INVESTIGACIÓN

Alec Baldwin disparó una bala real en el accidente mortal del rodaje de 'Rust'

Un único proyectil atravesó y mató a la directora de fotografía Halyna Hutchins e hirió después al director de la película, Joel Souza

Alec Balwin.

Alec Balwin. / Shutterstock

Idoya Noain

El 6 de octubre, cuando la Oficina de Cine de Nuevo México anunció que se acababa de iniciar en Santa Fe el rodaje de Rust, un wéstern de bajo presupuesto producido y protagonizado por Alec Baldwin, el comunicado presumía de lo que puede ofrecer el estado. "De doma de animales a manejo de armas y ranchos y auténticos paisajes desérticos, Nuevo México ofrece la lista de deseos definitiva para el género del wéstern", rezaba el comunicado del Departamento de Desarrollo Económico. Ese escenario de ensueño, en cambio, se volvió de pesadilla el jueves pasado, cuando un accidente fatal en el rodaje con un revólver real que se le dio a Baldwin acabó con la vida de la directora de fotografía Halyna Hutchins e hirió al director Joel Souza. Y este miércoles, casi una semana después de la tragedia, en Camino Justicia, la carretera en medio del desértico paraje donde se localiza la oficina del sheriff del condado de Santa Fe, a solo 15 kilómetros del rancho Bonanza Creek, han empezado a contestarse algunos interrogantes sobre esa fatalidad que ha conmocionado pero también indignado a la industria del cine.

Aunque aún no se ha hecho público el resultado de la autopsia de Hutchins, de 42 años, Adam Mendoza, el sheriff local, ha asegurado que un solo proyectil, que sospechan que era "real", salió del revólver F.Lli Pietta Long Colt de calibre 45 que se le había entregado a Baldwin para el ensayo de una escena en el interior de la iglesia del rancho. Ese proyectil, que alcanzó en el torso a Hutchins, también habría atravesado su cuerpo para herir a Souza en el hombro, de donde fue extraído por los médicos que le trataron según el sheriff.

Preguntado explícitamente sobre si era una bala real, que supuestamente no debería haber estado en el lugar del rodaje, Mendoza ratificó que la considera “una bala real porque fue disparada desde del arma y obviamente causó la muerte de la señora Hutchins e hirió al señor Souza”.

El revólver sí era con toda certeza un arma real y, según ha explicado Mendoza, era la única funcional de las tres que se ha llevado la policía del rancho (las otras eran una modificada y una réplica). Las autoridades también han requisado unos 600 objetos, incluyendo unos 500 proyectiles, una cifra que incluye una mezcla de balas de fogueo, dummies para entrenamiento y lo que el departamento del sheriff sospecha que son más rondas de munición real, aunque Mendoza ha subrayado que ese extremo se deberá confirmar cuando se completen pruebas en el laboratorio criminal del FBI en Quantico, Virginia.

Mendoza tampoco ha querido comentar cómo llegaron allí, escudándose en que “la investigación sigue activa”. “Hay muchos hechos y rumores que están flotando por ahí y es nuestro trabajo determinar si son hechos o rumores”, ha dicho en otro momento, reconociendo que son conscientes de declaraciones hechas por fuentes del rodaje sobre posibles prácticas de tiro lúdicas en descansos que también quieren investigar y animando a cualquier con información a contactar con su departamento.

Sin cargos, de momento

En la rueda de prensa a las puertas de la oficina del sheriff también ha comparecido la fiscal del distrito del condado, Mary Carmack-Altwies, que, poéticamente dada la ubicación en Camino Justicia, ha recordado que no puede haber atajos o pasos acelerados en la búsqueda de consecuencias legales por lo sucedido.

Como ya hizo el martes en una entrevista con The New York Times, ante los micrófonos ha dicho que no descarta que se presenten cargos pero ha asegurado que ese momento no ha llegado aún. “Si los hechos, las pruebas y la ley apoyan cargos, iniciaré la imputación en ese momento”, ha dicho. “No podemos decir con certeza en este momento que hubiera negligencia o por parte de quién o cuánta gente está involucrada”.

El sheriff, por su parte, ha mostrado su opinión de que en el rodaje hubo “algo de complacencia” y ha dicho que “hay temas de seguridad con los que tendrá que lidiar la industria y posiblemente el estado”.

Más interrogatorios

De momento la atención mediática se ha vuelto a tres personas. Una es Hannah Reed-Gutierrez, la joven de 24 años que era jefa de armería en la producción, su segundo largometraje. Otra es David Halls, el asistente de dirección con un currículum salpicado de quejas por su laxitud y que, en una aparente ruptura de protocolos de seguridad, fue quien entregó el arma a Baldwin y quien, erróneamente, pronunció el cold gun con el que indicaba que estaba descargada. La tercera es el actor, que fue quien manejó el arma en el momento fatal, cuando se ensayaba una escena.

Los tres, según ha informado Mendoza, están “cooperando” con los investigadores y aunque ya han sido interrogados más que seguramente volverán a encontrarse frente a los detectives conforme avanza la investigación. “Estamos entrevistando a la gente que inspeccionó o manejó el arma cuando se cargó antes de llegar al señor Baldwin y haciendo preguntas de seguimiento que necesitamos hacer”, ha explicado Mendoza.

No serán los únicos cuestionados. Según la explicación el sheriff el foco está puesto en las 16 personas que estaban dentro de la iglesia donde se ensayaba la escena pero había cerca de 100 personas más en el rodaje.

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