OPERACIÓN POLÉMICA

La Fiscalía suiza investiga la compra del Credit Suisse por UBS ante posibles irregularidades

UBS aceptó comprar la entidad por 3.250 millones de euros para evitar su quiebra y zanjar una potencial crisis bancaria

La Fiscalía suiza investiga la adquisición de Credit Suisse en busca de posibles irregularidades.

La Fiscalía suiza investiga la adquisición de Credit Suisse en busca de posibles irregularidades.

3
Se lee en minutos

La Fiscalía General de Suiza ha anunciado este domingo la apertura de una investigación sobre la compra del banco Credit Suisse por parte de su rival UBS para verificar que la operación se ha llevado a cabo de acuerdo con la legislación pertinente, según recoge el diario 'Financial Times'. UBS, el primer banco suizo, absorbió el pasado 19 de marzo dicha entidad bancaria, hasta ahora la segunda del país, tras pagar 3.250 millones de euros para evitar su colapso. Los problemas de gestión de este banco suizo desataron a mediados de marzo una tormenta sobre la solvencia del Credit Suisse tras la quiebra del Silicon Valley Bank en Estados Unidos y eso arrastró a todos los valores bancarios del Viejo Continente. Ante el temor de que el gigante suizo cayera, las autoridades optaron por incentivar una fusión con su principal competencia: el UBS.

"La Fiscalía quiere cumplir de manera proactiva con su misión y responsabilidad de contribuir a la limpieza del centro financiero suizo y ha establecido un mecanismo de supervisión al respecto para tomar medidas inmediatas en cualquier situación que se encuentre dentro de su campo de actividad", ha explicado la institución en un comunicado recogido por el 'Financial Times'.

Las autoridades suizas se vieron obligadas a realizar un cambio de legislación para acelerar la transacción entre el UBS y el Credit Suisse para poder cerrarla antes de que finalizara el fin de semana. Además, se acordó ofrecer una línea de liquidez de 100.000 millones de dólares para el Credit Suisse con el objetivo de cerrar un acuerdo de forma ágil para evitar el pánico.

Una operación compleja

Ante la complejidad y urgencia de proporcionar certidumbre a los mercados, las autoridades suizas aseguraron que consideraban la nacionalización total o parcial de Credit Suisse en el caso de no materializarse el acuerdo con el UBS

Esta entidad pidió al Gobierno que asumiera ciertos costes legales y posibles pérdidas futuras. UBS ha acordado también suavizar una cláusula de cambio adverso material que anularía el acuerdo si sus diferenciales de incumplimiento crediticio aumentan.

Ahora la Fiscalía helvética se pronuncia y considera que esta operación comprende "numerosos aspectos que necesitan ser investigados" para identificar cualquier delito que pueda caer dentro de sus competencias". 

La urgencia y complicación de la operación fue criticada por diputados de todo el espectro político suizo, que reprocharon al Gobierno el uso de sus poderes de emergencia para extender garantías financieras a UBS respaldadas por los contribuyentes y silenciar la posible oposición de los accionistas. Otro punto polémico de la solución orquestada por el Gobierno fue la de dejar que algunos de los accionistas de la entidad, aquellos que habían adquirido títulos de deuda, perdieran parte de su inversión.

Recorte de empleos

Tras certificar la adquisición de Credit Suisse, UBS tiene previsto recortar unos 36.000 puestos de trabajo en todo el mundo, lo que supone en torno a un 20% y un 30% de su plantilla global. Ambas entidades han convocado a sus respectivas juntas de accionistas esta próxima semana para estudiar esta cuestión y más detalles de la integración.

Quinto o sexto banco europeo

Noticias relacionadas

Haciéndose la compra efectiva, la suma de ambas instituciones daría lugar a una entidad con un volumen de negocio de 1,4 billones de euros. La capitalización bursátil de UBS es de 55.000 millones y la de Credit Suisse, en estos momentos, ya ha bajado hasta los 8.000 millones. La entidad bancaria nacida de la fusión tendría un tamaño similar al del Grupo Santander.

Con este tamaño ocuparía la quinta o sexta posición en el ránking europeo. Pero algunos analistas advierten de que la autoridad de la competencia suiza puede ver con recelo esta fusión, "dada su posición dominante en el mercado", y constituir así un obstáculo para su consecución.