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Un soltero con gustos fuera de lo común sorprende a su cita con esta confesión en First Dates

Un soltero de First Dates deja de lado su timidez y saca estos temas con su cita

Un soltero de 'First Dates' alucina tras ver a su cita 33 años más joven que él: "Se han equivocado"

Rubén y Sara en First Dates

Rubén y Sara en First Dates / CUATRO

Carlos Sobera recibía en el resturante de First Dates a dos solteros muy tímidos que compartían aficiones en común. A lo largo de la cita él se ha soltado y se ha lanzado a preguntarle un sinfín de datos a su cita.

Rubén aparecía por la puerta del restaurante de First Dates para contarle a Carlos Sobera que era un chico bastante introvertido.

A pesar de entrar con decisión y seguridad, le cuesta entablar una conversación de primeras y reconocía tener gustos fuera de lo común. Es fan de los videojuegos y el manga, además, hace teatro de este último.

Cuando ha aparecido su cita, Sara, Rubén no ha podido evitar pensar que era muy elegante y atractiva. Al contarle el soltero su afición por el manga, Sara se ha alegrado, pues ha admitido que a ella también le encantaba.

Los nervios han traicionado a la soltera y no sabía muy bien qué temas de conversación sacar a su cita. Rubén, al ser un chico introvertido, no sabía tampoco cómo actuar pero se ha ocupado de llevar la voz cantante en la conversación.

Rubén ha decidido hablar de las redflags del amor y ha confesado ser un chico celoso. Rápidamente, admitía que sabía que esto era un problema de inseguridad y que lo llevaba "en silencio".

Ha sido después de sacar el tema de formar una familia (en el que ambos concordaban en que querían tener hijos), cuando Rubén dejaba boquiabierta a Sara con su confesión.

Rubén y Sara dan un paso más allá en su conversación

Rubén hablaba del sexo como una actividad en la que le gustaba experimentar.

Sara, aunque estaba un poco menos suelta que él, admitía que ella estaba abierta a todo y era versátil. El soltero le decía que era "como un lobo", y cuando se quitaba la piel de cordero, era todo un animal.

Terminada la conversación, Rubén tenía dudas de que Sara aceptase una segunda cita con él. La conversación no le había dado pie a pensar nada malo, pero no se quería desilusionar porque la soltera le había gustado mucho.

Para su suerte, Sara accedía a quedar con él otra vez y admitía haber estado muy cómoda en la cita a pesar de sus nervios. El soltero pagaba la cena y Sara le sorprendía con su iniciativa de irse de copas.