Recurso

La acusación alerta del riesgo de fuga de Alves por las 14 empresas del jugador en Brasil

La abogada de la víctima reitera en su recurso contra la puesta en libertad la capacidad económica del jugador y la posesión de una casa en Esplugues, según la defensa hipotecada, adquirida en 2010 con su exmujer por cinco millones de euros

Dani Alves, tras salir en libertad provisional.

Dani Alves, tras salir en libertad provisional. / EFE

J. G. Albalat, Germán González

La abogada de la víctima de Dani Alves, la letrada Ester García, alerta en su recurso en contra de la libertad bajo fianza del jugadode que continúa existiendo el riesgo de fuga por la capacidad económica del futbolista y porque en Brasil consta un total de 14 empresas creadas entre 2019 y 2022 en las que consta como titular o administrador. A su entender, la constitución de 14 empresas en cuatro años es revelado de la situación financiera del astro brasileño, aunque se intente minimizar porque están creadas con moneda brasileña, según ha podido saber El Periódico de Catalunya, del mismo grupo editorial que este periódico. Este es, a su entender, un indicador determinante de la alta probabilidad de la intención del deportista, condenado a cuatro años y medio de prisión por violar a una joven en la discoteca Sutton, de volver a Brasil, pues, de lo contrario, la principal sede de sus empresas se ubicaría en la ciudad en la que se encuentra empadronado, es decir, Barcelona.

Este es uno de los argumentos que esgrime la letrada para pedir la revocación de la decisión de la Sección 21 de la Audiencia de Barcelona de liberar al jugador, una postura que también ha sido planteada por la fiscal del caso, Elisabet Jiménez. Alves salió de la prisión de Brians 2, en Sant Esteve de Sesrovires, en la tarde del lunes tras depositar en la cuenta judicial el millón de euros que le impusieron los magistrados. Tras salir de la cárcel, fue directamente a su casa en Esplugues de Llobretat. Precisamente, la posesión de esa vivienda es otro de los puntos recogidos en el recurso.

El futbolista es propietario por mitades proindivisas junto con su exesposa, según detalla la abogada de la víctima. En 2010, el inmueble fue adquirido por cinco millones de euros, aunque la defensa del jugador sostuvo en la vistilla en la que se decidió la libertad del futbolista que estaba gravada por una hipoteca a la que el procesado no ha podido hacer frente. De la escritura de compraventa que figura en las diligencias judiciales, incide el recurso, se desprende que fue adquirida sin préstamo hipotecario y que se entregó el importe total mediante cinco cheques nominativos.

La gravedad del delito

La acusación particular hace hincapié en que la pena impuesta al jugador de cuatro años y medio de cárcel (la sentencia está recurrida por todos) no excluye ni la gravedad del delito por el que ha sido condenado Alves, ni la gravedad de la pena que se le podría imponer en un futuro: la fiscalía sigue reclamando nueve años de prisión y la abogada de la víctima 12 años. La defensa, que también ha recurrido, continúa sosteniendo que el exjugador del Fútbol Club Barcelona es inocente y vuelve a solicitar la absolución. La representante de la denunciante también recuerda que durante la instrucción la misma Audiencia de Barcelona había confirmado la prisión preventiva y que las circunstancias de entonces son las mismas, salvo que el jugador ha sido condenado a cuatro años y medio de prisión, una pena que no puede ser objeto de suspensión si fuera firme. El tribunal deberá decidir.

En una entrevista a Catalunya Radio, la abogada Ester García ha asegurado que ve difícil que se revoque la libertad del futbolista. La letrada ha explicado que en el momento en que el investigado está en libertad la causa ya no es "preferente" y tardarán en resolverse los recursos de apelación contra la sentencia que le condena por violación y que tendrá que resolver el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) y el Tribunal Supremo. "Esto es una agonía para mi clienta", ha dicho la letrada, quien ha avisado que ahora pueden pasar años hasta que la sentencia sea firme.