LEY AUDIOVISUAL

Todas las claves sobre la nueva ley audiovisual

La nueva legislación del sector traerá cambios como la inclusión de las plataformas de 'streaming' en las ayudas estatales

Plataformas de streaming de vídeo online

Plataformas de streaming de vídeo online / Stock Up

EPE

La nueva Ley del Cine y de la Cultura Audiovisual, en peligro en el último momento por una enmienda introducida por el PSOE que beneficiaba al duopolio televisivo en detrimento de las pequeñas productoras, finalmente saldrá adelante gracias a la abstención del PP. Esta decisión ha generado el descontento entre los socios del Gobierno.

El texto sustituye la normativa vigente desde 2007, pretende fortalecer las industrias audiovisuales españolas a nivel nacional e internacional y englobar a "toda la cadena de valor", incluidas, por primera vez, las plataformas y series de televisión.

"Han pasado 15 años de la anterior ley, se han producido importantísimos cambios en el mundo audiovisual y digital, y el sector nos pedía una adaptación a la nueva realidad, explicó en rueda de prensa el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta. El objetivo del Ministerio es trasladar a la legislación la nueva idiosincrasia del sector, con un sentido global, nuevos principios y más ayudas.

Las claves de la nueva ley audiovisual

Globalidad

El título de la ley, elaborada a propuesta de Miquel Iceta y de la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, se amplía (hasta ahora era simplemente Ley del Cine) para dar "un mensaje de globalidad a una industria diversa". Tal como lo expresó Iceta, «está el cine y la televisión, las series, las plataformas y las salas de cine».

Desde la entrada en vigor de la Ley 55/2007, la realidad de la producción, distribución, explotación, conservación, preservación y consumo del audiovisual ha cambiado radicalmente, sobre todo después de la pandemia. El sector ha experimentado transformaciones profundas que hay que integrar dentro de un marco normativo que entienda estas nuevas dinámicas para establecer instrumentos que respondan a las nuevas necesidades. Así se contemplaba ya dentro del plan España, Hub Audiovisual de Europa, presentado en marzo de 2021 para impulsar la atracción de inversión y actividad económica para mejorar la competitividad de los profesionales del sector.

Principios fundamentales

El nuevo texto normativo fija una serie de principios rectores que deberán guiar la actividad del Gobierno en este ámbito:

  • El fortalecimiento y apoyo de la cadena de valor del tejido creativo e industrial, con especial atención a los sectores independientes, por constituir "elementos clave" de la diversidad cultural.
  • El respaldo a los autores y al pleno ejercicio de los derechos de propiedad intelectual, en un contexto de salvaguarda de la autonomía creativa que permita alcanzar mayor calidad y libertad artística.
  • El acceso de las producciones al mercado y al público en mejores condiciones para garantizar su circulación y rentabilidad.
  • La adaptación a las nuevas tecnologías, formatos y hábitos de consumo en paralelo con los procesos de digitalización y de desarrollo sostenible. 
  • La defensa de la competencia y los equilibrios del mercado y el acceso a datos que favorezcan un mejor conocimiento de la realidad del sector de una forma transparente (es decir, que las plataformas tendrán que informar del número de visionados).
  • La puesta al día del patrimonio audiovisual a través de su reivindicación y programas educativos

Más ayudas

En cuestión de números, de los 101,7 millones de euros que el Ministerio de Cultura destinará a las ayudas al audiovisual, 22,9 millones de euros procederán del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado con fondos europeos.

De esos 22,9 millones, ocho servirán para engrosar las ayudas a la producción de largometrajes (de un total de 68 millones de euros destinados a ese concepto), con el objetivo concreto de impulsar "tanto las obras dirigidas por mujeres como la animación, por su contenido tecnológico y digital". Y 350.000 euros se destinarán a reforzar las ayudas a festivales de cine y audiovisual (de un total de 1,35 millones de euros) para reforzar los ámbitos relacionados con las medidas de digitalización y la sostenibilidad.

Películas y "obras"

En ese intento de adaptarse al nuevo paradigma del sector, también se ha incluido una diferenciación terminológica entre lo que sería una obra audiovisual y una película cinematográfica. La obra audiovisual sería aquella que se estrenaría directamente en plataformas o en Internet sin pasar por una sala de cine, lo que incluiría a las series. Las películas cinematográficas tendrían que pasar por las salas de exhibición y estarían destinadas a su explotación comercial. Por eso también, este anteproyecto de ley se llama Ley del Cine y la Cultura Audiovisual.

Incubadoras de creación

Además, se crean nuevas ayudas para laboratorios e incubadoras de creación y desarrollo de proyectos audiovisuales, dotadas con nueve millones de euros, nuevas ayudas a la distribución internacional (tres millones de euros), ayudas a la participación en eventos audiovisuales internacionales (500.00 euros) y para las llamadas Spanish Screenings XXL (2,05 millones de euros).

Todas las ayudas valorarán de forma transversal, en todas sus convocatorias, el fomento de la igualdad de género, la sostenibilidad e impacto ambiental, la contribución a la transición digital y la incorporación de medidas de accesibilidad universal.

Patrimonio

Otro de los principios en que se apoya la reforma es la puesta en valor del patrimonio audiovisual, que se aborda de una forma más amplia. Entre las novedades al respecto destaca la calificación de la Filmoteca Española como Bien de Interés Cultural (BIC).

La ley contempla asimismo la creación del Consejo Estatal de la Cinematografía y la Cultura Audiovisual con el fin de fortalecer la cooperación público-privada y establecer políticas públicas, de alfabetización audiovisual o patrimonio, entre otras.