LLEGA A ESPAÑA

'Liuben', la película gay de Antonia San Juan que Bulgaria no quiere que veas: "Invita a la rebeldía desde la sensualidad"

La ópera prima de Venci D. Kostov es el primer filme explícitamente homosexual que se rueda en el país balcánico: con toques autobigráficos, la historia de Víctor y Liuben es una carta de amor a las raíces y un viaje hacia la identidad

Trailer oficial de Liuben

PI Studio

Pedro del Corral

Pedro del Corral

Hay un silencio en Víctor que cualquier persona LGTBIQ+ puede identificar con facilidad. Es tenso, asfixiante. Y no tiene nada que ver con la ausencia de voz, sino con la mirada de quienes le repudian sin apenas saber quién es. Él sólo ha vuelto a casa para enterrar a su abuelo y, de paso, reanimar la relación con un padre que aún no ha superado su divorcio. Su madre emigró a Madrid cuando aún era un niño, un destino donde ha podido desarrollarse con la voluntad que no tuvo en su Bulgaria natal. Por ello, este regreso resulta tan desafiante: aunque reconoce las calles, los bares y las casas, nada guarda la inocencia del pasado. Ese pellizco que siente el personaje que interpreta Dimitar Nikolov es el hilo conductor de Liuben, la cinta de Venci D. Kostov que se estrena este viernes en España y que, salvo sorpresa, tendrá muy difícil llegar a las salas de Bulgaria.

 Mientras urga en sus heridas, Víctor se enamora de Liuben (Bozhidar Asenov), un joven huérfano de etnia gitana que se gana la vida vendiendo sandías junto a una cuneta. Su sueño es ser peluquero en Alemania para formar una familia junto a Ilyana. Sin embargo, el plan de su novia es viajar a Grecia para vender el hijo que esperan. Entonces, se forja entre ellos un lazo especial que les ayuda a evadirse de sus problemas. “Ambos papeles son una especie de intersección de mi identidad. Un diálogo constante entre deseo y parada. No obstante, hubo un momento en que empezaron a ponerse en pie por sí solos. Las voces de vivos y muertos que han pasado por mí desfilan en esta película como en la procesión fúnebre con que arranca”, sostiene Venci, que llegó a Málaga en 1999. Hoy, tiene 35 años. Pero jamás ha perdido el vínculo con su tierra.

Liuben, que cuenta en su elenco con los españoles Ramón Esquinas y Antonia San Juan, nace de la catarsis personal de su director. Es una conversación entre sus recuerdos de la infancia desde la perspectiva del adulto: “En Bulgaria, al principio, nos encontramos con dificultades a la hora de encontrar un coproductor. Inicialmente, era un sí, pero no constante. Sentimos miedo y rechazo. Mi país mira hacia Europa y, de alguna manera, teme la cara estamos enseñando. Ahora bien, no por ello podemos saltar esa realidad, sino integrarla para poder avanzar”. La homofobia y el racismo son los dos ejes que vertebran el debate al que ponen cara Víctor y Liuben. Sin olvidar las connotaciones que tiene en un país donde no está permitido la adopción ni el matrimonio entre homosexuales. Ni siquiera les dejan donar sangre.

P. Vivir allí debe ser un duelo constante para la población LGTBIQ+.

R. Sigue habiendo homofobia. Buen ejemplo de ello es el boicot que se ha hecho a Close, considerada pedófila por un grupo de radicales que quisieron impedir su proyección con pancartas y pintadas.

P. ¿Hasta qué punto nacer en un determinado lugar puede influir en tu desarrollo personal?

R. Esta pregunta me persigue siempre en mis procesos de creación. ¿Puede uno superar su origen o retorna inevitablemente a su fracaso? Siendo sincero, pienso que es un círculo y que, cuando se alcanza el deseo, se produce una fractura irremediable que te arrastra hasta el inicio. Hay espacios de libertad, que no siempre son geográficos, en los que es posible desarrollar todas las capas de tu ser.

Pocos antecedentes

primer largometraje explícitamente gay de los BalcanesBorder


 “De pequeño, vi mis primeras películas de temática gay a escondidas y con el volumen bajito. Recuerdo que me explotó la cabeza tras descubrir Get Real y Preque rien: de repente, encontré tramas en las que yo también podía verme reflejado”, rememora. Hoy, aquella tele por cable se han transformado en las plataformas. Y, aunque el contexto tecnológico ha variado, el efecto sigue siendo el mismo: “Me gustaría que ésta se convirtiese en un modelo para aquellos jóvenes que aún tienen miedo de ir al cine y ser señalados. El poder que nos da internet es, precisamente, que un chico de un entorno similar al de Víctor y Liuben pueda abrir ventanas hacia su pueblo, su identidad y su sexualidad”. Sin temor a la libertad. Y, sobre todo, con la convicción de que amar nunca tendrá la connotación negativa que algunos insisten en darle.

P. Su ópera prima es una carta a sus raíces. ¿Qué ha descubierto mientras la rodaba?

R. Un secreto familiar, que será la semilla de mi siguiente proyecto. Empecé escribiendo el guion pensando que Víctor era un trasunto de mis vivencias para, más tarde, percibír que tengo más que ver con el propio Liuben de lo que pensaba.

P. ¿Cómo cree que va a ser recibida en el país donde nació?

R. Siento curiosidad. Igualmente, cierto recelo... pero espero que el amor traspase la pantalla y llegue a quien quiera verse en ella. Al final, es una historia que invita a la rebeldía desde la sensualidad.

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