Cae un 86% en el año

Un consejero de EiDF invierte 178.600 euros en plena caída de la acción

El consejero Bruno Díaz compra 20.000 acciones tras el desplome de un 69,99% en su vuelta al parqué

La solar fotovoltaica se enfrenta a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) después de que el auditor vea “documentación falsa” 

La CNMV desvela que EiDF podría haber falseado contratos y documentos

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El consejero independiente Bruno Díaz, propietario de Sigma Energy Consulting Corporation, de EiDF invirtió este martes 178.600 euros en acciones de la compañía en pleno derrumbe del valor en el BME Growth. En concreto, el empresario canario compró 20.000 títulos de la compañía renovable a 8,93 euros por acción, tal y como consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El grupo especializado en instalaciones fotovoltaicas para la industria acumula una caída del 86,07% en lo que va de año y del 69,99% en los últimos dos días tras volver a cotizar tras cuatro meses de suspensión cautelar de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La CNMV suspedió la cotización de EiDF el pasado 14 de abril por no haber presentado sus cuentas de 2022 en el plazo legal. La compañía alegó entonces discrepancias con el informe de su auditor, PwC, que la acusaba de haber cerrado el año con un fondo de maniobra negativo. La empresa logró solventar este escollo, pero un segundo informe, esta vez de Deloitte y además encargado por la misma compañía, la puso de nuevo en la palestra. E hizo que la CNMV la apremiara para que presentara de nuevo la información relevante que ha permitido a la energética volver a cotizar.

A pesar de ello, la compañía gallega se ha declarado en rebeldía contra el regulador bursátil español. La CNMV exige a la empresa que aclare la “documentación falsa” que denuncia el informe forense de Deloitte, mientras que el auditor cuestiona la capacidad de EiDF para seguir funcionando tras estimar un fondo de maniobra negativo de 20,9 millones.

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Los pequeños accionistas, tienen un 14,24% del capital, han perdido más de un 85% de su inversión, mientras que su consejero delegado Fernando Romero, que controla el 72% de las acciones, ha visto cómo se volatilizaban más de 1.000 millones de su patrimonio.

Otro inversor destacado, Alejandro Alorda, de la familia fundadora de Muebles Kettal, que tiene un 7,6% del capital a través de Mass Investments, ha sufrido un duro golpe: su participación valía 131 millones justo antes de que la Comisión suspendiese la cotización de la empresa; ahora vale apenas 17 millones. El tercer máximo accionista es Julio Palmero, fundador de la comercializadora ODF Energíam que cuenta con el 6,63% de las acciones.