MÚSICA

Críticas de discos: Andrés Calamaro, The Brights, Miquel Vilella, Chica Sobresalto y Horacio Fumero

El rockero argentino publica ‘Razzmatazz’, un álbum en directo basado en la muy irregular actuación que ofreció en 2010 en esa sala barcelonesa y de la que ha extirpado las secuencias más prescindibles, sustituyéndolas por tomas de otros conciertos de la gira

Los nuevos elepés de The Brights, Miquel Vilella, Chica Sobresalto y Horacio Fumero, también reseñados

Andrés Calamaro, en Razzmatazz en septiembre de 2010.

Andrés Calamaro, en Razzmatazz en septiembre de 2010. / JOAN PUIG

Cómo un concierto caótico se convierte en un buen disco

Menuda noche, la del 8 de septiembre de 2010 en Razzmatazz. Sí, aquel concierto que Andrés Calamaro sintió el ramalazo de comenzar media hora antes de lo anunciado, cuando la mayor parte del público todavía no había llegado a la sala. Desnortada, irregular, sesión que ahora vemos con asombro convertida en un doble vinilo y un CD (seis meses después de su edición digital).

Quienes asistieron al bolo recordarán aquel repertorio extraño, salpicado de covers (Get Up, Stand Up, Walking On The Moon, Imagine, No Woman No Cry, Bridge Over Troubled Water y alguno más), y atascado en largos parlamentos sobre la rabiosa actualidad, como la prohibición de las corridas de toros aprobada aquel verano por el Parlament de Catalunya, que le había causado un gran enfado. ¿Cómo se ha convertido aquel concierto calamitoso en un notable disco en directo?

Bueno, hay truco: aunque el álbum se titule como se titula, lo cierto es que, de las 21 canciones de este Razzmatazzsolo 11 corresponden a temas que Calamaro interpretó en la sala (y ni siquiera podemos saber si todos se grabaron ahí). Los otros 10, tal vez alguno más, se capturaron en “otras comarcas (sic) de España”, dice la nota de contraportada. Tampoco el orden de las canciones se corresponde en absoluto con el del setlist de aquella noche.

Pero, felizmente, aquí no hay rastro de todas aquellas versiones (en la edición digital se colaba Jumpin’ Jack Flash, aquí suprimida), ni de la verborrea espesa, aunque la introducción de Mi enfermedad conserva el momento en el que Calamaro se metió en uno de sus jardines: “el buen catalán tiene que cuidar el idioma castellano”, suelta levantando cierto griterío. Pero nos topamos con una sesión live de aspecto cohesionado. Queda fuera su perfil más caprichoso y caótico, y centran la imagen la voz carismática, el cancionero sólido y la banda de reforzada vivacidad rockera, con su trío de guitarras (Diego García, Geny Avello y Julián Kanevsky).

La gracia del álbum está en que no recoge un concierto ni suntuoso ni concebido como único, sino, simplemente, unos registros en directo fogosos, testimonio (parcial) de aquellas noches de 2010. Tres temas del entonces reciente On the rocks, rescates emotivos (Por mirarte), aleaciones traviesas (Walk Of Life, de Dire Straits, infiltrada en Salud, dinero & amor) y una banda, en fin, brava y engrasada, sin depender de los grandes éxitos, pasando del rock’n’roll al medio tiempo al piano, y de ahí al funk, y al roce country, y haciendo crecer temas como La mirada del adiós, Ansia en plaza Francia o El salmón.

Y todo ello, sintiendo la vibración popular en el ambiente, el canto y la algarabía, aliados de un Calamaro que, si bien el disco no lo refleja, siempre ha estado a un milímetro de perder el mundo de vista. Jordi Bianciotto

'Razzmatazz'

Andrés Calamaro

Warner

Rock

★★★★

Melodías y guitarras soleadas

El elepé de debut de este joven quinteto de Sydney no pierde el tiempo camuflando la procedencia antipódica del grupo: melodías intrincadas pero soleadas, guitarras limpias y brillantes, líneas de bajo monolíticas y exquisitas armonías vocales. Lo suyo es un jangle-pop de alta escuela con ocasionales aproximaciones a territorios más rockeros (Everyone In Town) o más campestres (Drinks and Dreams) que va calando discreta pero inevitablemente. - Rafael Tapounet

'Oyster rock!'

The Brights

Meritorio Records

Indie-pop

★★★★

Arte pop que invita a la aventura

Este orfebre pop sito en Reus, en otro tiempo a cargo de The Mighty Fools, vuelve a maravillar con un repertorio portador de tensión y magia, ahora cambiando el inglés y el catalán por el castellano. Como Brian Wilson o Sean O’Hagan, Vilella eleva el formato de canción con sus refinados giros armónicos, combinando la pista arrolladora con un trémulo senderismo. Obra ajena al tráfico de tendencias, proyecta un muy desarrollado arte pop que nos invita a la aventura. - J. B.

'Tornaviaje'

Miquel Vilella

Satélite K

Pop

★★★★

Autobiografía de raíces y jazz

Su instrumento no se prestaba, y su carácter tampoco. Pero al fin, tras más de cinco décadas como acompañante, el contrabajista Horacio Fumero graba un disco en solitario. Bass Solo Songs es una autobiografía: canciones que se trajo de la Argentina, recuerdos del folclore de la América del Sur con el que creció, partituras propias que funden raíces y jazz –Caricias saluda directamente a Tete Montoliu- y dos dúos, uno con su hija Lucía Fumero y otro con la trombonista Rita Payés, que documentan al Fumero mentor y maestro. Es, también, un autorretrato: incluso cuando no acompaña a nadie, Horacio Fumero -la melodía siempre por delante, todo al servicio de la canción- querría que no nos fijásemos en él, sino en la música. - Roger Roca

'Bass Solo Songs'

Horacio Fumero

Underpool Music

Jazz

★★★★

Una franqueza dolorosa

Como las páginas arrancadas de un diario, Chica Sobresalto ha editado las cuatro canciones más sinceras de su carrera: se habla a sí misma con una franqueza, a veces, dolorosa. Aunque con la opción de sanar aquello que, en un tiempo atrás, dolía. La desnudez que no oculta en Plutón y compañía demuestra que, cuando escribe, lo hace desde lo más profundo de su ser... sin filtrar aquello que le hacía daño y que, hoy, la ha vuelto luminosa. - Pedro del Corral

'Retales II'

Chica Sobresalto

El Dromedario Records

Pop

★★★★