ENTREVISTA

Sidonie: "Sin los festivales, ¿dónde estaríamos los grupos que no sonamos en la radio comercial?"

El trío barcelonés publica ‘Marc, Axel y Jes’, un álbum de reafirmación de su esencia de banda pop, con diez canciones que rondan los tres minutos

Jesús Senra, Marc Ros y Axel Pi, los integrantes de Sidonie, en Barcelona el pasado 16 de septiembre.

Jesús Senra, Marc Ros y Axel Pi, los integrantes de Sidonie, en Barcelona el pasado 16 de septiembre. / FERRAN NADEU

Después de complicarse la vida con un disco, El regreso de Abba (2020), que era un peliculón de 68 minutos con su introducción, nudo y desenlace, Sidonie regresa a la esencia de la banda pop y al paquete de canciones, 10 y ni una más, de unos tres minutos cada una (o menos) y con estribillos que te estallan en la cara. Marc, Axel y Jes es un álbum que “si no fuera, por algunas letras, podría ser el debut de un grupo”, observa Marc Ros. Manda la inmediatez. “Este disco es lo más parecido al disco en directo que mucha gente nos dice que deberíamos publicar”, añade el guitarrista del grupo barcelonés, Jesús Senra.

Marc, Axel y Jes, con su título alusivo a los titulares de este trío fundado en 1998, es el producto de la tormenta de ideas, estrofas y tonadas que Marc Ros, el compositor, propuso a sus compañeros tras un viaje a Cuba del que volvió con una cincuentena de canciones. Algunas de ellas, contagiadas de ritmos montunos, cumbias y otras especias tropicales. Este no es un disco de música latina, hay que decir. “Pero de ahí se me quedaron unas ganas de potenciar el componente más power pop, con la melodía delante”, explica Ros. “Y de power trio”, añade Axel Pi. Con matices, claro: “Estamos más cerca de The Jam que de Cream”.

El trío Sidonie.

El trío Sidonie. / EFE

La música de ahora

Hablamos de un disco en el que, “si cambias el orden de las canciones, no pasa nada”, a diferencia del anterior, desliza Marc Ros. Con temas que dejan una estela de cavilación generacional y una pizca de melancolía, empezando por la que lo abre, Cedé, donde el protagonista se agarra al formato fonográfico físico, el CD, para tratar de regresar a 1997. Ros refleja el eco de las conversaciones casuales con sus colegas de quinta. “Aquello de ‘la música de ahora que escucha mi hijo es una mierda; la de los 90 era mejor’. Todo eso me empieza a molestar. Es una falta de respeto enorme hacia los artistas jóvenes de ahora”, medita el cantante-guitarrista.

Y qué decir de No salgo más, que recoge una escena en la que viene a situarse “el foco del disco”, apunta Marc Ros. Aquella en la que el narrador se ve acudiendo a un garito “lleno de críos”, donde alguien se le acerca y le suelta una frase crítica: “Te he reconocido: mi madre es muy fan”. Cosas que pasan. “La Magüi, cantante de Ginebras, me dijo: ‘Yo te conozco por mi padre’. ¡Una banda de la que somos amigos y con la que tocamos mano a mano en los festivales! Al principio suena raro. Bueno, raro no, ¡muy mal!”, ríe el guitarrista. “Pero escribes de lo que te pasa, como, por ejemplo, lo horrorosa que puede ser una resaca a partir de cierta edad”.

Abrir para los Stones

Otra clave del giro al pop expeditivo es haber teloneado a los Rolling Stones en el Bernabéu, en junio de 2022. “Eso nos influyó de cara a volver a impregnarnos de lo que representa ser una banda de rock y buscar la esencia de la canción recta y directa”, razona Axel Pi. Por desgracia, las cautelas pandémicas que todavía flotaban entonces los privó de un encuentro con la banda. “Pero Jagger preguntó cómo nos llamábamos y en medio del set de los Stones dijo amablemente: 'Gracias a Sidonie’”. Ellos telonearon en el pasado a Pulp, Ocean Colour Scene y Primal Scream, y valoran el rol del artista que abre fuego ante un público que no ha venido a verle a él. “Ahora buscamos bandas por España para que sean teloneras de nuestra próxima gira”, anuncia Marc Ros. “Descubrir así a un artista nuevo es muy bonito y hay que reivindicarlo”.

Sidonie presentará el disco en Razzmatazz el 27 de enero, previo salto a ese circuito de festivales siempre generador de debate y en el que la banda se siente muy cómoda. “Se habla mucho de burbujas que han de estallar, y creo que nos preguntamos más por el momento en que todo acabará que por apreciar las cosas. Deberíamos ser más positivos”, reflexiona Axel Pi. “Mucha gente nos dice: ‘No os conocía, os vi en tal festival y me he vuelto fan vuestro’. Sin los festivales, ¿dónde estaríamos los grupos que no sonamos en la radio comercial, y cómo se darían a conocer los que empiezan?”.