PROTAGONISTA DE 'URBAN. LA VIDA ES NUESTRA'

Asia Ortega: "Los pucheros me salen más buenos cuando canto"

La actriz de 'El internado: las Cumbres' y de 'Hasta el cielo' da vida en la serie de Amazon Prime Video a una joven que lucha por lograr ser cantante

Asia Ortega.

Asia Ortega. / ASIA ORTEGA (URBAN)

Asia Ortega (Barcelona, 1996), actriz de El internado: las Cumbres y Hasta el cielo, da vida en Urban. La vida es nuestra, la serie que estrena Amazon Prime Video este 4 de octubre (y que más adelante ofrecerá en abierto Telecinco), a Yanet, una malagueña que se fue a Madrid persiguiendo su sueño de ser cantante y siete años después vuelve a Málaga a seguir intentándolo. Una mujer fuerte y con carácter como ella, a la que le ha impreso un estilo muy personal a medio camino de la protagonista de Showgirls y la muñeca Bratz. Sin pelos en la lengua, esta joven catalana con raíces andaluzas que se mueve en el mundo autogestionado, pide más tiempo en los rodajes para que el proyecto no siga adelante gracias al sobresfuerzo del equipo.

P. Yanet es muy artista, como usted, que interpreta, canta y baila. Debe de haber disfrutado mucho con este papel.

R. Un montón. Al principio se le presenté como una chica que canta pop. Pero el pop era para mí un terreno desconocido, con lo que para el casting me preparé un tema de Rosalía, Catalina, que es muy acústico, con unas modulaciones vocales curiosas y me lo llevé a mi rollo, ya que me he decantado siempre más por el flamenco, por la música urbana y el latino. Y gracias al casting se varió un poco el personaje y se llegó a generar la Yanet de ahora. Es una chica malagueña, que aunque ha viajado a Madrid, tiene sus raíces flamencas y esos tintes urbanos, que son los de la serie y los de toda la música de hoy en día. 

P. Además de esas uñas, ¿qué le ha aportado al personaje?

R. Era un personaje bastante marcado, pero a raíz del casting dijeron que teníamos que adaptarlo. Para mí un casting es un trabajo para ese día. Con lo que me maqueo, me vengo arriba, me hago mi labio y digo esta es mi Yanet. Que luego ya veremos. Cogí como refencia la protagonista de Showgirls, película de culto. Yo creo que Yanet tiene su stay up, ese pelo rubio, esas uñas, es muy colorida, mucho rosa. Porque con el feminismo nos hemos ido a los pantalones, pero el rosa le queda bien a una mujer, a un hombre y a un decorado. Da mucho luz. Y dije: vamos a reinventar a la Bratz. El toque urbano lo tenían bastante pensado, pero yo le he puesto mi rollo. Que si una cadenita dorada por aquí, que si hoy quiero poner un pelo muy atrevido, que si un eye liner metalizado que se va a poner de moda, ya te lo digo yo. Y eso me sirve un montón. Te miras al espejo y se te pone la mirada de ella.

P. Es una mujer de carácter. Como usted.

R. Sí. Decide viajar a Madrid sin decírselo a nadie , dejando atrás a su pareja del momento, a su madre, su hermano, por luchar por su sueño. Yo lo veo como una leona. Se llamaba María, pero ella se creía una diva. Beyoncé. El orgullo y la fragilidad son lo que más nos va a hablar del personaje.

P. Yanet lucha mucho por conseguir su sueño. ¿Le recuerda a sus inicios?

R. Sí. Todos nos hemos visto envuetos en ese afán de encontrar el papel y el lugar que queremos y que nos entiendan. En mi caso no solo como actriz, también como bailaora, mi otra gran pasión. Y es algo que veo en el día a día. La mayoría de mis amigos, si no bailan, cantan o son músicos. Y es una vida dura, en la que hay muchos no. Me parezco a Yanet en el punto en que nada me va a frenar, tengo mucha paciencia, porque quiero llegar a todo lo que pueda dar de mí sin perder mi esencia. Me he sentido muy identificada con ella.

P. La serie no habla de éxitos, sino de fracasos. ¿Cómo ha afrontado esos no de los que hablaba?

R. El no más grande que me han dado he sido yo. Porque la autoexigencia te puede jugar una mala pasada. Me he llevado alguno en la vida, pero en mi opinión, cada casting me ha dado una visión de lo que podría haber hecho mejor y también el toque de realidad y de humildad que todos necesitamos. Y también pensar que no siempre depende solo de ti. Al final aprendes.

P. ¿Eso le ha servido para tener los pies en la tierra cuando han llegado los éxitos?

R. Sí. Y también me ha ayudado mucho recordar que soy humana, que no estoy operando a corazón abierto. Y mirar a la cara a la gente y a los ojos y compartir lo que nos puede pasar. La empatía es una de las piedras filosofales de mi profesión. Mucha meditación, mucho Chi Kung, ver a mi gente, llevarme al perro al rodaje...

P. Un rodaje que ha sido frenético. ¿Más que el de El internado: las Cumbres?

R. Son dos rodajes de trinchera. Las plataformas han dado un espacio de creación muy amplo y está muy bien porque se está produciendo mucho en España y le están dando oportunidades a caras nuevas, y eso me parece una maravilla, porque somos un oficio con un 98% de paro. Es muy importante que haya produción. Pero también quiero alzar la voz a la crítica. Son dos meses y medio o tres para generar una producción. Y, aunque vayamos apretados, queremos que quede bien y al final acaba saliendo. Lo que pasa es que no debemos olvidar que estamos haciendo un trabajo creativo, que tendría que tener un espacio de cúpula, un útero de creación en el que el tiempo sea tan importante como la proyección después. Invito a las grandes esferas a que nos den más tiempo.

Asia Ortega, María Pedraza y Bernardo Flores, actores de 'Urban. La vida es nuestra'.

Asia Ortega, María Pedraza y Bernardo Flores, actores de 'Urban. La vida es nuestra'. / AMAZON PRIME VIDEO

P. En la serie descubriremos que canta. ¿Le gustaría que esto supusiera el inicio de una carrera musical?

R. Me gusta cantar, y toda mi gente es músico o canta o es bailarina. El gusanillo del cante siempre lo he tenido ahí. Mi mamá hizo clases de canto mientras estaba en la barriga, con lo que creo que se me quedó. Yo lo intento. Algo tengo escrito. Soy muy letrista. Me gusta escribir poemas, leer, expresar en todos los campos que pueda. Me parecen palabras mayores decir que en algún momento pudiera ser cantante. Pero sí que desde la humildad y con cariño me gustaría alzar la voz mientras hago un puchero. Me salen más buenos cuando canto. Cantar mientras cocinas genera una vibración. De esto hay estudios: hace que las moléculas se decanten para un lado u otro. Se habla de vibraciones curativas, que pueden generar estados anímicos. Es muy ambicioso, pero me gustaría poder algún día cantar y grabar mis canciones.

P. ¿Qué le parece el sur como centro de rodajes, más allá de Madrid y Barcelona?

R. A mí me parece perfecto. Porque el sur es calidad de vida y eso es lo primordial. A mí el sur me encanta porque tiene una luz muy especial. Y hay muy buenos profesionales. No sé por qué dicen que los andaluces son vagos. Yo eso aún no lo he visto. Y hay parajes aún por explorar, y mucha historia, también. 

P. En Urban... no son protagonistas los lugares turísticos. ¿Ha descubierto la Málaga de los barrios con esta serie? 

R. A mí no me gusta ir a un sitio y sentirme turista, guiri. Me voy a África y me pongo un pañuelo en la cabeza. Aunque al final todos lo somos. He descubierto una Málaga auténtica, diferente. Aunque se parece a la Barcelona que yo conozco, ya que me muevo mucho en el mundo autogestionado. Me gustan los eventos culturales que proclaman el barrio, que las misma personas del barrio generan. Yo soy de Sant Antoni, entre el Poble Sec y el Raval, pero me he movido por todos los barrios de Barcelona. Y la serie hace hincapié en un lugar autogestionado donde el barrio toma las calles y una infraestrucutura como la cárcel de mujeres. Aparte, el equipo de arte ha hecho un trabajo impresionante. Hay que luchar porque sitos como estos sigan en pie, porque dan independencia y poder al pueblo y generan un lugar donde todo el mundo es bienvenido.

Los tres protagonistas

Unidas por el destino, dos chicas muy distintas, Lola (María Pedraza) y Yanet (Asia Ortega), viajan a Málaga huyendo de un presente complicado y un futuro incierto. Allá coinciden con Patrick (Bernardo Flores), un joven de barrio que ya acaricia el triunfo en la música urbana. Los tres se verán inmersos en un triángulo amoroso, traiciones y noches que no tienen fin. Deberán lidiar con el ego, el amor, la rivalidad y las cuentas pendientes en esta nueva vida que emprenderán y en la que tendrán que decidir cuáles son sus límites a la hora de luchar para cumplir sus sueños.