Agresión

Un vecino de Oviedo molesto con una obra en el piso de arriba le da tres puñaladas a un albañil

El agresor fue reducido tras recibir a la Policía Local en el rellano en calzoncillos, empuñando una pistola y con una placa de la Guardia Civil

El portal de la calle Miguel de Unamuno de Oviedo en el que tuvo lugar el apuñalamiento.

El portal de la calle Miguel de Unamuno de Oviedo en el que tuvo lugar el apuñalamiento.

Lucas Blanco

Empuñando una pistola de fogueo, en calzoncillos, con una placa de la Guardia Civil colgando del cuello y proclamando que había estado en Kosovo. Así recibió a la

Policía Local

, en el rellano del primer piso de la calle Miguel de Unamuno de Fozaneldi de

Oviedo

, un hombre de 55 años que tan solo unos minutos antes había asestado tres puñaladas en el portal a un albañil que se encontraba trabajando en unas obras del segundo. Tanto el agredido como otros compañeros huyeron inmediatamente a refugiarse en un mesón situado en la misma calle y llamaron a los agentes, los cuales consiguieron quitarle el arma, que resultó ser de fogueo, y ponerle los grilletes para trasladarlo a los calabozos.

Los hechos tuvieron lugar a las ocho de la tarde. El hombre se encontró en el portal con uno de los trabajadores de la obra, un vecino de Pola de Lena de 47 años, y tras mostrarle sus quejas por el ruido de los trabajos que hacían en el piso superior al suyo se abalanzó sobre el trabajador con un cuchillo curvo. El resultado fueron tres pinchazos y cortes en el costado derecho, en el pecho y en la mejilla derecha.

Tanto el herido como sus compañeros lograron acercarse al establecimiento hostelero situado a unos 50 metros. Desde allí llamaron a la Policía Local, cuyos agentes se centraron inicialmente en atender al herido, que dijo encontrarse bien y urgió a los efectivos policiales a dar caza a su atacante. La patrulla subió las escaleras y cuando enfocaron el rellano de la primera planta se encontraron con la escena del hombre en ropa interior y escondiendo un arma tras su espalda. Los agentes le pidieron que exhibiera lo que llevaba en la mano derecha. El varón hizo ademán de encañonarles y fue entonces cuando le dieron un golpe a la mano, consiguiendo que se le cayera el arma y procediendo inmediatamente a reducirle y ponerle las esposas.

El arma blanca utilizada para las puñaladas estaba en el felpudo y fue identificado por la víctima. A pesar de portar una chapa de la Guardia Civil colgada en el cuello, los efectivos municipales descartaron que se tratase de un agente, sino de un exmilitar. Tras pasar la noche en los calabozos, el detenido fue puesto a disposición judicial. El parte policial le atribuye un delito de lesiones y otro de atentado.

Pistolas táser

El concejal de Seguridad Ciudadana, José Ramón Prado, considera que estos hechos no hacen más que demostrar la necesidad de incorporar cuanto antes las tres pistolas de descargas eléctricas adquiridas por el Consistorio para mejorar la seguridad de los efectivos. “En breve comenzaremos con la formación para que nuestros agentes puedan utilizar estos dispositivos”, anuncia el concejal en relación a unas armas pensadas para inmovilizar a delincuentes peligrosos, que disponen de nueve cargas y llevan incorporadas cámaras de grabación para garantizar que los agentes cumplen los protocolos a la hora de emplearlas.