La OIT calcula que faltan 40 millones de empleos con respecto a 2019

Malas perspectivas para el empleo. A pesar del levantamiento de las restricciones en la mayoría de los países del globo, el volumen de trabajadores a nivel mundial sigue por debajo del cuarto trimestre de 2019, según el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La institución calcula que el número de horas trabajadas en el tercer trimestre de este año ha sido un 1,4% menor que en el año anterior a la pandemia, lo que equivale a cuarenta millones de empleos a tiempo completo.

Aunque los efectos de la pandemia han remitido en la mayoría de los países, la confluencia de varias crisis económicas y políticas está dificultando la recuperación del mercado de trabajo en todo el mundo. “Cabe prever que dichas crisis sigan exacerbando la desigualdad en el mercado de trabajo a raíz de sus efectos desproporcionados en determinados grupos de trabajadores y empresas, al tiempo que aumenta la disparidad entre las economías desarrolladas y los países en desarrollo”, señala la OIT.

Este año arrancó con una gran confianza en el mercado de trabajo en todo el planeta, alentado por el crecimiento sostenido del número de horas trabajadas. Sin embargo, la inflación desbocada, la guerra en Ucrania y las continuas paralizaciones en la industria china para contener la expansión de la COVID-19 han desinflado este incremento. Solo América ha superado los niveles previos a la pandemia mientras que Europa y Asia Central permanecen con un volumen de tiempo trabajado un 2% inferior al cuarto trimestre de 2019, equivalente a seis millones de ocupados menos.

Incremento de la desigualdad

La OIT estima que las mujeres trabajan una media de 19,3 horas semanales mientras que los hombres lo hacen 34,1 horas semanales. La brecha de género en el empleo mundial apenas se ha reducido en la última década y, aunque en las primeras etapas de la crisis sanitaria se percibió una disminución significativa, los niveles han aumentado de nuevo. “Las mujeres trabajan 14,5 horas semanales remuneradas menos que los hombres, es decir, 57,5 horas remuneradas por cada 100 horas de trabajo de los hombres”, explica la organización en su último informe. La Organización Internacional del Trabajo cree que, con este ritmo de evolución, serán necesarios 60 años para reducir la brecha.

La desigualdad de género en el mercado laboral afecta especialmente a la evolución del empleo informal. El conjunto de trabajos que se encuentran fuera de la “economía oficial” suelen ser desempeñados en mayor proporción por mujeres que por hombres. Debido a la vulnerabilidad que implican estas ocupaciones, suponen una ralentización en el desarrollo de los trabajadores a lo largo de su vida.

En los últimos dos años, los niveles de trabajo fuera del radar de las Administraciones se han disparado y suponen la mayor parte de la recuperación del trabajo en todo el planeta.

“Se prevé que en 2022 el nivel de empleo informal aumente al mismo ritmo que el formal, lo que dificultará la lenta tendencia a la ‘oficialización’ del empleo vista en los últimos quince años”, apunta la OIT. La institución internacional destaca que la crisis de COVID-19 ha repercutido de “forma desproporcionada en las mujeres” y los niveles de crecimiento de ellas duplican al de ellos en este sector del mercado laboral.

Pronósticos desfavorables

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La OIT advierte de que las perspectivas para el mercado de trabajo “son muy inciertas” y el riesgo de que la situación empeore es cada vez mayor. La elevada inflación, las restricciones en materia de política monetaria, el aumento de la carga de la deuda y la disminución de la confianza de los consumidores pueden poner en jaque al empleo en gran parte del planeta. 

Los datos de la Organización Internacional del Trabajo apuntan que ya ha comenzado “una profunda desaceleración” del mercado de trabajo. “A tenor de las tendencias actuales, cabe prever una gran disminución del nivel de empleo a escala mundial para el cuarto trimestre de 2022”, indican desde la institución.