ELECCIONES GENERALES

La batalla de Andalucía: el PP espera duplicar escaños para recortar distancias con el PSOE en Cataluña y País Vasco

El PSOE se apoya en los veteranos socialistas para tratar de remontar un desgaste de Pedro Sánchez más acusado en Andalucía que en ningún otro territorio

Feijóo en Andalucía

Feijóo en Andalucía / Julio Muñoz /Efe

Isabel Morillo

Isabel Morillo

El PP siente que está en Andalucía mejor que nunca, “enchufados” y dispuestos para conseguir el mejor resultado de su historia el próximo 23 de julio. El PSOE asegura que en apenas un mes han conseguido sacar a la organización de un estado “catatónico” tras el palo del 28 de mayo y van “a pelear hasta el final”, apelando a un orgullo socialista que lleva años malherido en el que fue su fortín. Así llegan PP y PSOE en la comunidad andaluza a la campaña electoral que arranca la próxima semana.

Los cálculos del equipo de Alberto Núñez Feijóo estiman que tendrán en Andalucía “25 escaños mínimo” . Los menos prudentes proclaman que “sin duda” doblarán los resultados de 2019, cuando obtuvieron 15 diputados frente a los 25 del PSOE. El PP cree que puede suplir con su fortaleza en Andalucía, además de en la Comunidad Valenciana, las debilidades que arrastra en País Vasco y Cataluña. Dos comunidades donde en la última cita electoral de 2019 el PSOE sacó al PP 13 diputados de ventaja. Ahora, los socialistas confían en que sean más.

La madre de todas las batallas para las elecciones generales del 23 de julio se libra desde siempre en Andalucía. Es, de lejos, la comunidad que elige más diputados al Congreso: 61 de 350. Con un cuerpo electoral de 6,5 millones de electores lo que ocurra en Andalucía siempre ha inclinado la balanza final en la Moncloa. Solo José María Aznar llegó al Gobierno, en 1996, perdiendo en Andalucía. Mariano Rajoy lo logró en 2016 ganando al PSOE por la mínima, por solo un escaño, en la comunidad andaluza.

No será desde luego el caso de Alberto Núñez Feijóo si se cumplen los pronósticos del PP. Génova cree que tiene en la comunidad andaluza, por primera vez en la historia, un gran bastión electoral. El PP andaluz llega a las generales más dopado que nunca, con mayoría absoluta en la Junta, el gobierno de ocho capitales (cinco con mayoría absoluta) y de seis diputaciones. Llegan “con más poder que nunca en la historia”. Un dirigente nacional lleva ya meses asegurando en privado que “solo en Andalucía vamos a crecer los mismos diputados o más que aporta el País Vasco al Congreso”. Son 12. Ese estado de ánimo espídico empieza incluso a preocupar a Juan Manuel Moreno. El líder andaluz insiste en que “no hay que confiarse” y que hay que jugar hasta que suene el pitido del final del partido.

Deterioro de Sánchez

El barón andaluz quiere aislar al PP en Andalucía del ruido de los pactos con Vox, volviendo el espejo hacia su mayoría absoluta y su moderación. Mucho voto al PP en Andalucía es prestado y la foto con Santiago Abascal no ayuda. El PSOE está convencido que el voto feminista está más movilizado que nunca después de mucho tiempo de apatía. Los grupos de Whatsapp del partido, señalan sus dirigentes, arden como no lo hacían desde hace mucho tiempo, dicen.

Hace ya más de un año, el PP detectó que la marca de Pedro Sánchez estaba más deteriorada en Andalucía que en cualquier otro territorio de España. Sobre esa premisa montaron su campaña de las municipales, convertida en un plebiscito al presidente del Gobierno. Los alcaldes del PP en Andalucía se han servido de la "ola antisanchista" que el partido de Moreno fue el primero en detectar. En el puente del mando de los socialistas admiten que los cualitativos de sus encuestas llevan meses adviritiendo de que la marca PSOE estaba por encima de Pedro Sánchez. Una afirmación especialmente significativa teniendo en cuenta que el desgaste socialista en la comunidad andaluza ha hundido la fidelidad de sus votantes a datos desconocidos.

El PSOE cuenta con que en Andalucía lamarca Juanma está por encima de la del PP” y en estas elecciones creen que eso juega a su favor. El secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, instruyó para hacer una campaña “distinta”, muy mediática, al resguardo de los 44 grados que marcan los termómetros que impiden lo clásico, ir a repartir publicidad a un mercadillo. Los candidatos celebran un desayuno en off con los medios y hacen una ronda de entrevistas en los medios locales de más tirón. “¿Qué sentido tiene que Antonio Hernando se vaya a hacer un mitin a un pueblo de Almería en julio?”, señalan fuentes socialistas. Carmen Calvo ya se ha dejado caer por Granada con ese formato y Fernando Grande-Marlaska ha hecho lo mismo con un encuentro con los medios en Algeciras. Este domingo María Jesús Montero presentará su candidatura en Sevilla aunque en esta ocasión el formato será clásico.

Resurección de los veteranos

Para combatir la mala valoración de Pedro Sánchez se han lanzado al ruedo los veteranos del partido. El PP basó la última campaña en una batalla contra el ‘sanchismo’. El PSOE asegura que tienen que dejar muy claro que la pugna es entre el PSOE y el PP. Por eso consideran un revulsivo importante, sobre todo en clave interna para sus bases, que los veteranos socialistas en Andalucía salgan a firmar un manifiesto a favor del presidente del Gobierno. Primero ha sido un grupo desde Málaga, incluyendo a Enrique Linde y Carlos Sanjuan, los dos principales lugartenientes de Alfonso Guerra, que enmiendan la plana al histórico socialista, que se ha convertido en uno de los azotes más útiles y eficaces para la derecha contra Pedro Sánchez. Cada vez que Guerra ataca al líder socialista engorda la tesis de que el ‘sanchismo’ no es el socialismo de siempre. El movimiento, aseguran desde San Vicente, sede del PSOE andaluz, ha sido espontáneo, aunque sí que se dirigieron a la dirección andaluza para sondear que no fuera contraproducente. Una vez que se les dio vía libre, han surgido más voces a favor del candidato socialista. Tanto que este martes, en la sede regional, habrá otro acto y más firmas de veteranos, incluyendo la de Manuel Chaves. Es otra forma, además, de superar el duelo por un caso ERE que ha tenido a los dirigentes socialistas de más pesos escondidos en un armario.

Frente a un PSOE que pelea por sacudirse el derrotismo, el PP se remite a los últimos resultados electorales. Hechos, dicen. Barrieron en las autonómicas en Andalucía y han vuelto a hacerlo en las municipales. Todo lo demás, insisten, es ilusionismo. El PSOE asegura que la coyuntura electoral ahora es “totalmente distinta” y sobre todo se quedan con que el estado de ánimo con el que van a entrar en campaña es mucho mejor que el tenían en junio, gracias sobre todo, señalan, a José Luis Rodríguez Zapatero y a las entrevistas de Pedro Sánchez en formatos televisivos de audiencias disparadas. Celebran además que están logrando que el ruido de los pactos de PP y Vox “dure muy por encima de las 48 horas” y que haya “errores” en la campaña de Feijóo como los que hubo en la socialista en la última cita electoral. Lo último que ha dado un subidón de ánimo en las filas de Sánchez en Andalucía es la negativa de Feijóo de acudir a los debates a cuatro en RTVE y Prisa. Recuerdan la silla vacía de Javier Arenas en Canal Sur en 2012, que años después el PP admite que cavó su tumba política cuando, durante meses, las encuestas le dieron mayoría absoluta en Andalucía.