundo del fútbol suele pasar de puntillas. 

UNA BAJA POR LÍNEA

En lo estrictamente deportivo, el Liverpool comienza a sacar la cabeza en la Premier y se acerca a los puestos de Champions tras un par de partidos con resultado favorable en los que además el equipo red ha podido recuperar jugadores. El alemán tiene una baja por línea. Es cierto que reaparece Van Dijk, que llega al once recién recuperado, pero no lo harán Konaté ni Thiago y tampoco el colombiano Luis Díaz. Podría jugar Diogo Jota, que apenas ha disfrutado de minutos tras lesión larga. Hay dudas con el hombro de Darwin Núñez

Pero más allá de las incógnitas y las bajas, confirmadas las de Kroos y Tchouaméni en los blancos, y con dudas con Alaba por un golpe a última hora en el entrenamiento, Carletto hablaba de "sacar un buen resultado para la vuelta". Aunque no descartaba repetir el 0-3 que ya logró como técnico con los blancos en Anfield, advirtió que espera a un Liverpool "que apriete, que nos asfixie arriba y no nos deje respirar". Aunque no hay excusas, el brillo de los ojos de Ancelotti delata partido grande. La risa nerviosa de Klopp, también.