Un rival suizo a pie de playa

"Un mes antes de la pandemia", en febrero de 2020, el suizo Yannik Erhart (Basilea, 1981) se convirtió en el consejero delegado de Universal Beach Hotels, compañía que fundó su abuelo en Mallorca. "Tuvimos que empezar a cerrar hoteles. Fue un momento muy duro, nunca aprendí tanto", sentencia.

El economista representa a la tercera generación de una familia ligada a la isla desde antes de la explosión del turismo de masas. Su abuelo, Alfred Erhart, fue a pasar su luna de miel, en 1949, y quedó prendado. Para llegar a Mallorca "voló desde Basilea a Londres, de allí a Barcelona y por fin aterrizó en un avión del ejército". El aeropuerto de Palma no destacaba por su cosmopolitismo.

"En Basilea había aviones abandonados de la II Guerra Mundial. Mi abuelo compró uno y empezó a transportar mercancías y organizar viajes", rememora. "Fue de los primeros que se dio cuenta de las ganas que había de viajar". Fundó un turoperador en 1947 y la primera aerolínea chárter de Suiza en 1955. Los turistas que llevaba a Mallorca en los años sesenta, en pleno desarrollo turístico, "se quejaban de la calidad de los alojamientos". Buscó inversores suizos y se asoció con viajeros que a cambio se alojaban gratis durante sus vacaciones y construyó el Aguamarina, su primer hotel, en 1963, en Sant Elm, Andratx. Ofrecía "sensaciones mediterráneas con calidad suiza", según el fundador, "como los relojes", bromea Erhart. Para 1970 ya tenía siete hoteles más que miraban al mar y siguió el crecimiento.

Yannik Erhart es el primer miembro de la familia que fijó su residencia en Mallorca, hace más de una década, para integrarse en el departamento comercial, que luego pasó a dirigir. La cadena suma 18 hoteles, repartidos entre Peguera, Sant Elm, Magaluf, Colònia de Sant Jordi, s’Illot, Canyamel, Playa de Muro y Cala Millor. Su última adquisición, otro hotel histórico en la popular Playa de Palma, se ha anunciado a inicios de enero. Llevaban años tras uno en la zona que estuviera en primera línea.

La próxima temporada turística inaugurarán uno en Formentera. "El primero en régimen de gestión". El hotelero arranca con una nueva línea en el negocio para seguir la expansión en Baleares. "Mi abuelo buscaba zonas apartadas, con las mejores playas y frente al mar. Seguiremos con ese perfil".

El empresario, formado en la Universidad de St Gallen y en IE Business School, comenzó su carrera lejos de la empresa familiar. "Trabajé cuatro años en el turoperador más importante de Suiza, Kuoni, en el departamento financiero, viajé mucho entre Asia y Europa". Quería conocer cómo funcionaban otras grandes compañías. En 2011 empezó a trabajar en Universal Beach. A la isla llegó con su mujer, Mirtha Erhart, recientemente nombrada cónsul honoraria de Suiza en Palma. Ella se incorporó a la agencia de viajes del grupo. Tienen tres hijos que han nacido en Mallorca.

"De niño, cada verano, pasaba dos o tres semanas en Mallorca" y con 20 años estuvo "una temporada completa trabajando en todos los departamentos, en cocina lavando platos, como camarero, en recepción...".

La hotelera, filial de la mayorista de viajes suiza Universal Travel, que preside su padre, Philippe, ha entrado de lleno en la modernización con la tercera generación. "Decidimos que necesitaba otro tipo de comercialización", más allá del turoperador propio que se centraba en los turistas suizos. Erhart empezó a cerrar contratos con diversas mayoristas y llegó la diversificación con la apertura a otros mercados emisores, alemanes, británicos, austriacos, franceses, nórdicos o españoles. Cada año alojan a unos 100.000 turistas.

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Finalizando la temporada turística Universal Beach celebró en 2022 con una gran fiesta su 75 aniversario, con su plantilla, unos 700 trabajadores. También estrenaron identidad de marca. "Somos una empresa familiar con una perspectiva a muy largo plazo", señala Erhart. "Mi padre y yo vamos en la misma dirección", apostilla, aludiendo a las fricciones que pueden hacer trizas empresas históricas con el relevo generacional. "Sigue como presidente del consejo de Administración, pero ya no lleva la operativa del turoperador".

El plan de sostenibilidad del grupo se apoya en proyectos de preservación de zonas naturales de la isla, como el de regeneración de bosques submarinos en la costa de Sant Elm. Promueven la economía local, con la compra de productos de kilómetro cero. Bajo su liderazgo se dio el paso a la digitalización en la comercialización, se apostó por el canal de venta directa y se ha impulsado el reposicionamiento de los hoteles. con una inversión de 20 millones en tres de ellos. En noviembre, tras la temporada turística, arrancará la modernización del hotel Neptuno, su nuevo activo en Platja de Palma, con un presupuesto de 6 millones. "Somos propietarios, no un fondo de inversión, no buscamos crecer por crecer", subraya Erhart.