CONTRABANDO

Lilo y Stitch, los dos linces africanos que paseaban por parques públicos de Cantabria: "Es una moda de Tiktok"

La Guardia Civil ha intervenido dos caracales (linces africanos) en Santiurde de Toranzo

La Fundación AAP advierte: "En los últimos tiempos han aumentado las solicitudes de rescates de felinos"

Imágenes de Lilo, uno de los dos caracales intervenidos por la Guardia Civil en Cantabria

Imágenes de Lilo, uno de los dos caracales intervenidos por la Guardia Civil en Cantabria / Guardia Civil

David López Frías

David López Frías

La primera voz de alarma la dieron los residentes de Santirude de Torazno, un pueblo de 1.600 habitantes de Cantabria. Habían visto a un vecino pasear por los parques del municipio con dos ejemplares extraños de lo que parecían ser gatos gigantes a los que llamaba Lilo y Stitch. Dieron aviso al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), que pudo comprobar in situ que lo que estaba paseando aquel señor eran dos linces.

Fue la Guardia Civil la que procedió posteriormente a la intervención de los dos linces, que se encontraban en el jardín de ese vecino y que habían sido adquiridos mediante tráfico ilegal de animales. Presumiblemente de un vendedor clandestino radicado en la provincia de Toledo. Dos felinos que son especies protegidas y que, según ha podido saber EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, podrían haber nacido en cautividad en nuestro país.

Lilo y Stitch. Como los personajes de dibujos animados. Ese fue el nombre que el propietario ilegal cántabro le dio a estos dos animales que no pertenecen a la familia del lince ibérico, sino a sus homónimos africanos. Lilo y Stitch son dos linces caracal (Caracal caracal es el nombre de la especie) que cuentan con 8 meses de edad. Su origen es la sabana africana o zonas semidesérticas de Asia. Aunque estos, según sospechan fuentes próximas al caso, "han nacido en España".

Cría en cautividad

La Guardia Civil se personó en el municipio. Al llegar al domicilio en cuestión, pudieron comprobar que los felinos se hallaban en unas jaulas dispuestas en el jardín. Al requerir a los propietarios la documentación que acreditara su legítima tenencia, se destapó que carecían de su permiso de importación o certificado de cría en cautividad, entre otras irregularidades, procediendo a su decomiso. El propietario acabó reconociendo que lo que le motivó a realizar la compra fue haber visto a animales de este tipo como mascotas en Tiktok e Instagram.

Continuando con las investigaciones, los agentes pusieron en conocimiento de la Subdirección General de Biodiversidad Terrestre y Marina del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico las irregularidades en el comercio de especies protegidas, así como una infracción a la ley de reprensión del contrabando. Posteriormente, los agentes constataron que dichos animales habían sido vendidos en un establecimiento de la provincia de Toledo por lo que componentes del SEPRONA se desplazaron hasta el lugar, según han declarado a este diario.

Cachorros de caracat

Cachorros de caracal / Cedida

Una vez allí, pudieron verificar que los linces habían sido vendidos sin factura y sin los documentos que acreditaban su legal procedencia, por lo que se procedió a instruir diligencias en calidad de investigados a los responsables del establecimiento, como presuntos autores de un delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, por tráfico de especies protegidas.

Por tales hechos, la Guardia Civil, junto con el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, activó el protocolo para asignar a los linces un lugar dentro de la red de centros de rescates CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), que por sus características y capacidades fuera más adecuado para albergarlos.

De esta forma, se hicieron cargo de los felinos personal de la Fundación AAP, con sedes en España, Países Bajos y Alemania, que tiene entre sus fines el rescate y rehabilitación de animales salvajes. Se trata de una fundación nacida en Países Bajos y que está presente en España desde 2009. En concreto han sido trasladados al centro que tiene AAP en la provincia de Alicante.

Felinos y primates

EL PERIÓDICO DE ESPAÑA ha hablado con sus responsables, que han explicado que "además de felinos de medio tamaño, también acogemos a primates. Tenemos un acuerdo de colaboración con la Guardia Civil y el Seprona, para cuando se dan este tipo de casos". Así, tras unas 8 horas de viaje, los animales llegaron a las instalaciones de la fundación en Villena (Alicante).

"Lo primero que se hace en estos casos es valorar el estado físico y comportamental de los animales. Los evaluamos, vemos si están desnutridos o si tienen otros problemas y deben pasar por un periodo de cuarentena. En el caso de los felinos son unos 30 días. En el caso de los primates, dicha cuarentena asciende a unos tres meses. Cuando se cumple este proceso, pasan a una zona de las instalaciones adecuada para ellos. En el caso de los caracales, por ejemplo, que son animales capaces de saltar más de 3 metros, el espacio destinado es una zona cerrada para que no escapen".

Caracat recuperado en un jardín de Marbella

Caracal recuperado de una vivienda de Marbella en marzo / Cedida

Lilo y Stitch, según creen los investigadores que llevan el caso, "han nacido ya en cautividad. No sería posible reintegrarlos en la vida salvaje, ya que están 'troquelados'. Esto es, que ya han tenido contacto con los humanos. No han aprendido a sobrevivir en el medio natural. No están acostumbrados a salir y cazar o a vivir en la vida silvestre". Así, cuando estos animales cumplan la cuarentena, la idea es "que acaben en algunas instalaciones específicas para ellos, como un santuario o una reserva específica para estos animales", cuentan desde AAP a este periódico.

¿En qué estado llegaron los animales a estas instalaciones? Según los portavoces de AAP, "no son los que peor han llegado, pero sí que es cierto que cuando los recepcionamos estaban bastante delgados y tenían parásitos externos, más concretamente pulgas", y que el objetivo es "que recuperen el bienestar físico y mental. No somos un centro de destino, sino de rehabilitación".

Una moda

¿Es legal tener este tipo de animales como mascotas domésticas? Cuenta la entidad que "desgraciadamente sí. No hay una ley nacional para este tipo de cuestiones. De momento es competencia autonómica. Hay comunidades autónomas, como Cataluña, Madrid, Navarra, Murcia y Valencia, que prohíben la tenencia de estos animales de más de 5 kilos. Pero en otras, como el caso de Cantabria, podría ser legal si cumpliesen todos los requisitos administrativos". Sin embargo, en el caso de Lilo y Stitch, "el propietario no pudo justificar una factura de compra ni el resto de obligaciones".

Lo cierto es que en los últimos tiempos ha aumentado el número de especies CITES: un listado de unas 6.610 especies de animales y 34.310 especies de plantas están amparadas por la CITES. Es decir, por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres. Un acuerdo internacional concertado entre los gobiernos. Tiene por finalidad velar por que el comercio internacional de especímenes de animales y plantas silvestres no constituye una amenaza para la supervivencia de las especies.

Momento en el que la Guardia Civil se lleva los dos linces de Cantabria

Momento en el que la Guardia Civil se lleva los dos linces de Cantabria / Guardia Civil

En el caso de AAP, cuentan que "se ha incrementado el número de solicitudes de rescate de este tipo de animales, especialmente felinos medianos como estos caracales o como los servales (otro gato salvaje de aspecto moteado que procede del sur de África). Algunos adquiridos de forma legal y otros, como este, de forma ilegal". En Marbella (Málaga), sin ir más lejos, se intervino otro caracal adquirido de forma ilegal el pasado mes de marzo.

Las redes sociales tienen gran parte de responsabilidad en esta nueva y peligrosa tendencia. Desde la fundación aseguran que "el propietario del animal, el día de la recogida de los animales, nos contaba que decidió adquirir estos animales al ver en varias cuentas de Instagram y TikTok otras personas que los tenían”.

"Esta tendencia es preocupante: cada vez hay más felinos exóticos mantenidos como animales de compañía. Su salvaje y exótica apariencia los han puesto de moda y son cada vez más populares. Pero estos animales exóticos son todo menos buenos compañeros en el hogar. Así, las solicitudes de rescate que llegan a AAP se incrementan año a año, siguiendo la moda de adquirir felinos exóticos. Tan solo en España en el último año, hemos recibido ocho solicitudes de rescate para caracales".

El problema, no obstante, no es exclusivo de España. "El número se incrementa si hablamos de Europa o cuando incluimos otras especies de felinos exóticos mantenidos como animales de compañía. Los servales también están muy de moda. Entre todos estos felinos hemos sobrepasado las 70 solicitudes de rescate en AAP en el último año. Nunca antes habíamos recibido tantas solicitudes de acogida para felinos exóticos como caracales y servales, como en los últimos años, pero nuestra capacidad de acción es limitada", concluyen.