SORTEO DE NAVIDAD

12 días haciendo cola a la intemperie para entrar el primero al salón del sorteo de Navidad: "Es mi reto"

"Quería ser el primero por mi familia y por mi pueblo, Novales. Estoy feliz", asegura este cántabro que suma ya 16 ediciones presenciando el sorteo como público

“Jesús el de Novales”, frente a las puertas del Teatro Real en Madrid donde lleva haciendo cola desde el lunes.

“Jesús el de Novales”, frente a las puertas del Teatro Real en Madrid donde lleva haciendo cola desde el lunes. / ALBA VIGARAY

Roberto Bécares

Roberto Bécares

Mientras otros se van a esquiar o a una casa rural en la montaña, a Jesús 'Pelon' (O 'el de Novales') lo que le gusta en sus vacaciones de Navidad es venirse a Madrid. Pero no a ver las luces, ni a un espectáculo navideño, ni siquiera a comerse un buen cocido, sino a hacer cola en el Teatro Real para tratar de ser el primero que entra al Salón de Loterías para el Sorteo del Gordo del día 22. Jesús llegó el lunes a primera hora de su tierra natal y se tira todo el día a las puertas del Teatro. En total estará así 12 días. "Por el día me dejan quedarme dentro, eso esta bien", explica este cántabro de 53 años al que conocen en muchos negocios de Ópera, donde está el Teatro Real: "Sólo tienes que preguntar por el chico de la Lotería".

Jesús está unido sentimentalmente al sorteo de Navidad desde que era pequeño. Cosas de familia. "Es algo que vivía de niño, no es algo que se me antoje, como ir al fútbol. Con ocho años cogía la libreta y escuchando el sorteo en RNE iba escribiendo los números que iban saliendo y hacía una copia para mi padre y otra para mi tío", rememora a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA

Lleva Jesús un gorro de lana, guantes, una buena zamarra y "ropa térmica, es lo mejor que hay", sobre todo teniendo en cuenta la ola de frío que viene sobre España y que situará el termómetro en cero grados en Madrid. "Con la ropa térmica se está bien, hay veces que te tienes que bajar un poco la cremallera y todo", tranquiliza Jesús, que llega cada día a la puerta entre las 5 y las seis de la mañana y se vuelve al hostal donde se está alojando al filo de la medianoche. 

Su propia canción

En medio de la charla, aparecen dos paisanos de Torrelavega a saludarle y darle ánimos. Jesús, conocido en Santander como 'Chuchi', es muy conocido en toda Cantabria, aunque él vive en Alfoz de Lloredo. "Me han hecho una canción y todo", presume este amante de la Lotería, que con esta ya son 16 las ediciones del Sorteo a las que acude. En cinco de ellas fue el primero en llegar a la fila, con lo que le corresponde el asiento número uno del salón. "Este año igual veo cómo llegan los bombos, que es lo que me falta por ver, me han chivado que igual vienen mañana [por hoy] o pasado [por mañana]", dice ilusionado por lo bajini. 

Es mediodía y aparece Manoli, otra de las clásicas del sorteo de la Lotería, que lleva más de 30 años acudiendo al sorteo de Navidad, disfrazada y todo. Tiene 86 años. "Es de locos", suelta mientras se sienta en un petrel del edificio sobre el hecho de que este año haya ganado Jesús la carrera por ser el primero acudiendo 13 días antes. Aunque no se reconozca y los amantes del Gordo se lleven bien, da la sensación de que hay cierto pique. 

"No hay pique"

"Yo es que el lunes no pude venir a primera hora porque los lunes, miércoles y viernes vienen del Ayuntamiento a casa [de los servicios de asistencia] y no me podía marchar", razona la mujer, que conoce a Jesús desde hace años. De hecho, los dos son los únicos que quedan de los habituales de la época en que se hacía el sorteo en Guzmán el Bueno. 

“Jesús el de Novales”, frente a las puertas del Teatro Real en Madrid.

“Jesús el de Novales”, frente a las puertas del Teatro Real en Madrid. / ALBA VIGARAY

"No hay pique", niega Jesús, "pero es que a todos nos gusta ser el primero. No hay problema, todos amigos, pero todos tenemos nuestro reto y mi reto es ser el primero por mi familia y por mi pueblo, Novales". Para esta edición, el cántabro, que evita decir a qué se dedica durante el año -"a mis cosas, tengo limoneros..."-, va a volver a repetir disfraz: se vestirá de obispo y su hijo, Sergio, que "hoy justo cumple 17 años, hará de monaguillo".

Para este año Jesús lleva 27 décimos, entre ellos uno al que tiene particular cariño, porque es el que su padre quería jugar: 00000. "Siempre decía que era el número de la realeza; luego un amigo me regaló el 99.999, para que tuviera el primer número y el último", cuenta con una sonrisa en la boca, mientras no deja de recibir llamadas de amigos y medios de comunicación. "Estoy feliz. Durante el año estoy a mis cosas para poder calcular cuántos días me tengo que coger y poder estar aquí". 

El amante de la Lotería asegura que cuenta con todo el apoyo de su familia en esta pasión que le llevará a arriesgar incluso su salud teniendo en cuenta la que se viene con el frente polar. "Es que el día del Sorteo es sagrado. Oír a los niños cantar.... ufff", se emociona. "Entramos a las ocho, vas a consigna a dejar la mochila, te dan tu número y cuando entras al último hall ahí salta todo, se te viene encima", asegura sobre la emoción que experimenta. 

- ¿Y si le toca el Gordo qué hará? 

- Voy a comprarla una silla de ruedas a una niña que le hace falta, y ayudar a un niño para que hable mejor, y también garantizar que mis hijos hagan una buena carrera.