Pediatría

Los problemas médicos más habituales en los niños prematuros

Suelen repetirse unos parámetros en una media significativa de los bebés que han sido muy prematuros

La inmadurez respiratoria y hepática, los problemas en el cerebro e intestino son algunas características comunes

Su evolución durante los primeros meses de vida son fundamentales.

Su evolución durante los primeros meses de vida son fundamentales. / ShutterStock

C.R.G

Es necesario comenzar recalcando que cada niño prematuro es un mundo y, por tanto, su nacimiento y la forma en la que va a desarrollarse, incluidos los síntomas y problemas médicos que presente, pueden ser muy diferentes a los de otro niño prematuro nacido el mismo día, a la misma hora e incluso con las mismas semanas de gestación y hasta peso similar. Su evolución durante los primeros meses de vida, especialmente si ha sido un ‘gran prematuro’, son fundamentales para que los especialistas puedan trazar un pronóstico.

Sin embargo, es cierto que suelen repetirse unos parámetros en una media significativa de los bebés que han sido muy prematuros, a nivel nutricional, respiratorio, de mantenimiento de la temperatura corporal, hepáticos... También pueden presentar infecciones, lesiones hemorrágicas, dificultades intestinales o de visión, entre otras cosas.

Nutrición y temperatura

En cuanto a los problemas nutricionales, cabe destacar que, dada la inmadurez para succionar y deglutir la leche, estos niños suelen requerir en sus primeras semanas de vida alimentación por sonda o a veces nutrición parenteral (a través de suero por vía intravenosa).

Sobre el mantenimiento de la temperatura corporal, es relevante apuntar que debido a su mayor superficie corporal (proporcionalmente) y escasa grasa subcutánea, hay que mantenerlos en ambientes con temperatura controlada. De ahí que muchos de ellos pasen semanas en incubadoras de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIS) de su hospital, preparadas para este tipo de situaciones.

Inmadurez respiratoria y hepática

También pueden sufrir problemas respiratorios: En algunos recién nacidos prematuros se puede observar, por su inmadurez, incapacidad para expandir sus pulmones y respirar. Es habitual asimismo que presenten pausas en la respiración, conocidas como apneas. En estos casos se suelen requerir un soporte de oxígeno que, en ocasiones, se hace necesario mantener durante varios meses.

En estos bebés nacidos antes de la fecha prevista se detecta inmadurez hepática. Es por ello los prematuros se ponen con más frecuencia amarillos (ictericia) y puede durar un tiempo. Tampoco es descartable que puedan tener infecciones de distinto tipo y gravedad, dado que su sistema inmune es más vulnerable que el de un bebé nacido a término.

El cerebro y el intestino

Otros problemas médicos graves que pueden presentar –aunque insistiendo en que cada prematuro tiene sus características y no tiene por qué verse aquejado de estas complicaciones descritas- son lesiones hemorrágicas en el sistema nervioso central (hemorragia intraventricular) y lesiones por infarto o falta de riego sanguíneo en algunas zonas del cerebro, esto es, leucomalacia periventricular.

Puede darse asimismo enterocolitis necrotizante (lesiones que se producen en el intestino de los prematuros más pequeños, y que pueden llegar a perforarlo si no son detectadas a tiempo) o, entre otras cosas, retinopatía del prematuro: se trata de una lesión de la retina, con mayor incidencia en los bebés más inmaduros -menos de 30 semanas o de 1.250 gramos-, consecuencia del oxígeno que han necesitado durante sus primeras semanas en caso de haber tenido problemas respiratorios.

Por último, cabe destacar que son probables los déficits nutricionales en vitaminas, hierro, calcio y fósforo, así como los problemas metabólicos como hipoglucemia (disminución de azúcar en sangre) o la anemia, debido a que su inmadurez les impide fabricar toda la sangre que necesitan: eso explica que pueda ser oportuno realizar transfusiones durante su estancia en el centro hospitalario.