Aragón relanza el esquí con su Plan Pirineos: unión de estaciones y ocio más allá del deporte

La nieve de Aragón se ha convertido en el equivalente a la arena de playa de las costas españolas. El esquí es un pujante sector turístico en esta comunidad autónoma, donde genera miles de empleos directos y representa el 7% de su producto interior bruto (PIB). Hasta el 12%, en el caso de Huesca. Una riqueza que atesoran las montañas del Pirineo y las sierras turolenses, donde varios valles y comarcas han logrado crecer y llenarse de vida gracias a la economía que gira en torno a este recurso. El grupo Aramón es el principal exponente de una actividad de la que también es líder en España, con más de un millón de esquiadores por temporada. La compañía se desliza con destreza en este intrincado mercado, muy dependiente de los imponderables del tiempo, y ha logrado ser sostenible económicamente, algo poco común en este negocio.

¿Cuál es su secreto? La clave de su liderazgo y de tener una cuenta de resultados en positivo descansa en un modelo de explotación que va más allá de la práctica deportiva, con experiencias para los cinco sentidos. Dormir bajo las estrellas del Pirineo en lo alto de una estación de esquí, degustar un menú de estrella Michelin a 1.800 metros de altura, descender en un trineo de noche o escuchar en directo a algunos de los mejores DJ internacionales. Son algunas de las propuestas de ocio que ofrece en sus cuatro centros invernales, dos situados en Huesca (Cerler, en el valle de Benasque, y Formigal-Panticosa, en el de Tena) y otros dos en Teruel (Javalambre y Valdelinares, en el sistema Ibérico). 

Aramón representa el mayor dominio esquiable de España, con casi 300 kilómetros (294, de los que de 115 están innivados), 50 pistas de todos los niveles y 78 remontes con una capacidad de transporte de 105.000 esquiadores por hora. A las grandes magnitudes de sus instalaciones se suman una oferta de ocio de más de 100 eventos en esta temporada y la generación de unos 1.300 empleos directos.

Un millón de esquiadores

"El deporte es la parte mollar de nuestra actividad, pero la apuesta musical, cultural, gastronómica... en definitiva, de experiencias, hace que tengamos una oferta diversificada y diferencial que nos hace más resilientes", explica a ‘activos’ Antonio Gericó, presidente ejecutivo de Aramón, que nació en 2002 y tiene como socios desde sus inicios al Gobierno de Aragón e Ibercaja, que comparten el capital a partes iguales (el 50% cada uno).

Este modelo de éxito, que "va copiando por ahí" la competencia, viene avalado por las cifras económicas. El grupo ha ganado casi 20 millones de euros en las seis últimas temporadas, una cifra nada desdeñable teniendo en cuenta el impacto que tuvo por medio la pandemia de covid. La crisis sanitaria originó unas abultadas pérdidas a la compañía al verse obligada a cerrar sus instalaciones en el fatídico curso 2021-2022 por las limitaciones de movilidad. 

El hólding aragonés de la nieve cerró la última campaña 2022-2023 rozando el millón de esquiadores (999.985), con lo que consolidó una cuota de mercado que ronda el 25% en el sector nacional de la nieve. El número de usuarios descendió el 12% respecto al anterior curso invernal. La caída se debió en parte a que fue una temporada algo más corta, con 18 días, ocho menos respecto a los 136 de la anterior, con una media de 133,21 kilómetros abiertos cada jornada. A pesar de ello, los ingresos netos de la empresa bajaron de forma más liviana, el 2,2% menos, hasta los 60,2 millones de euros.

El detalle de los ingresos refleja esta diversificación de servicios. En la última temporada, la facturación proveniente de los forfaits se situó en los 35 millones de euros, es decir, el uso de los remontes concentra el 58% de la cifra de negocio. En el 42% restante destacan otras actividades como la restauración, que aporta cerca de 10 millones de euros; la agencia de viajes, con 6 millones, y el alquiler de material, con 4 millones.

La rentabilidad lograda con sus propios recursos en los dos los últimos ejercicios alcanza los 16,3 millones de euros -5,4 y 10,9 millones en 2022-2023 y 2021-2022, respectivamente-, una cifra que neutraliza los números rojos de la baldía temporada del covid (2020-2021), que arrojó unas pérdidas de 13 millones.

"Desde el 2013 nuestros socios no han tenido que poner dinero. Somos sostenibles desde el punto de vista financiero y lo queremos seguir siendo", subraya el presidente del grupo. Este valor cobra una especial relevancia en un sector que en España tiende a estar subsidiado y que arroja pérdidas en buena parte de las empresas.

La temporada actual, que se ha ampliado hasta el 7 de abril en las estaciones pirenaicas de Aramón, ha sido "atípica". "Siempre digo que este mundo tiene muchas similitudes con la agricultura: años muy buenos, años malos, como puede a lo mejor ser este, y otros normales", explica. La nieve acabó llegando "en cantidades brutales" pero lo hizo "tarde". "Estamos cerrando con unos espesores y un dominio importante. Esperemos que el balance final sea satisfactorio", concluye.

Espaldarazo ‘real’

Lo que sí ha dejado buen sabor de boca esta temporada ha sido la reciente visita que realizó a Formigal, en un viaje privado, el rey Felipe VI. "Es un gran aficionado y esquía muy bien. Obviamente, es la mejor campaña de promoción. Un motivo de orgullo", apunta Gericó. Al margen de este espaldarazo, el modelo de experiencias que no se ciñen únicamente a la práctica deportiva ha vuelto a rebelarse de gran utilidad para el grupo. "Este año se ha visto que, incluso cuando no se han dado las mejores condiciones, mucha gente se decide a venir a nuestros destinos", asegura. 

Desde Aramón afirman ser "pioneros" en España en el despliegue de esta fórmula que aúna esquí y ocio, una apuesta que comenzó en la temporada 2019-2020 con la apertura en Formigal de Marchica, un local de après ski (después de esquiar) y que se ha culminado en la actual campaña con el lanzamiento de M Experience, una amplía programación musical que tiene lugar en los escenarios más únicos de sus estaciones. 

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Desde 2013, cuando se realizó la última ampliación de capital, el grupo se financia con recursos propios exclusivamente: los generados por la propia actividad y la financiación bancaria. "No se reparten dividendos entre los socios", subrayan desde la empresa. Todos los excedentes de tesorería que genera la actividad son destinados a financiar inversiones o a generar tesorería suficiente para, junto con posible financiación bancaria, abordar en un futuro proyectos de inversión.

En este último capítulo, cabe destacar que Aramón ha realizado inversiones por valor de 71 millones de euros desde la temporada 2011-2012, cifra que asciende a 246 millones desde la constitución de la sociedad. "No podemos quedarnos parados, hay que seguir invirtiendo en el sector para asegurar el futuro de los valles y de su gente", asegura Gericó, que señala como principales retos la atracción de público internacional -ahora supone el 5%-10% de los clientes- y la desestacionalización de la demanda a través de nuevos productos turísticos en primavera o verano. Pero el mayor caballo de batalla de Aramón es la unión de Formigal-Panticosa con las estaciones de Astún y Candanchú, proyecto ahora en punto muerto que considera determinante "si queremos seguir estando en el mundo del esquí en unos años".