Síntomas para detectar depresión en las personas mayores, y consejos para ayudarles

Síntomas para detectar depresión en las personas mayores, y consejos para ayudarles

Síntomas para detectar depresión en las personas mayores, y consejos para ayudarles

Según datos de la Encuesta Europea de Salud, más de 2 millones de personas en España padecen depresión. Una enfermedad mental con una alta prevalencia en nuestro país pero que durante mucho tiempo ha sido el gran tabú de la salud.

Esta dolencia afecta de manera grave a más de 230.000 personas y en mayor medida a las mujeres (7,1%) que a los hombres (3,5%).

Y llevamos dos años de crisis sanitaria que han ayudado bastante poco a que los índices de caso disminuyan o, en el mejor de los casos, se mantengan.

La depresión afecta con especial dureza a los mayores

Durante todo este tiempo de pandemia nos hemos encontrado sumidos en una situación que aún sigue  siendo especialmente dura para los más mayores.

La razón fundamental es que al haberlos considerado personas vulnerables, y en nuestro afán por protegerlos de la infección del SARS-CoV-2, hemos acabando perjudicando su salud mental.

Y así nos encontramos con que los datos recogidos por la encuesta europea muestran que el 16% de la población mayor de 85 años padece cuadros depresivos.

¡Casi 1 de cada 6 abuelitos!

Además, este colectivo presenta una prevalencia elevada que, según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, oscila entre el 5 y el 20% en población y entre un 11 y un 45% en los mayores hospitalizados.

Así, aunque en los últimos tiempos la salud mental de los jóvenes ha estado en el foco del debate público, atender correctamente el bienestar mental de las personas mayores, un colectivo especialmente vulnerable, es igual de importante por la complejidad de su diagnóstico.

No todo son síntomas de la edad

David Curto, director Médico, Calidad e Innovación de Sanitas Mayores, lanza 3 advertencias:

«En muchas ocasiones los problemas de salud mental de los mayores son asumidos como síntomas normales de la edad». «La tristeza o la apatía son frecuentemente interpretadas como una consecuencia de una enfermedad física o de una patología crónica y esto lleva a desatender sus necesidades y a diagnósticos erróneos». «Pero la depresión no forma parte del envejecimiento, no es un signo de debilidad ni un defecto del carácter».

En este sentido, detectar un posible problema de salud mental de manera precoz por parte de familiares y cuidadores es esencial para obtener un diagnóstico y un tratamiento correcto.

Sólo así conseguiremos garantizar un envejecimiento feliz y saludable.

Señales de alarma

Diana Camín, psicóloga de bluaU de Sanitas ha elaborado una lista de síntomas que pueden ayudar a reconocer una depresión si cinco de ellos se experimentan durante cuatro u ocho semanas:

  • Sentirse deprimido la mayor parte de día o casi todos los días.
  • Perder el interés o dejar de sentir placer por todas o por casi todas las actividades.
  • Perder o ganar peso sin habérselo propuesto.
  • Problemas para dormir o pasar demasiado tiempo en la cama.
  • Mayor agitación o dificultad para moverse.
  • Falta de motivación, energía y sensación de fatiga.
  • Problemas de autoestima o sentimiento de culpabilidad excesiva, no simplemente un auto reproche.
  • Problemas para pensar, para concentrarse o para tomar decisiones.
  • Pensar en la muerte (no sólo miedo a morir) y pensamientos suicidas.

Cómo actuar si detectamos la depresión

Una vez que hemos somos conscientes de que el mayor puede estar teniendo un proceso depresivo, es hora de actuar.

Además de acudir a un profesional de la salud mental, parientes y amigos pueden también contribuir al abordaje y mejora del paciente, con una serie de ajustes en las rutinas que pueden tener un gran impacto en el bienestar emocional:

  • Evitar el aislamiento y tratar de que se comunique con los demás: el aislamiento solo empeora la depresión.

Realizar actividades que resultan placenteras y que permitan desconectar y reducir el estrés, al igual que hablar con los seres queridos puede ayudar mejorar.

  • Encontrar un propósito: para superar la depresión y evitar que vuelva, es importante encontrar una razón para levantarse.

Una buena forma de encontrarla es centrarse en lo que todavía se puede hacer, no en lo que se solía hacer en tiempos pasados.

Se deben plantear objetivos y metas realistas, y puede ser buena idea aprender una nueva habilidad o afición.

Prestar especial cuidado a la apariencia física ayuda a ganar confianza. Se puede realizar un horario semanal donde incluya distintas actividades.

  • Adoptar hábitos saludables: cuando se está deprimido, es difícil encontrar energía para hacer cualquier cosa e, incluso, para cuidar de la salud, pero el cuidado físico está estrechamente relacionado con el mental.

Practicar ejercicio, cuidar la alimentación, mantener un horario regular de sueño y vigilia y exponerse a la luz del sol son algunas de las recomendaciones.

  • Buscar ayuda profesional: para muchos adultos mayores es especialmente difícil pedir ayuda. Esto ocurre por pertenecer a una época en la que las enfermedades mentales tenían un gran estigma.

Muchos no creen que la depresión sea una enfermedad real o se sienten avergonzados por no encontrarse bien.

El consejo del profesional

Para concluir, la psicóloga de BluaU de Sanitas Diana Camín, lanza una última advertencia:

«Los adultos mayores deprimidos pueden no sentirse ‘tristes’ y notar otros cambios, como encontrarse más cansados o percibir que sus problemas físicos han empeorado sin que exista una razón clara para ello».

Por ello, es vital el papel de familiares y amigos a la hora de detectar y animar a su ser querido a dar el primer paso para buscar ayuda profesional.