MÚSICA

Crítica de discos: El Último de la Fila, Daniel McGeever, Veintiuno, Juanlu Leprevost y Sofia Kourtesis

El álbum que reflota la alianza de Manolo García y Quimi Portet entrega revisiones estilizadas, sencillas y emotivas de 24 clásicos del dúo que reinó en los años 80 y 90

Manolo García y Quimi Portet.

Manolo García y Quimi Portet. / FERNANDO ALVARADO

Más serios y menos gamberros

Aunque el título estrepitoso deslice un mensaje de jocoso caos, Desbarajuste piramidal es la obra de dos señores que con los años han ido refinando sus artes y que revisan su catálogo atemperando viejas urgencias y paladeando rimas y compases. El humor, que no falte, pero estas 24 revisiones son más bien un ejercicio de sobriedad y de lucimiento del núcleo de las canciones, con sencillez, sentimiento y buena letra.

Manolo García y Quimi Portet se lo han pasado pipa regrabando esos temas que un día grabaron bajo el nombre de El Último de la Fila. Y ahora entendemos que su sentido de la diversión ha evolucionado: flota aquí un disfrute sereno, un reconocimiento del alma de cada tema a través de un carril distinto. Sin acudir a un método ampuloso, de sobreproducción, para realzar las canciones. Se bastan y sobran para levantar las canciones sin músicos de apoyo (recordemos que García se inició como batería) y practican una sonoridad diáfana, limpia, limando arreglos de las tomas originales que ahora estiman innecesarios. Portet hablaba en este diario de “relajar” las canciones, y así es en buena medida, empezando por esa Insurrección que abre el paquete, ahora menos ansiosa, con talante atmosférico.

Aunque la selección cubre todos sus discos, tiene más peso el cancionero de los tres primeros (16 temas, y Enemigos de lo ajeno, 1986, se lleva seis). Se esfuman aquellos sintetizadores, graciosos por su tacto doméstico, de Dulces sueños o Mi patria en mis zapatos. También los excéntricos arabescos. Y las palmas de ‘Aviones plateados’, y la arrebatada guitarra flamenca de ‘El loco de la calle’. Todo resulta ser un poco más centrado, sin ocurrencias. Ni aquel toque gamberro, un poco punk: Quimi Portet transmite elegancia y pulcritud (aun sin renunciar a la distorsión). Y Manolo García canta con excelencia y modula antiguas brusquedades.

Pero la emoción que se advierte en su reencuentro con las canciones de su juventud es emocionante a su vez. Con puntos álgidos como ese No me acostumbro, que conserva su claustrofobia, o un Soy un accidente con roces country, a voz y guitarra acústica. O el cálido, sin dobles fondos, A veces se enciende. A ver, ellos saben que los originales son invencibles, pero Desbarajuste piramidal brinda un ejercicio poco corriente de recreación de viejos hitos sin pretender aparentar lo que uno ya no es, ni por ello irse al otro extremo, al baladismo ligero.

¿Apunta este álbum a un regreso de El Último de la Fila con todas las letras? Podría verse así… o todo lo contrario: aquí quizá nos están diciendo que ya no se identifican con sus éxitos tal como la gente los recuerda. Sea como sea, invoquemos al sabio Sisa, buen amigo de Portet, cuando a su disco de regreso le puso el sano título de Visca la llibertatJordi Bianciotto

'Desbarajuste piramidal'

El Último de la Fila

Warner

Pop-rock

★★★★

Pop atemporal y emocionante

En su segundo álbum en solitario, el escocés Daniel McGeever (The Wellgreen) vuelve a impartir una lección sobre cómo construir un pop atemporal, intimista y emocionante aplicando los conceptos aprendidos de maestros como John Lennon (Damned), Elton John, Bill Fay o John Howard sin renunciar a la orgullosa defensa de una personalidad musical propia que se sustenta sobre una sensibilidad exquisita y una voz espléndida. - Rafael Tapounet

'Spirals'

Daniel McGeever

Pretty Olivia Records / You Are The Cosmos

Pop

★★★★

Aventurero debut en solitario

Una década después del naufragio de Ojos de Brujo, asoma este aventurero debut en solitario del que fuera uno de sus integrantes troncales. Álbum de músico-productor trotamundos que desde su estudio móvil nos lleva de viaje a través del eco flamenco y cubano, del r'n'b y el intimismo folk, del cruce de caminos con Brasil, Camerún y los Balcanes. Y todo ello, descubriéndonos a un plantel de voces frescas (y marcándose un robusto funk con Cheikh Lô). - Rafael Tapounet

'Caravana'

Juanlu Leprevost

La Fábrica de Colores

Fusión-flamenco

★★★★

Once cortes limpios y profundos

Diego Arroyo ha hecho de la música un testamento en vida. Hay tanta ironía, humor y diálogo en sus canciones que poco podrían imaginarse en boca de otro. Para el líder de Veintiuno, es clave sentir cada una de las palabras que paladea. Por eso su arte resulta tan visceral. A veces, oscuro y escarpado. Otras, frenético y volátil. Acaba de publicar su cuarto álbum, El arte de perder, pero bien podría ser el vigésimo de su carrera por la cantidad de aristas que luce. Once cortes limpios, profundos y certeros en los que la sangre es lo de menos. - Pedro del Corral

'El arte de perder'

Veintiuno

Warner

Pop

★★★

Lo mejor de dos mundos

La DJ y productora peruana residente en Berlín encarna a la perfección eso de ‘lo mejor de ambos mundos’. Hay latinidad, coros ancestrales y mucha luz en varios temas de este disco de superación de un susto familiar, por ejemplo en la inicial Madres y en Si te portas bonito. Pero a la que te descuidas te sumerge en el club y la luz se apaga sin que lo haga la alegría, como en Funkhaus. Electrónica exquisita para disfrutar sin concesiones. -Jacobo de Arce

'Madres'

Sofia Kourtesis

Ninja Tune / PIAS España

House, tecno

★★★★