TRÁFICO DE ARMAS

Los torneros fresadores de Jaén que fabricaban armas de guerra y fusiles de asalto en sus talleres metalúrgicos

La Guardia Civil intervino armas de gran calibre fabricadas para vender a grupos criminales

El hilo que destapó la trama fue la adquisición de una herramienta concreta por parte de los fabricantes

Uno de los talleres donde se fabricaban estas armas clandestinas

Uno de los talleres donde se fabricaban estas armas clandestinas / Guardia Civil

David López Frías

David López Frías

Eran dos talleres metalúrgicos de los de toda la vida. Con sus tornos, sus fresadoras y sus prensas hidráulicas. Sus propietarios eran dos veteranos del sector, de entre 50 y 60 años. Sin embargo, en ninguno de los dos locales parecía haber demasiada actividad comercial diaria. Algún cliente esporádico, pero poco más.

Nada hacía sospechar que, lo que escondían estos dos talleres de Jaén, era la fabricación artesanal de armas de guerra, tales como fusiles de asalto de gran calibre. También silenciadores para usar con dicho arsenal, miles de cartuchos metálicos para utilizar como munición e incluso varios kilos de sustancias explosivas para rellenar dichas vainas.

Lo descubrió la Guardia Civil en el marco de la denominada Operación Carmelo. Un golpe policial que ha tenido lugar en ocho países distintos, de Europa y América. En la operación se han desmantelado hasta 14 talleres clandestinos, sin relación aparente entre ellos, que fabricaban armas para vender a organizaciones criminales.

La operación se desarrolló en Reino Unido, Suecia, Irlanda, Alemania, Países Bajos y Canadá, además de en tres localizaciones de España: Madrid, León y Jaén. La Guardia Civil ha estado coordinada con Europol para llevar a cabo esta operación que, además de las mencionadas armas fabricadas en los talleres jiennenses, también ha localizado talleres en los que el armamento se construía mediante impresoras 3D.

Algunas de las armas intervenidas por la Guardia Civil en España

Algunas de las armas intervenidas por la Guardia Civil en España / Guardia Civil

Las cifras


Durante la operación internacional se realizaron simultáneamente 24 registros de los talleres y domicilios en todos los países mencionados, con la detención de 14 personas. Se incautaron más de 80 armas de fuego de fabricación clandestina, además de silenciadores y munición.

En nuestro país han sido intervenidas 42 armas de fuego, más de 32.000 cartuchos, 29 silenciadores, casi 18 kilos de sustancias explosivas y numerosas herramientas y maquinaria para su fabricación, así como componentes esenciales para la fabricación de las armas.

Los responsables de la operación en la Guardia Civil han explicado a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA las diferencias entre los distintos talleres intervenidos en nuestro país: “Eran dos perfiles diferenciados. Uno fabricaba las armas de forma convencional, con maquinaria metalúrgica. Los otros dos lo hacían mediante tecnología 3D”.

Los perfiles


“Los fabricantes de armas con impresoras 3D tenían un perfil distinto. Se trata de lo que podríamos llamar ‘frikis’ de la tecnología. Personas introvertidas y muy inteligentes, que se tomaban la fabricación de estas armas como un reto. Se documentaban en foros de internet, descargaban los planos y llevaban a cabo la fabricación de las armas”, explican a este periódico.

“Son personas muy jóvenes, sin antecedentes penales y de entornos estructurados. Se informaban mediante tutoriales, porque todo está en internet. Y llevaban a cabo la fabricación de armas muy potentes. En el caso del taller de Madrid se ha llegado a intervenir un subfusil FGC-9”, que es un arma especialmente letal, de pequeño tamaño y capaz de hacer fuego automático como una ametralladora.

En la operación no se intervinieron solamente armas, también munición clandestina

En la operación no se intervinieron solamente armas, también munición clandestina / Guardia Civil

“El otro perfil es lo que hemos encontrado en los talleres de Jaén. Una forma de construcción convencional, en talleres que estaban dotados de tornos pesados, fresadoras, prensas hidráulicas. Allí se han intervenido cañones artesanales y sus respectivos silenciadores. Lo llevaban a cabo profesionales del sector”.

Ánimo de ocultación


“En el primer caso, en el de las impresoras 3D, se podían construir algunas pistolas más básicas, de plástico, que a menudo cuando han disparado varios tiros revientan. Pero las otras, las intervenidas en los talleres convencionales, sí que eran armas con silenciadores que estaban pensadas para hacer uso o vender a grupos de delincuentes concretos”, explican estas fuentes.

En los talleres jiennenses, la Guardia Civil halló “vainas vacías y pólvora para fabricar incluso la munición. Eran talleres seudoprofesionales de armas y existía ánimo de ocultación, con armas escondidas en falsos fondos. El negocio era una tapadera sin mucha actividad y allí se han intervenido auténticas armas de guerra, como fusiles de asalto de calibres 7,62 o 5,56, que son armas que no son usadas por ejemplo por cazadores”.

Cuentan desde la Guardia Civil que “estas armas eran fabricadas para ser vendidas y conseguir dinero. Sus clientes suelen ser grupos de delincuentes que operan en Andalucía, en la Costa del Sol o en Campo de Gibraltar. Se trata de armas que, oficialmente, no existen. No tienen un marcaje, no están registradas por ningún vendedor de armas, por lo que es mucho más difícil seguir el rastro cuando se utilizan”.

Algunas de las armas intervenidas por la Guardia Civil

Algunas de las armas intervenidas por la Guardia Civil / Guardia Civil

La clave


España no ha sido el único lugar donde se han intervenido armas. En Alemania se han desmantelado cuatro talleres ilegales, dos de ellos de impresión 3D de armas de fuego, así como más de 10 armas de fuego y 5.000 cartuchos en posesión ilegal de los arrestados. En Suecia también fue arrestada una persona que transformaba armas de fogueo en armas reales en otro taller ilegal.

En el Reino Unido, se han desarrollado tres actuaciones con el arresto de tres personas sospechosas de fabricar armas de fuego mediante impresión 3D. En los diferentes registros practicados, se han incautado más de 10 armas ilegales, grandes volúmenes de municiones, precursores de explosivos, pólvora “y hasta un lanzagranadas militar, que es el arma más potente que se ha incautado en esta operación”, cuentan desde la Guardia Civil.

Igualmente, en Irlanda las autoridades policiales realizaron dos actuaciones e intervinieron otras cuatro armas de fuego. Y en Canadá se desmanteló otro taller ilegal de fabricación ilegal de armas de fuego mediante tecnología de impresión 3D, incautándose de varias armas de fuego fabricadas híbridamente mediante esta tecnología.

Explican los responsables de la operación que la clave para hallar a estos fabricantes "fue que todos ellos adquirían una herramienta muy concreta que era imprescindible para la fabricación de este armamento". En la operación también han participado los Grupos de Información de las Comandancias de Madrid, Jaén y León, el Servicio Cinológico (perros detectores de armas), Gedex de Granada y León y otras unidades.