CRÍTICA

'La ciudad de la piel de plata', de Félix G. Modroño

El autor cierra su trilogía sobre Bilbao con una novela que rondaba en su cabeza incluso antes de plantearse que algún día sería escritor

El escritor Féliz G. Modroño

El escritor Féliz G. Modroño / EPE

Tino Pertierra

Félix G. Modroño (Portugalete, 1965) ha necesitado escribir ocho novelas para enfrentarse a una historia que siempre estuvo en su cabeza. "Antes incluso de plantearme que algún día sería escritor. Así que esta va ser la primera vez que tenga clara mi respuesta cuando alguien me pregunte cuánto tiempo he tardado en escribir La ciudad de la piel de plata: una vida", añade.

Su nueva y brillante novela cuenta la historia de Alberto Cepeda tras su regreso a Bilbao, después de haberlo tenido que abandonar 10 años atrás, para trabajar en un nuevo proyecto del que nadie podía imaginar la gigantesca dimensión que alcanzaría: el museo Guggenheim, cuya influencia en la transformación de la capital vizcaína ya ha sido reconocida por la historia. De hecho, su diseño vanguardista y el efecto de su construcción le han llevado a ser considerado como el edificio más importante de nuestra era.

Bien valía, pues, que tuviera su propia novela. Alberto es un joven que representa "a toda una generación de vascos, hijos de emigrantes castellanos, gallegos, leoneses, andaluces, extremeños…, que tuvieron que dejar sus pueblos de origen con lágrimas en los ojos para tratar de conseguir un futuro mejor para su familia. Sirva esta historia, pues, como homenaje a todos ellos".

Trilogía

La ciudad de la piel de plata cierra su trilogía sobre Bilbao en el siglo XX. "La ciudad es la verdadera protagonista de mis novelas –subraya–. En ellas, Bilbao no constituye un mero escenario en el que están ambientadas sino que es la propia esencia de las mismas. De ahí que quisiese narrar sus tres grandes transformaciones del siglo más importante de su historia: la industrial, que convirtió a la pequeña villa en la gran urbe que todos conocemos, la social por culpa de una guerra civil que nadie esperaba y la arquitectónica, que contribuyó a su reinvención".

La construcción del Guggenheim bien valía una novela propia

A pesar de que los acontecimientos que relata son recientes, "se trata de una novela histórica contemporánea". Y añade: "La he escrito para que nadie olvide cómo tuvimos que afrontar aquellos años difíciles en unas calles que eran nuestras, y que no pudimos disfrutar en libertad. No niego que esta historia está inspirada en mi propia vida, pero estoy seguro de que se debe de parecer a tantas otras. Fuimos muchos vascos los que tuvimos que abandonar nuestra querida tierra, en los años ochenta, a causa del terrorismo. Que yo la haya tenido que amar desde la distancia contribuye, sin duda, al carácter evocador con que está escrita esta trilogía". 

Es preciso acordarse de los que se fueron, "de esos seres queridos cuyo aliento y amor perviven en nuestros corazones y a los que echamos de menos cada día". "Aunque ya no estén, ahora los llevamos dentro porque siguen vivos en nuestros ademanes, en nuestros pensamientos e incluso en nuestra personalidad, que ellos contribuyeron a forjar. Quizá por ello no me ha resultado fácil culminar esta trilogía. Cada historia en la que tengo que bucear en mis recuerdos me supone un importante desgaste emocional, pero también es verdad que acarrea la satisfacción de estar creando algo que nace de la más absoluta honestidad", concluye.

'La ciudad de la piel de plata'

Félix G. Modroño

Destino

376 páginas

20,90 euros