Agricultura

La mejora genética multiplica las variedades de la huerta murciana

El Imida desarrolla un proyecto de investigación con el que obtiene productos más resistentes al cambio climático y más económico para los productores

Banco de Germoplasma del Imida, uno de los más importantes de España. | LA OPINIÓN

Banco de Germoplasma del Imida, uno de los más importantes de España. | LA OPINIÓN / La Opinión

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La Huerta de Europa se enfrenta a un panorama muy complicado los próximos años. Muchos agricultores temen las consecuencias del recorte del Trasvase Tajo-Segura; una decisión tomada por el Ministerio para la Transición Ecológica a finales del año pasado. La medida se tomó teniendo en cuenta el contexto de cambio climático que parece conducir a la Península Ibérica a un escenario más caluroso y con sequías más duras. En definitiva, los agricultores murcianos deberán sacar adelante sus cultivos con menos agua, herramienta fundamental de su trabajo.

Ante este horizonte, ciertamente desolador, el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (Imida), que depende de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, desarrolla desde hace dos años un proyecto estratégico de investigación en este sector para mejorar genética y vegetalmente productos de nuestro campo para que hacerlos más resistentes a las nuevas condiciones climáticas, más extremas, así como a las plagas y enfermedades. Pero el proyecto va mucho más allá y puede suponer una revolución para la huerta murciana, al multiplicar su oferta y hacerla menos perecedera y menos dependiente de las estaciones.

Para alcanzar estos objetivos se buscan y obtienen nuevas variedades élite que salen más rentables económicamente para los productores y mejoran las características organolépticas demandadas por los consumidores (son más apetecibles a los ojos del cliente final). De este modo, también consiguen fijar población en las zonas agrícolas.

Los beneficios van más allá, señala el Imida en un informe al que ha tenido acceso Prensa Ibérica, ya que se ha conseguido ampliar el calendario de cosecha de algunos productos. Ocurre con la fruta de hueso y con los cítricos, que son referente internacional en su producción y comercialización. Mediante la producción temprana o tardía, se facilita la introducción en distintos mercados en condiciones ventajosas.

Con esta iniciativa se ha aumentado la oferta olfativa, gustativa y de color del melocotonero, ciruelo japonés y cerezo, plantas aromáticas, uva de mesa y de vinificación, hortícolas, limonero, mandarino, lima o pomelo. Así, el Imida permite a los productores diversificar su producción.

Los investigadores destacan, además, otro objetivo del proyecto: acortar el tiempo de trabajo en el laboratorio para obtener nuevas variedades mediante mejora genética. Por ejemplo, hasta ahora, el Imida dedica más de una década para conseguir una nueva variedad de fruta de hueso.

Este centro comenzó a trabajar en el proyecto en 2021 y tiene una dotación presupuestaria, proveniente de los fondos Feder de la Unión Europea, de 3,5 millones de euros hasta 2027. Solo este año, se financia con 1,2 millones.

Banco de germoplasma

Para cualquier programa de mejora genética es importante disponer de una gran variabilidad genética donde encontrar las características deseadas. En este sentido, el Imida dispone del Banco de Germoplasma (Bagerim), uno de los más importantes de España con más de 10.000 entradas conservadas de distintas especies vegetales.

Muchas de las variedades que atesora se están reintroduciendo para su cultivo en sistemas agrícolas sostenibles, favoreciendo así los mercados de cercanía. El Bagerim es especialmente importante para la mejora de plantas aromático-medicinales autóctonas como la saliva española, espliego, romero y tomillo rojo, ya que se están obteniendo variedades con mayor resistencia a la sequía.

21 variedades de melocotón

El Departamento de Mejora Genética de Frutales del Imida ha registrado ya 21 variedades de melocotón con interés comercial después de haber evaluado agronómicamente más de 50.000 cruces intervarietales de este fruto.

Estas nuevas creaciones tienen la ventaja de poder adaptarse a las nueva situación climática y, además, cuentan con una gran calidad gustativa.

Son tan atractivas, tanto para el consumidor como para el comercializador internacional, que ya se encuentran en producción en la Región. En concreto, estos trabajos se desarrollan en los laboratorios del instituto y en diferentes fincas experimentales, como la ubicada en Yéchar, pedanía de Mula, donde el Imida tiene plantadas para su estudio e investigación más de 300 variedades de melocotonero procedentes de todo el mundo.

Interés mundial por la uva

La uva de mesa es una de las frutas con la que el Imida ha conseguido más avances. Su equipo de mejora ha desarrollado, en colaboración con empresas del sector, 20 nuevas variedades tras haber evaluado más de 350.000 híbridos a través de cultivo in vitro y de marcadores moleculares. De hecho, de las alrededor de 6.500 hectáreas cultivadas que hay en la Región 1.300 hectáreas (el 20%) están cultivadas con las uvas desarrolladas en el Imida.

Estas nuevas variedades aportan uva sin pepitas de textura crujiente, con buen tamaño de racimos y bayas y una buena calidad organoléptica que aumenta su sabor o incluso añade nuevos sabores a frutas tropicales o caramelo. Por otra parte, para los productores, son más rentables al ser más productivas y requerir menor cantidad de labores en campo durante su cultivo, además de ser algunas de ellas resistentes a las principales enfermedades fúngicas. Los agricultores también pueden beneficiarse de ampliar el calendario de la vendimia con la maduración temprana o tardía de estas uvas.

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Tantas ventajas han despertado el interés de productores de todo el mundo. Por eso, se ha enviado material vegetal para su cultivo a Chile, Perú, Argentina, Brasil, Sudáfrica, Namibia, Australia, México, India y EEUU. Se trata de países en los que se produce a contra estación para dar continuidad en los mercados internacionales a las variedades de uva de mesa murcianas.

Sobre la uva de vinificación, el equipo especializado del Imida ha registrado seis nuevas variedades, cinco tintas y una blanca. Se trata de un proeza, ya que es el primer centro de investigación de España en conseguirlo, puesto que el proceso de selección involucra tanto a la calidad de la uva como del vino. Todo este proceso ha durado 23 años.