Adiós al estereotipo de que los gays son pudientes: de media son más pobres

Los datos de la situación socieconómica de las personas LGTBI+ rompen con el estereotipo de que los gays son adinerados, ya que, de media, el colectivo es más pobre, como señala Ignacio Paredero, secretario de Organización de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+).

La FELGTBI+ acaba de presentar el informe Estado Socioeconómico LGTBI+, Estado LGTBI+ 2023, la primera radiografía de la situación socioeconómica del colectivo en España, que muestra las familias LGTBI+ ingresan casi un 20% menos (18,69%) que el resto de familias en España: 26.076€ de renta media anual frente a los 32.216€ de la población general.

Dificultades para hacer frente a gastos

"Lejos del estereotipo de que las personas LGTBI+ son económicamente pudientes, las familias LGTBI+ son, de media, más pobres", asegura Paredero, que considera que esta creencia viene dada, sobre todo, por cómo se representa en colectivo en la televisión.

Pero esa imagen en el colectivo popular poco tiene que ver con la realidad, que se explica con factores como el abandono temprano del hogar por expulsión, que afecta directamente en la formación y la trayectoria laboral; junto con otros datos adicionales, como la incidencia del sinhogarismo, o la inestabilidad laboral en personas LGTBI+ debido a su alta tasa de autónomos y bajo nivel de trabajo por cuenta ajena".

También los indicadores de la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social (AROPE) refuerzan esta idea. El colectivo LGTBI+ tiene mayores dificultades en elementos como poderse permitir carne o pescado, afrontar gastos imprevistos, retrasos en el pago de facturas o poder disponer de un automóvil.

Sinhogarismo

Otro de los datos obtenidos en la encuesta Estado LGTBI+ es que solo el 72,5% de la población LGTBI+ son personas asalariadas por cuenta ajena, 13 puntos menos que la población general, lo que empuja, por su parte, el porcentaje de la población LGTBI+ que recurre al autoempleo, 7,4 puntos más que la población general.

"Uno de los temas menos estudiados pero que afectan con más claridad al colectivo LGTBI+ es el sinhogarismo", aseguran en el informe. En este sentido, "los datos de la encuesta son realmente alarmantes". Porque si entre la población general, según el INE, la incidencia del sinhogarismo es de 86 personas cada 100.000 habitantes (un 0,086% de la población general), según la encuesta Estado LGTBI+ 2023, un 2,25% de las personas LGTBI+ han tenido que dormir en la calle en algún momento a lo largo de su vida.

En concreto, un 13,3% de las personas LGTBI+ tuvo que irse a vivir con amigos o parientes temporalmente, un 9,3% tuvo que vivir en un lugar no adecuado como casa y un 2,3% tuvo que dormir en la calle, a lo largo de su vida. Esto, traducido en cifras absolutas de población, indicaría que más de 70.000 personas LGTBI+ han tenido que dormir en la calle en algún momento de su vida en España.

"Aunque no sea completamente comparable, da una idea de la enorme incidencia del sinhogarismo entre esta población. El sinhogarismo aparece atravesado por factores como la educación, la renta y también la identidad LGTBI+", apuntan. El problema es especialmente significativo entre las personas trans: alrededor del 50% de ellas ha tenido algún problema de sinhogarismo a lo largo de su vida.

El género también influye

Además, los hogares de personas trans ganan de media 19.957 euros al año, frente a los de lesbianas( 26.793€ al año), los de gais (31.900€), los de bisexuales (24.850€), los de no binarias 26.594€ y los de asexuales (19.076€).

Asimismo, hasta el 58,70% de los hogares de lesbianas ganan menos de 2.000€ al mes. "Hay un montón de elementos que muestran que las mujeres lesbianas están en una situación negativa. Esto es algo que nadie había puesto encima de la mesa, y que nosotros no esperábamos como tal. Sabemos que el género perjudica, pero quizá no a este nivel", reconoce Paredero a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA.

Los hombres LGTBI+ tiene una tasa de actividad del 82,75% frente al 74,87% de las mujeres del colectivo, una diferencia de casi ocho puntos (que en la población general es algo mayor). Por eso, constatan que "la variable género sigue atravesando al colectivo LGTBI+ de manera muy clara en la actividad laboral" y, por tanto, en la económica.