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Xandru Fernández y 'La herencia recibida': entre la esperanza de la abdicación del Rey y la decepción de la nueva política

En la nueva entrega de los 'Episodios Nacionales' que Lengua de trapo coedita con Círculo de Bellas Artes, el escritor asturiano construye una novela de enorme belleza literaria en torno a dos de los acontecimientos que sacudieron el sistema político español en la última década

El escritor asturiano Xandru Fernández.

El escritor asturiano Xandru Fernández. / Cedida

La colección Episodios Nacionales de la editorial Lengua de trapo en colaboración con Círculo de Bellas Artes sigue sumando autores. Después de Guillermo Zapata, Elizabeth Duval, Ana Userus, Vicente Monroy, Alberto Santamaría, Peio H. Riaño, Javier Padilla Moreno-Torres, Begoña Méndez o Sabina Urraca, le ha tocado el turno a Xandru Fernández (Turón, 1970). El escritor asturiano acaba de publicar La herencia recibida, una novela ambientada en una pequeña ciudad de provincias que relata la vida de una mujer que, después de perderlo casi todo por un desahucio, lucha por rehacer su vida. Para ello contará con la ayuda de unos personajes que soñaron con protagonizar un cambio histórico, pero se desencantaron por el camino. Un libro que propone al lector un juego literario semejante al de Las mil y una noches y que contiene pasajes de tal belleza que cualquiera diría que es fruto de un encargo.

"Es cierto que es un libro de encargo, porque efectivamente lo hubo, pero en realidad existía un borrador previo de una novela que había descartado porque no estaba conforme con ella. Cuando llegó la propuesta me pareció una buena ocasión para retomar la historia porque, no solo consideraba que era un buen material para una novela, sino que, al mismo tiempo, la posibilidad de ficcionar sobre un hecho de la historia reciente de España, me servía para encontrar esa clave que no había acabado de encontrar en ese primer borrador", explica Xandru Fernández, que decidió localizar la narración en un momento temporal que coincide con la abdicación de Juan Carlos I y la esperanzadora irrupción de Podemos en la escena política con sus cinco eurodiputados.

"La abdicación del rey supone, entre otras muchas cosas, la retirada de una generación y la llegada al poder de otra. Es como un símbolo de un traspaso de poderes generacional que coincide con la irrupción de la nueva política, que también tenía mucho de acceso de una generación diferente a la representación institucional. En el fondo, esa cuestión generacional era lo que unía la trayectoria de muchos de los personajes, que mantienen un conflicto con la generación de sus padres", explica Fernández, que no teme que el hecho de que parte de la novela esté basada en acontecimientos reales haga que alguien se sienta identificado con ellos y, en consecuencia, ofendido.

"Todo lo que se cuenta en la novela es ficción salvo la abdicación del rey o las impresiones de un observador sobre una charla de Pablo Iglesias en un momento determinado. En el resto de la novela, tanto los hechos como los personajes son imaginarios porque, si en una ciudad pequeña hubieran sucedido las cosas que se cuentan en ella, creo que nos habríamos enterado. Luego, el no identificar la ciudad donde ocurre la acción con un topónimo —aunque es bastante evidente cuál elegí como modelo—, o que haya un personaje al que se le llama el Innombrable sirve, además de para amplificar su situación de villano, para evitar que nadie se pueda sentir aludido y dejar aún más clara esa idea de ficción", explica Fernández, que insiste en su deseo de que La herencia recibida se lea "como una novela sin más. Una obra que no pretende ser testimonio de nada ni levantar acta de nada. De hecho, los personajes no es que sean ficticios, sino que son disparatados y se juega, muy libremente, con lo que es realista y lo que no lo es".

'La herencia recibida', de Xandru Fernández

'La herencia recibida', de Xandru Fernández / Lengua de Trapo

En todo caso, y a pesar de esas barreras para deslindar intencionadamente la realidad de la ficción, Fernández recrea determinadas escenas con tal cantidad de detalles y emotividad, que resulta imposible no pensar, como decía Chaves Nogales del maestro Juan Martínez, que él "estaba allí".

"Las escenas en que hay masas, como una concentración en favor de la república o un mitin fiesta en el que participan los trabajadores que protestan por el cierre de un hotel, están inspiradas en cosas que hace uno y sí, efectivamente, estuve ahí —reconoce Xandru Fernández—. Sin embargo, soy una persona muy cómoda como para querer meterme en fregados y utilizar a la gente que conozco como material de ficción. Además, hay cosas y situaciones que personas que han leído esta novela y no son del norte de España han dicho: “es que esto lo viví yo cuando pasó en mi pueblo”, pueblos y ciudades en los que, evidentemente, yo no estuve nunca. Lo que sucede es que la forma en que la gente reacciona a los estímulos ambientales, y la política es uno de ellos, resulta la misma o muy parecida en muchas partes".

A pesar de que lo narrado en La herencia recibida es ficción, el hecho de estar atravesada por dos acontecimientos históricos que, si bien resultaron esperanzadores en lo que se refiere a mejorar las condiciones de vida de los españoles, finalmente se revelaron decepcionantes, provoca que la novela tenga un cierto poso amargo para el lector.

"Creo que, si en lugar de ser Podemos, en la novela aparecieran otros fenómenos políticos recientes, la lectura hubiera sido la misma. Siempre que se observa el relato histórico de cómo sucedieron unos determinados acontecimientos, se suelen filtrar las pequeñas miserias individuales. Luego, a la hora de ficcionar esos acontecimientos, lo que pasa a primer plano son justamente las luces y sombras de esos individuos. Por eso, si hubiera escrito una novela sobre Ciudadanos, sobre el conflicto laboral como Naval Gijón, sobre Hunosa o sobre Vox, aunque en el caso de Vox me cuesta pensar que haya algo que no sea directamente miseria, hubiera sucedido lo mismo. De hecho, aunque es muy fácil quedarnos con la idea de que esos grupos son agentes colectivos e incluso resulta tentador convertir en heroicos a algunos de esas personas, cuando lo que hacemos es contar lo que le sucede concretamente a Fulanito o a Menganita, lo que sale a la superficie es la parte de miseria humana. Por eso, aunque la colección lleva el título de Episodios nacionales en referencia a Galdós, en ocasiones me recuerda más a La comedia humana de Balzac. Una obra en la que el escritor francés toma procesos históricos de largo recorrido, pero en los que lo que sale en el fondo son las rugosidades de esos personajes de carne y hueso".