JOYA SECRETA

Los nuevos dueños de la zapatería brutalista se comprometen a no demolerla: "Es única"

Prometen no derribarla ni realizar ningún "cambio estructural" en la fachada y en su interior

Fachada de la zapatería brutalista en Jorge Juan 55

Fachada de la zapatería brutalista en Jorge Juan 55 / Javier de Paz García / The Sibarist

Analía Plaza

Analía Plaza

Los nuevos dueños de la zapatería brutalista, el misterioso local de la calle Jorge Juan (Madrid) considerado una "leyenda" por los expertos, se comprometen a no derribarla ni a realizar ningún "cambio estructural" en la fachada y en su interior. Ximena Alborta, empresaria boliviana del sector moda, y Manuel Rodríguez Aseijas, ex-directivo de Coca-Cola e Inditex, han enviado un comunicado en respuesta a la noticia de EL PERIÓDICO DE ESPAÑA que informaba sobre la adquisición del inmueble y el pánico de los arquitectos a una posible demolición.

Alborta y Rodríguez Aseijas son ahora, respectivamente, directora general y socio de Coldwell Banker Unique Real Estate, una franquicia inmobiliaria de origen estadounidense que pronto abrirán en el distrito de Salamanca. El pasado mes de julio los empresarios se hicieron con este local único: un espacio construido a finales de los años 80 a base de piedras de mármol. Una "obra excepcional, una absoluta joya", según la arquitecta Concepción García, que desde su construcción había permanecido tapiada.

El local fue un encargo del empresario del calzado Manuel Losada al arquitecto Francisco Alonso, un autor con poca obra construida pero reconocido en círculos arquitectónicos. Según explicó Carlos Pita, arquitecto y amigo de Alonso, a este diario, Losada quería "una zapatería de postín". Pero la obra se alargó y se llenó de sobrecostes, según otros arquitectos consultados, de modo que Losada tuvo que renunciar a ella. Terminó aborreciéndola por los problemas que le había causado. Por eso estuvo cerrada tanto tiempo —solo abrió entre 2017 y 2021 gracias a un acuerdo del propietario con la Escuela de Arquitectura de Toledo— y dio pie a la leyenda entre expertos.

Cuando Alborta y Rodríguez Aseija la compraron, Francisco Alonso y otros arquitectos de su círculo se enteraron a través del presidente de la comunidad del edificio que había prevista una obra y demolición en el local. Pero el Ayuntamiento de Madrid nunca dio autorización, porque además el local está en proceso de ser protegido.

Los nuevos dueños aseguran que "el local fue adquirido precisamente por considerarlo de valor arquitectónico. Nuestra intención es preservarlo y ponerlo en uso respetando al máximo la obra realizada. Ya estamos trabajando con las autoridades locales competentes". Es "una satisfacción", dicen, "colaborar en la recuperación de esta referencia arquitectónica del brutalismo para nuestra ciudad y para la arquitectura en general". Coldwell Banker "es una inmobiliaria internacional enfocada en inmuebles de alta gama", de modo que revivir esta obra "única" es "reflejo de nuestro compromiso con preservar los entornos en los que estamos presentes".

Coldwell Banker abrirá la nueva oficina próximamente, "dentro del plan de expansión que contempla la penetración en la szonas más premium de España". Los arquitectos que impulsaron su protección e hicieron llamamientos para salvar la zapatería, creen que las noticias sobre ella pueden acelerar los trámites. En cualquier caso, Pita cree que los nuevos dueños no supieron qué habían comprado hasta que no se enteraron por la prensa de que era una auténtica y desconocida joya.

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