RUMBO AL MUNDIAL

Anto Sanz, el español en la élite del fútbol 'freestyle' que quería ser Oliver Atom

Estudiante de Educación Primaria, este madrileño de 21 años representará a España el sábado que viene el Mundial de una disciplina que consiste en hacer trucos con un balón

"Yo ni siquiera era bueno haciendo toques, no hacía más de 10, pero con 13 años empecé a ver vídeos en Youtube y me enganchó", explica un día antes de viajar a Croacia a su gran reto

Anto Sanz, competidor español de fútbol 'freestyle'.

Anto Sanz, competidor español de fútbol 'freestyle'. / Alba Vigaray

No es fácil definir con cierta precisión en qué consiste el fútbol 'freestyle'. Hay fútbol, claro, pero también tiene algo de 'break dance', otro poco de juegos de malabares clásicos, recuerda en cierta manera a la gimnasia rítmica y posee la estética propia de las batallas de gallos. Podríamos explicarlo, resumiendo mucho, en que consiste en hacer trucos con un balón de fútbol y en hacerlos mejor que tu oponente. Usar las manos, claro, está prohibido.

Se trata de una disciplina con menos de dos décadas de historia como fenómeno global. En los años 90, Maradona inspiró a un puñado de entusiastas, pero la eclosión nace en torno al impacto que produjo la mágica habilidad de Ronaldinho con el balón y favorecida por el desarrollo de internet, más concretamente de Youtube como plataforma de vídeos y de las redes sociales.

Una vez que sabemos (más o menos) de qué hablamos, las presentaciones. Antonio Sanz, 21 años, de Carabanchel y también de Gascones, barrio y pueblo de Madrid respectivamente, recibe a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA en el campus de la Universidad Rey Juan Carlos, donde estudia Educación Primaria. Él es el campeón de España de esta disciplina y el próximo sábado será el representante nacional en el Mundial de fútbol 'freestyle' que se celebra en Pula (Croacia) y que organiza Red Bull.

"Y el objetivo es ganarlo. Al principio me conformaba con clasificarme, pero llevo ocho años preparándome para este momento y no me conformo, me veo a la altura de todos y lo que quiero es ganar el Mundial", reconoce Sanz, días antes de viajar a Croacia para desafiar a otros 15 competidores de todo el mundo, en el que es su debut en el máximo torneo de esta disciplina.

'Oliver y Benji'

Dice que lleva ocho años y, en efecto, las cuentas no fallan: empezó muy joven, con apenas 13 años. Cuenta que un verano estaba en Gascones viendo la famosa serie de dibujos animados 'Campeones', también conocida como 'Oliver y Benji', y se topó con un capítulo en el que el protagonista, Oliver Atom, regresaba a su casa dando toques a un balón sin que se cayera en ningún momento. Su reacción, pura pubertad, fue inmediata: "Quiero hacer eso".

"Yo realmente no era bueno haciendo toques. Jugaba a fútbol, aún lo hago en alguna pachanga con amigos, pero no daba más de 10 o así. Ahora veo a niños mucho más pequeños que yo que dan muchos toques, se saben algún truco... Y yo con 13 años era malísimo. Pero me enganchó, encontré un tutorial en Youtube para aprender a dar toques, de ahí salté a otro vídeo de fútbol 'freestyle'".

Lo que empezó como un mero entretenimiento se acabó convirtiendo en algo muy serio. Su hermana le acompañó una vez a ver en directo un campeonato de España y ahí ya quedó prendado. Comenzó a apuntarse a campeonatos y a medirse con el resto de españoles que se practican de manera competitiva el fútbol 'freestyle'. En la actualidad, estima él, son alrededor de un centenar.

Su rutina, según la explica, es la de cualquier deportista profesional. Normalmente, hace dos entrenamientos diarios de dos horas cada uno, uno por la mañana y otro por la tarde. Esa rutina técnica la combina con gimnasio y sobre todo con calistenia, "porque no solo tienes que tener buena técnica, también estar en forma, fuerte y ágil para que la ejecución de los trucos sea la mejor posible".

Cero alcohol

"En el último año me di cuenta también de que, si quería seguir mejorando, tenía que dejar la fiesta. Sigo saliendo con amigos, pero sin beber nada de alcohol, porque así al día siguiente me levanto fresco y puedo hacer buenos entrenamientos", narra con cierto pesar sobre su abstemia nocturna... como lo haría cualquier veinteañero del mundo.

El margen para crear trucos nuevos es infinito, tanto como lo sea la imaginación de cada persona. Anto, como le conocen los amigos, cuenta que se inspira mucho en movimientos de 'break dance' a los que trata de incorporar un balón. "Aunque los mejores trucos se me ocurren improvisando. Cojo el balón al principio del entrenamiento e intento hacer cosas con él, un poco haciendo el tonto, jugando como un niño pequeño".

Las competiciones son enfrentamientos uno contra uno. Cada competidor tiene tres rondas de 30 segundos para dar lo mejor de sí mismo. Pueden ir con cada rutina pensada de casa o improvisar: "A veces ves que tu contrincante ha hecho un truco y lo haces tú también, porque entiendes que lo vas a hacer mejor que él. Hay también esos piques".

Cinco jueces

Hay diferentes modos de determinar al ganador de la eliminatoria. En este Mundial, cada batalla se someterá al escrutinio de cinco jueces y cada uno de ellos valora un aspecto diferente, como la originalidad, la ejecución de los trucos o su dificultad. El que más votos obtenga, gana y pasa de eliminatoria. Al ser 16 competidores, desde octavos de final hasta la final.

El ganador del torneo organizado por Red Bull regresará a casa con un premio de 6.000 euros en una disciplina, al menos de momento, muy amateur: "De los premios de las competiciones no se puede vivir, el dinero se gana más con marcas que te patrocinen haciendo anuncios u otras cosas, si te sabes mover. El dinero no te va a venir solo por hacer lo que haces. A mí me da un dinero, pero no me da por ejemplo para alquilarme un piso en Madrid y desde luego no para poder vivir en el futuro, cuando tenga 30 o 40 años".