NOVEDADES

Crítica de libros: una novela rota en mil pedazos y el sueño de una autarquía femenina

Eva Baltasar sirve la entrega más oscura de su tríptico sobre la maternidad

Juan Tallón ha sabido crear verosimilitud en una historia increíble: la desaparición de una escultura de 40 toneladas

El escritor gallego Juan Tallón, en Madrid.

El escritor gallego Juan Tallón, en Madrid. / JOSÉ LUIS ROCA

Ricardo Baixeras | Valèria Gaillard

peso, carga, f(r)icción y contrapeso

La intimidad rota, minuciosa, lapidaria y sobrecogedora que Juan Tallón (Ourense, 1975) cinceló en Rewind, un viaje en el que "lo entero se convirtió en roto, lo grande en minúsculo, lo pequeño en inexistente" y en el que se narró el duelo imposible visto desde la voz de los que sobreviven a la tragedia, dio como resultado una escritura honda y caleidoscópica. En ese libro la voladura de un edificio en Lyon fue el detonante que, desde una perspectiva múltiple -seis-, aunaba realidad y ficción con una sencillez poco frecuente.

Ahora entrega Tallón una novela de distinta factura que convierte el todo de una realidad en el papel roto de la ficción anclada también en una pérdida, no ya emocional, como en aquella novela, sino objetual. Una escultura de acero de casi cuarenta toneladas del escultor Ricarhd Serra, Equal-Parallel/Guernica-Bengasi, que le fue encargada para la inauguración del Reina Sofía, se guardó después en una nave industrial en Arganda del Rey y cuando el museo la quiere recuperar nadie sabe cuál es su paradero.

El afamado escultor usa el acero "de la manera en que lo usa la industria: peso, carga, fricción, contrapeso." Y eso es lo que encontrará el lector en este libro al lidiar con esos cuatro elementos narrados desde una perspectiva también múltiple: se ha querido posar la surrealista verdad de los hechos (¿cómo desaparece -o se hace desaparecer- semejante escultura sin dejar rastro?) en una miríada de voces contrapuestas. El peso de una pérdida repartido por un sinfín de personajes que cuentan su historia y su relación con la escultura: el propio Richard SerraCésar Aira (sí, el novelista), un tal Juan Tallón (sí, el escritor que firma el libro), ministros de cultura, periodistas, vigilantes, taxistas, pintores, marchantes de arte, funcionarios, historiadores, galeristas, gerentes, policías, jueces... La carga de la culpa repartida en un elenco de voces que no logran recomponer lo que sucedió porque nadie sabe nada o lo que saben no es suficiente. La fricción que se le supone a la literatura repartiendo y tocando la verdad de los acontecimientos con el aguijón de la ficción, palabra de la que ha desaparecido una erre. El contrapeso de un escultor repartiendo su tarea desde la firme voluntad de "cambiar el significado, cambiar el significado a través de la percepción, no cambiar el significado a través de la belleza" y que se concibe a sí mismo como "un artista del peso, que aspira a convertir lo pesado en ligero."

Ha sabido Tallón encontrar los intersticios creíbles de una historia real increíble en una novela cuyo mayor mérito es el marco de una estructura rota en mil pedazos. De esa imposibilidad surge la fuerza del libro. Quizá ha pretendido Tallón acercarnos a nuestra propia locura, como reza una de las felices citas con las que abre los capítulos. Si la encuentran en las librerías no (se) la pierdan. - Ricardo Baixeras.

'Obra maestra'

Autor: Juan Tallón

Editorial: Anagrama

328 páginas. 19,90 euros  

GUSTO A HIERRO, SANGRE Y CORDERO

Eva Baltasar cierra el tríptico sobre la maternidad con Mamut una novela protagonizada de nuevo por una mujer huraña y antisocial —lesbiana por supuesto—, que desea engendrar vida. La heroína de Mamut tiene veinticuatro años cuando huye de la ciudad, de la gente y de una vida laboral alienante. Va a parar a una antigua masía, aislada y sin comodidades (por no tener, la casa no tiene ni baño), en dos palabras: el paraíso de cualquier solitaria automarginada. Aquí esta superviviente de la contemporaneidad aprende a convivir con sus nuevos vecinos, gatos (a los que extermina agudizando el ingenio a lo Robinson Crusoe), un perro que llama a su puerta, sus "amigas" las pulgas y un pastor igual de tosco que, sin embargo, parece apreciar su compañía.

Su objetivo ahora —huele a Thoreau—es la autarquía. Aprende a hacer pan, come costillas de cordero, regalo del pastor. Los hombres son simples portadores de esperma: el sexo con ellos siempre es frío, crudo e interesado: el precio que hay que pagar para preñarse.

Como en los libros anteriores, el relato es una excusa para desplegar la mirada poética de la autora, una mirada afilada que rebana la realidad absurda se mire por donde se mire. El summum de la paradoja se encarna en esta joven que se desvive por unos corderos recién nacidos, a los que alimenta de noche con maternal fervor, y al mismo tiempo pasa de largo de su propia maternidad preguntándose ¿cómo contribuir a un mundo que se hunde? Pero tampoco hay que buscar tres pies al gato.

Sin duda, es la entrega más oscura del tríptico, la menos perfilada también, pero no por ello menos dañina. Más que la trama, destaca el sabor de boca que deja Mamut, un gusto a hierro, a sangre, a cordero. - Valèria Gaillard.

'Mamut'

Autora: Eva Baltasar

Editoriales: Peguin Random House

Traducción: Nicole d'Amonville

120 páginas. 17,90 euros