ANUARIO DEL DEPORTE (MAYO)

El Real Madrid pasa el rodillo ganando Liga y Champions

El Real Madrid conquistó la Champions al doblegar en París al Liverpool con un gol de Vinicius y días después se hizo con el título de la Liga en el Bernabéu. Además, Carolina Marín gana en Madrid el Europeo de bádminton confirmando su recuperación

Los jugadores del Real Madrid celebran la consecución de la 14ª Copa de Europa.

Los jugadores del Real Madrid celebran la consecución de la 14ª Copa de Europa. / Gabriel Bouis/EFE

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

La Decimocuarta fue la más increíble de todas. Nunca antes el Real Madrid había ganado una Copa de Europa con un trayecto tan angustioso y sufrido. Un equipo aferrado al paso de su camiseta y a una resiliencia inexplicable fue capaz de dar la vuelta a la situación hasta en tres ocasiones cuando tenía todo perdido en un camino espinoso hacia la final de París. 

Precisamente ante un equipo de la ciudad, el París Saint-Germain de Mbappé, Messi y Neymar, rescató un partido imposible. Abrió el marcador Kylian Mbappé en el minuto 38, lo que sumado al 1-0 de la ida dejaba muy tocado a los blancos. Pero acudió Benzema al rescate, presionando a Donnarumma en una jugada sin aparente peligro en la que le acabaron robando la pelota y anotando el empate, lo que provocó un tsunami blanco que terminó con un hat-trick de Benzema en 17 minutos y los parisinos eliminados. Después fue el turno del Chelsea, campeón vigente en un partido al que se llegó con un cómodo 1-3 en Londres que no hacía presagiar otra agonía blanca. Sin embargo, en el minuto 74 de partido el marcador era 0-3 y el Madrid estaba fuera. Pero Ancelotti echó mano de Rodrygo, que marcó el gol que provocó la prórroga, y en el tiempo extra el Bernabéu empujó a los blancos hasta que un gol de Benzema les metió en semifinales, ante el City. 

Frotarse los ojos

Los de Guardiola ganaron la ida en Manchester (4-3). Cuando Mahrez marcó en el 74 en el Bernabéu, el madridismo apeló a la heroica, pero pasaban los minutos y no llegaba la reacción. Hasta que saltó Rodrygo al campo. El Madrid no había lanzado un disparo entre los tres palos, pero cuando el cuarto árbitro levantó el tiempo de descuento, Rodrygo marcó el gol del empate. Y un minuto después anotaba el segundo gol, que llevaba el partido a la prórroga ante la euforia de la grada y la incredulidad de Guardiola. En el tiempo extra, como no podía ser de otra forma, apareció Benzema para marcar el gol que sellaba el billete del Madrid para la final de París ante el Liverpool. Increíble, heroico, inexplicable, épico... Los adjetivos se acababan para un equipo indómito al que se rendía el propio Ancelotti: “Aún me estoy frotando los ojos. No sabría definir lo que ha pasado. Es algo que tiene que ver con el espíritu del equipo, con su alma ganadora». 

En la final les esperaba el Liverpool de Klopp, al que ya habían derrotado tres años antes con suficiencia en la final (3-1). En esta ocasión, en Saint-Denis, París, y con un caos organizativo que puso en peligro incluso la celebración de la final, que retrasó su inicio, los blancos derrotaron a los ingleses con un tanto de Vinicius, al remachar un disparo desviado de Valverde. Nadie dudaba que el Madrid se proclamaría campeón después de las gestas logradas por el camino en esta edición increíble que para muchos es la mejor de la historia en los éxitos blancos en la Copa de Europa.  

Los de Ancelotti pusieron el colofón días después al conquistar la Liga con cuatro jornadas por disputarse. Los goles de Rodrygo (2), Asensio y Benzema daban el triunfo ante el Espanyol y certificaban el 35º campeonato doméstico del Real Madrid, que cerraba un año impensable de éxitos y gestas.

Carolina gana el Europeo

No muy lejos de allí, en el Centro Municipal Deportivo de Gallur, Carolina Marín dejaba atrás meses de sufrimiento y dolor para superar una grave lesión de rodilla que la había dejado sin Juegos Olímpicos de Pekín y sin poder participar en su Mundial de bádminton en Huelva. La onubense acudía al Europeo de Madrid, ciudad que organizó en un tiempo récord la competición después de que se retirasen las distintas sedes asignadas, con la vitola de favorita. Sin embargo, Carolina afrontó la competición partido a partido para ir recuperando sensaciones y ahuyentando fantasmas. Y finalmente se coronó reina de Europa por sexta vez tras ganar a una vieja conocida, la escocesa Kirsty Gilmour (21-10 y 21-12), como ya había hecho en las finales de 2016 y 2017. Las lágrimas de emoción de Carolina y su familia fueron compartidas por miles de madrileños que la apoyaron en otra historia con final feliz.