ESPÍRITU ANTINAVIDEÑO

La infeliz Navidad: no solo el Grinch se estresa en estas fechas

Un estudio revela que uno de cada dos españoles se siente agobiado en esta época por los gastos extra, las compras de regalos, la alimentación excesiva o la preparación de comidas y cenas

Madrid es la región "más grinch de España", certifica la psicóloga Ana Belén Medialdea, que ha creado una "guía del bienestar en Navidad" para sobrellevar mejor estos días

El Grinch, durante una escena de la película.

El Grinch, durante una escena de la película. / ARCHIVO

Daniel Méndez, redactor publicitario y copy, escribió días atrás en X, la red anteriormente conocida como Twitter, un hilo que llegó a más de tres millones de personas y que levantó algunas ampollas. Este joven murciano criticaba el "tumulto" en el que se convierte Madrid -ciudad en la que vivió durante siete años- cada Navidad, con "cuatro horas para comer una hamburguesa en el food truck de Dabiz Muñoz que acaban en reyertas", a las "colas de 200 metros para comer un buñuelo de bacalao" y a los "turnos de más de 100 personas para degustar un bocadillo de calamares". Incluso le dio un nombre a esa "psicótica necesidad de ir a lugares llenos de gente y de ruido": los que la sufren tienen, según Méndez, "jaranafilia".

Las masas en el centro de Madrid parece que a los que menos gustan son a los propios madrileños, o a los que lo son de acogida. Aquellos que viven el día a día. "Estas semanas son, de verdad, horrorosas", apunta Raquel, una madrileña que "desde el 1 de diciembre, o a partir del encendido de luces navideñas, y hasta pasado el día de Reyes" no se acerca al centro de la ciudad. Desde Cibeles a Plaza de España, de Nuevos Ministerios hasta Atocha. Reconoce sin ningún pudor que los regalos, mejor los compra online o en un centro comercial fuera de la almendra central. ¿Las luces? Las verá por internet o en redes sociales.

No me acerco al centro de Madrid desde el encendido navideño y hasta pasado el día de Reyes"

Raquel

— Madrileña

La Navidad para los madrileños no es tan feliz como para los oriundos de otras comunidades autónomas. De acuerdo con el estudio ¿Y si menos Navidad fuese más Navidad?, elaborado por Sigma Dos para IKEA, Madrid es la región "más grinch de España", certifica la psicóloga Ana Belén Medialdea, que ha creado una "guía del bienestar en Navidad" para sobrellevar mejor estos días.

Los habitantes de la Comunidad de Madrid "se angustian y estresan" en mayor medida que el resto "cuando tienen que acudir a reuniones familiares y con amigos". Los madrileños, dice, "son los que menos disfrutan de la Navidad, los que más quieren durante estas vacaciones hacer otro tipo de planes, como viajar, y no tener que cumplir con los rituales propios de esta época".

El mercadillo de Plaza Mayor, las luces, la pista de hielo de Plaza España... Si la realidad de Madrid se desarrollase en el mismo universo que la de El Grinch, se podría decir que la capital se transforma cada año en Villa Quién, la ciudad más navideña. ¿Es por ello que a algunos de sus habitantes les agobian estas fechas por el ir y venir de visitantes? El ruido, las colas, las prisas. "Sí, las personas que vivimos en Madrid coincidimos en que lo hacemos a un ritmo muy estresante en nuestro día a día. Durante la Navidad, hay cosas muy bonitas en la ciudad para hacer y para ver, pero, al ser la capital, en épocas de puentes y fines de semana los que viven fuera de Madrid también quieren venir y se producen aglomeraciones. En las tiendas prácticamente no se puede comprar, todo se convierte en hacer fila y no hay ninguna actividad que se pueda hacer de manera relajada", coincide Medialdea con Méndez sin saberlo. 

Villa Quién, la ciudad donde se desarolla la película 'El Grinch'.

Villa Quién, la ciudad donde se desarolla la película 'El Grinch'. / ARCHIVO

El hilo de Daniel Méndez "nace de la presencia de unos amigos en Madrid durante este puente y de mis últimas visitas, una de ellas en las Navidades del año pasado, además de lo que viví, en Callao, un día que tuve la mala idea de hacer mis compras navideñas". Este murciano aclara que en realidad su hilo no se refiere solo a Madrid, sino que "habla de un modelo de ciudad que se está imponiendo en Occidente y de una forma de ser también que se está asentando socialmente: la de las personas que están dispuestas a esperar por el solo hecho de que otras lo hacen". "Y todo para consumir", sentencia.

Miles de personas recalan en Madrid en diciembre para comprar regalos, ir a los mercadillos, ver las luces y pasear entre una marea humana, igual que lo hacían los habitantes de Villa Quién en la película El Grinch, hasta que Cindy, la adorable niña que la protagoniza, les recuerda que lo importante de la Navidad no son los regalos, aunque sus hocicudos vecinos se centren en ellos por inclinación social. Méndez agrega: "Hay gente que adora las multitudes, que las necesita. A veces pienso si no es una forma de sentirse más seguro o por un mero instinto de manada".

Cindy Lou Quién, la niña protagonista de 'El Grinch'.

Cindy Lou Quién, la niña protagonista de 'El Grinch'. / ARCHIVO

La mitad estresada de España

Aunque los madrileños son los que registran momentos más intensos de estrés durante estas fechas, no son los únicos. De acuerdo con el estudio de Sigma Dos para IKEA, un 49,3% de los españoles, casi la mitad, lo experimenta también. Los gastos extra (que alteran a seis de cada 10), compras de regalos (al 54,2%), la alimentación excesiva (al 47,9%) o la preparación de comidas y cenas (al 45,2%) agobian a los habitantes de nuestro país cuando cae noviembre.

Existen más variables, como la de encontrarse con personas a las que uno no desea ver, que estresa a un 40% de la población, o verse obligado a mantener conversaciones indeseadas con familiares (39,4%), con sus típicos "has cogido algo de peso", "¿tienes ya novio?", "vienes maquillado a la cena para llamar la atención" o "habrá que ir pensando en el bebé".

Es época de estrés, también de derroche. De media se estima que los españoles gastarán 745 euros en Navidad según se desprende de una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y usuarios (OCU). Diez euros más que el año pasado que irán destinados a compras (se mantiene en 396 euros), regalos, cenas y comidas con familiares, amigos y compañeros de trabajo (138 euros), además de en lotería y viajes (112 euros). La encuesta también revela excesos en las compras, pues el 55% de los consumidores reconoce que gastará más de lo previsto, y eso que un 26% asegura que prefiere dar sus regalos en enero para aprovechar posibles descuentos cuando empiecen las rebajas.

Me ha costado mucho aprender a controlar el agobio navideño. Antes, me apuntaba a todos los planes, pero, ahora, con ayuda de mi psicólogo, he aprendido a decir que no cuando me veo sobrepasado"

Álvaro

— Riojano

“¿Es necesario que tenga que comprar lotería de todos los sitios que frecuento?”, se pregunta Carlos, manchego. Él mismo se responde, reconociendo que, “por presión”, siempre acaba adquiriendo un décimo, no vaya a ser que le toque el premio “a mi compañero de pádel o al camarero del bar donde desayuno todos los días, y a mí, no”. Una contradicción en la que coincide Álvaro, riojano, a quien al agobio compras y regalos se le suma el “exceso de planes”. Hijo y nieto único, la tranquilidad de un momento en solitario es su mantra porque “la soledad y el silencio también pueden ser los mejores compañeros”. Difícil en estas fechas para quien nunca ha soportado “tener que juntarse por juntarse”. “Me ha costado mucho aprender a controlar este agobio. Antes, me apuntaba a todos los planes y comidas, pero, ahora, con ayuda de mi psicólogo, he aprendido a decir que no cuando me veo sobrepasado y no me siento preparado para multitudes”, añade Álvaro.

Entrega del premio 'Alegre Maestre', en la película 'El Grinch'.

Entrega del premio 'Alegre Maestre', en la película 'El Grinch'. / EL GRINCH

¿Amarla u odiarla?

el 19,2% que odia la Navidad, los grinch,el 16% que la considera su época favorita, los que merecen el premio alegre maestre.noches de paz

Sofía es una de esas personas que se considera "un poco grinch" y a la que le agobia que la gente "se empeñe en ser feliz y obligue al resto a serlo". No entiende por qué se fuerza a nadie a estar alegre solo porque sea Navidad. "Si mi vida en estos momentos está siendo una mierda o tengo simplemente un mal día", apunta, "voy a seguir teniéndolo, ya sea 25 de diciembre o 17 de mayo". La hipocresía es otro aspecto que sale a relucir siempre que llegan estas fechas. "Cada vez que me dicen un 'vamos a vernos esta Navidad', tiemblo". "Uff, no. El año tiene 12 meses. ¿Por qué solo quieres verme en diciembre? Si no te importa mi vida ni a mí la tuya durante el resto de meses, no quiero verte ahora tampoco", finaliza Sofía. Como ella, un 30,9% de los españoles se siente agobiado por la cantidad de compromisos que llenan su agenda.

Ana Belén Medialdea, en un consejo bonus que ha dedicado a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA en la entrevista, explica que los grinch tienen que ser capaces de "poner límites" y analizar qué necesitan hacer durante las navidades. "Más que decir a la persona que tiene que hacer algo que a lo mejor no siente, yo le recomendaría que haga lo que quiera. Si alguien odia la Navidad y no le gustan estos rituales y a su familia le encantan, quizás para ellos sea un mal trago que un ser querido no vaya a cenar con ellos, pero es importante respetar lo que el cuerpo nos pide. No hay que hacer algo que no queremos para contentar a otro", lanza. 

Sin embargo, si el motivo por el que no quiere celebrar la Navidad reside en que mantiene un conflicto abierto con alguien de la familia o del grupo de amigos, la psicóloga indica que "es mejor trabajar para ver qué necesita hacer: alejarse de todo o tratar de aliviar ese rencor". 

Las mujeres lo pasan peor

Tal como se desprende del estudio, las mujeres se estresan significativamente más que los hombres (55,7% frente al 42,5%) y también hay diferencias en los motivos de tensión. "Las mujeres se estresan principalmente por los gastos económicos y por las preparaciones de cenas y comidas. Yo creo que esto tiene que ver también con el rol de las mujeres en la sociedad. Aunque vaya cambiando, ellas, sobre todo las que vienen de generaciones anteriores, tienen más presión para desarrollar los preparativos de las celebraciones navideñas", reflexiona Medialdea. 

Las mujeres se estresan por los gastos económicos y por las preparaciones de cenas y comidas. Tiene que ver con el rol de las mujeres en la sociedad

Ana Belén Medialdea

— Psicóloga

Las madres, las esposas y novias, las abuelas, las hijas, las tías, las hermanas o las amigas "suelen tener más cargas de trabajo, debido a que asumen la responsabilidad de planificar y organizar las celebraciones navideñas". Esa presión se hace aún mayor si tienen que equilibrar estas actividades estacionales con las de su vida diaria, como "las demandas del trabajo y las responsabilidades familiares", pero también pueden influir en el estado emocional "los cambios hormonales que ocurren en el ciclo menstrual, el embarazo, el parto y la menopausia", recuerda la psicóloga.

La tasa de mujeres que afirman haber experimentado algún problema de salud mental, mayoritariamente ansiedad o depresión, es además más elevada que la de los hombres: un 28,4% frente a un 20,5%. "A veces nos ponemos demasiada presión en que todo salga bien, en cumplir con unas expectativas e invertimos mucho tiempo en hacerlo todo perfecto, cuando lo más importante -y que no se nos puede olvidar, como bien concluye Medialdea- es que la Navidad es un encuentro. Lo esencial de la mesa es juntarse con quien se quiere estar, no la comida o los regalos".