SE DISPARAN LAS SOLICITUDES

Extranjeros que viven en España pero montan sus empresas en... Estonia: "Es mucho más fácil"

La república ex-soviética es famosa por sus facilidades para abrir y gestionar negocios online, lo que atrae a un buen número de extranjeros que viven en España

Stefano Amorelli vivió en Canarias mientras gestionaba su negocio con una empresa estonia

Stefano Amorelli vivió en Canarias mientras gestionaba su negocio con una empresa estonia / A.P

Analía Plaza

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El número de empresas registradas en Estonia desde España se disparó el año pasado, según datos gubernamentales a los que ha accedido EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. "España es el mercado que más crece", explica Sandra Särav, secretaria general de entorno empresarial del Ministerio de Economía estonio. "Hubo un pico de aplicaciones durante el COVID. Creemos que tiene que ver con que la situación era difícil y la gente perdía sus trabajos".

Desde entonces, el país —famoso por sus facilidades para crear negocios por internet a través de la llamada "residencia digital"— dedica buena parte de sus recursos de marketing a captar nuevos "residentes digitales" en nuestro país, además de en Reino Unido y Alemania, sus otros dos grandes focos. Las solicitudes británicas aumentaron tras el Brexit. Las alemanas siempre han sido relevantes porque "la burocracia es complicadísima", dice Särav, y el marco legal es muy similar.

El desglose de datos permite ver, sin embargo, que la mayoría de las peticiones que llegan desde España no son de ciudadanos españoles, sino de extranjeros residentes (con permiso para vivir y trabajar, pero sin la nacionalidad). En concreto, hay 2.711 empresas estonias creadas por residentes en España, frente a las 2.030 creadas por ciudadanos españoles. Y ya son 6.375 los residentes digitales estonios con residencia física en España, frente a los 5.041ciudadanos españoles que se han hecho e-estonios.

Durante un tiempo, Stefano Amorelli respondió a este perfil. Este programador italiano empezó a trabajar para clientes estadounidenses siendo muy joven, con apenas 18 años. Cuando terminó la carrera quiso salir del pequeño pueblo siciliano en el que vivía. "Mi opción favorita era Gran Canaria, en España, porque es un hub digital además de tener buena comida y buen tiempo", cuenta en conversación con este diario. "Pero al investigar sobre los autónomos me di cuenta de que era un sistema similar al italiano, que ya me parecía confuso, pero encima en un idioma que no era el mío".

Morelli buscó otras opciones. "Malta, Chipre, Alemania. Pero no era posible", dice. Entonces conoció el programa de residencia digital de Estonia. "El encaje fue perfecto. Es un sistema muy claro que te permite crear y gestionar un negocio de forma sencilla, entendiendo bien qué haces, traducido al inglés", dice. Morelli se dio de alta, abrió su empresa estonia y se fue a vivir a Gran Canaria, donde estableció la base para viajar durante un par de años como un nómada digital.

Su último movimiento ha sido mudarse a Estonia de forma permanente, porque el nomadismo se complica cuando uno necesita, por ejemplo, ir al médico. "Fue la razón última por la que me mudé a Tallín. Conozco a gente que ha tenido problemas al no tener un sitio fijo", dice. "Aquí ya tengo la tarjeta permanente, acceso al sistema de salud y puedo seguir trabajando con clientes de Estados Unidos".

"Muchos de nuestros clientes son españoles que viven en otros países, pero también tenemos extranjeros viviendo en España", dice Miguel Piñas, fundador de Companio, una empresa que asesora sobre la residencia digital como proveedora oficial del Gobierno de Estonia. "Por ejemplo, ingleses que se plantean hacerse autónomos o que tienen un negocio internacional, un escenario para el que esta plataforma funciona bien".

¿Dónde pagan impuestos?

La residencia digital fue creada a finales del año 2014. Estonia, antigua república soviética que entró en la Unión Europea en 2004, tenía un amplio catálogo de servicios públicos digitales para sus ciudadanos y decidió abrirlos al mundo. Los residentes digitales —los e-estonios— se dan de alta por internet y, si son aceptados, acuden a una embajada estonia a recoger su tarjeta, con la que pueden identificarse, hacer trámites digitales y abrir una empresa en el país. Pero la e-residencia no les da derecho a vivir allí. Es como si España permitiera a extranjeros hacerse un DNI electrónico y abrir empresas con él.

Desde entonces, el país ha dado de alta a 105.500 e-residentes que han creado 27.000 empresas. En muchos casos, como en el del italiano Morelli, son empresas unipersonales. Si el e-residente vive en otro país debe hacer su declaración de la renta allí, igual que si es autónomo en España y quiere cotizar para acceder a las prestaciones de la Seguridad Social (paro, pensión, etc). Lo mismo aplica a los empleados.

"Si tienes una empresa en Estonia y quieres contratar a gente puedes tener a freelances, que están dados de alta en su país y a los que pagas con factura, o empleados, a los que contratas a través de una red de empresas que tenemos en Companio y por los que pagas impuestos en su país", dice Piñas. "También puedes contratar a estonios: ahí pagas impuestos en Estonia". La principal ventaja fiscal para las empresas registradas en Estonia es que no pagan impuestos sobre beneficios, sino sobre dividendos. Es decir: si el dinero que gana una empresa se reinvierte o no se toca, no paga. Si se reparte entre los accionistas, se grava al 20%.

El país ha ingresado 183 millones de euros desde el lanzamiento del programa de residencia digital, 40 de ellos en la primera mitad de 2023, principalmente de los impuestos sobre el trabajo y sobre los dividendos. Una pequeña parte proviene de las tasas: cien euros para darse de alta como e-residente y 265 euros para abrir una empresa.

España, segunda en el ranking

Por residencia, los extranjeros que viven en Alemania son los primeros en el ranking de e-residentes, seguidos de los residentes en España, Finlandia, Ucrania y Reino Unido. Por nacionalidad, los ciudadanos españoles ocupan el quinto puesto tras los ucranianos, alemanes, rusos y finlandeses, aunque desde que estalló la guerra los rusos y bielorrusos están vetados del programa.

Los ucranianos son la primera nacionalidad en número de e-residentes. "Son ucranianos que están viviendo en otros países de la Unión Europea", puntualiza Piñas.

"Todo el mundo puede solicitar la residencia digital, pero ahora nos centramos en Alemania, Reino Unido y España", dice Särav. "Podría pensarse que abrir una compañía en Estonia es útil para quienes quieren abrir una compañía en la Unión Europea, pero el 42% de las empresas que se crean a través de la e-residencia son de europeos. No ofrecemos nada extraordinario, simplemente abrimos un entorno empresarial y digital. Cada año vienen muchos alemanes a aprender cómo lo hemos hecho y dicen: jamás podríamos hacer esto en Alemania. Pero nosotros no tenemos mucho presupuesto [entre seis y diez millones de euros al año]. Si puedes hacerlo con ese dinero, puedes hacerlo en cualquier sitio".

Buscando españolas que se hagan e-estonias

La estrategia para captar ciudadanos digitales españoles o residentes en España tiene varias patas. El equipo de la e-residencia, dependiente del Ministerio de Economía, acude a eventos tecnológicos y contacta con españoles que ya sean e-residentes para convertirlos en embajadores. Es el caso de Mercedes Gil, una empresaria murciana con una empresa estonia que acudió a un encuentro con medios españoles, alemanes y británicos organizado en Tallín para contar su historia.

Mercedes Gil, e-residente estonia de Murcia

Mercedes Gil, e-residente estonia de Murcia / Raul Mee

Gil tiene una escuela Montessori británica en Murcia. Durante la pandemia, decidió abrir un programa de educación digital al que se apuntan niños que no necesariamente viven en Murcia y con profesores que no necesariamente están en España.

"Tuve que cerrar el colegio. Muchos padres dejaron de pagar. No tenía ingresos, pero tenía que pagar sueldos, alquileres, impuestos... Pensé: ¿cómo optimizo esto?", dice. Conoció la posibilidad de abrir la compañía en Estonia y eso hizo. Ahora, evangeliza sobre ello. "Son todo facilidades. Es muy transparente. En España tienes que tener asesor para todo; aquí he cogido uno simplemente para presentar las cuentas anuales. Y la contratación de extranjeros es más sencilla".

Tal es su 'flechazo' con la república ex-soviética que prepara una guía en español para promocionar la e-residencia entre mujeres. "Si están en casa con los niños y quieren trabajar en digital, esto es súper sencillo. Como te pongas legal en España te fríen y ya no haces otra cosa que papeleos. Por eso la gente se asusta. Esto te da mucha libertad y me parece que tiene una dimensión social".