REPORTAJE

Supertrol, retrato de un ciberacosador vocacional: "Insulta y amenaza a más de mil personas a la vez"

El ilustrador burgalés Iván Sarnago y varias personas más relatan el acoso que están recibiendo en redes por una persona que suplanta sus cuentas, desde las que llega a ofrecer pedofilia

El ilustrador burgalés Iván Sarnago lleva casi 3 años sufriendo a este acosador

El ilustrador burgalés Iván Sarnago lleva casi 3 años sufriendo a este acosador / Nacho García

David López Frías

David López Frías

"No chantajea, no quiere dinero, no pide nada. Sólo quiere hacer daño. Que sepamos con certeza, está acosando a unas 200 personas. Pero nuestras estimaciones nos dicen que pueden ser más de mil víctimas". Se lo cuenta a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA Iván Sarnago, un ilustrador burgalés que finalmente se ha decidido a contar su historia. Una pesadilla que empezó durante la pandemia y que cada vez afecta a más gente.

Un súpertrol. Un acosador vocacional, casi profesional, que dedica su vida a acosar y amedrentar a gente, sin que exista a priori un patrón aparente para elegir a sus víctimas. Puede pasar horas cada día frente al ordenador, mandando graves insultos, amenazas de muerte o fotos de pistolas y balas. Cuando es bloqueado, crea de inmediato una nueva cuenta y prosigue atosigando.

¿Y qué pasa si no obtiene feedback de los usuarios a los que molesta? Que se enfada y pasa a la siguiente fase: la suplantación de identidad. Consigue fotos de sus víctimas, crea cuentas en redes sociales con nombres muy similares (sustituyendo alguna letra o algún símbolo) y empieza a publicar en su nombre, pero amenazando al personal u ofreciendo material pedófilo.

Es, a grandes rasgos, el modus operandi de una persona que los psicólogos expertos consultados por este diario han calificado como un individuo "con un trastorno grave" y cuyos actos, de naturaleza delictiva, tendrían que ser juzgados por lo penal y podrían suponer penas de cárcel.

Amenazas del acosador, con fotos de pistolas y balas

Amenazas del acosador, con fotos de pistolas y balas / Cedida

Pesadilla en pandemia

Iván Sarnago es ilustrador y profesor de dibujo. Tiene una academia en su Burgos natal, en la que da clases a, entre otros, menores de edad. El supertrol se cruzó en la vida de Iván en otoño 2020, en plena pandemia de Covid. "Me percaté de que había varios compañeros ilustradores, principalmente vinculados con el colectivo LGTBI, que estaban siendo acosados con insistencia", cuenta desde su estudio.

Iván Sarnago es un dibujante e ilustrador burgalés que lleva casi 3 años sufriendo a este acosador

Iván Sarnago es un dibujante e ilustrador burgalés que lleva casi 3 años sufriendo a este acosador / Cedida

"Se me cruzaba por todos lados y estaba increpando a gente que más o menos conozco, especialmente mujeres. En una de esas le pregunté en abierto por qué hacía esas cosas y me contestó que no me metiera. Pero la verdad es que, a la que me crucé en su camino, la tomó conmigo y ya no me soltó", prosigue el ilustrador.

"En abierto me advertía, pero a partir de que yo le dijese que me parecía un nazi y un cobarde por meterse con gente del colectivo, empezó a meterse conmigo", señala, recordando que "dejó de molestar a los otros y pasó a meterse exclusivamente conmigo. Me buscaba por todas partes, entraba en mis redes sociales y en mi web de dibujante. Me mandaba correos con insultos muy graves, amenazas, fotos de pistolas o casquillos de bala".

Mensajes a menores

"Un día me mandó una foto de mi escuela que encontró por Google Maps", recuerda ahora Iván. Es su modus operandi habitual. No es la primera vez que manda una foto de la zona o el espacio donde reside la víctima, para amedrentar, y lo acompaña con frases del tipo "qué buen lugar para poner un coche bomba".

El acosador localiza a sus víctimas y les manda fotos de donde se encuentran

El acosador localiza a sus víctimas y les manda fotos de donde se encuentran / Cedida

Ese, para Iván, fue el detonante que le llevó a denunciar los hechos. "Fui a la comisaría de Burgos para poner una denuncia contra mi acosador virtual. Una denuncia que ya he ampliado en varias ocasiones, porque sigue haciendo lo mismo", explica, ya que la situación había escalado a la fase de la suplantación.

"Empezó a escribir en mi nombre en diferentes redes, como si él fuese Iván Sarnago. A amenazar a mis contactos como si fuese yo. Me preguntaban mis conocidos que qué me habían hecho para que les hablase así. Creían que había sido yo". Por ese motivo, Iván tuvo que "dar muchas explicaciones. A conocidos o a, por ejemplo, asociaciones LGTBI que me escribían para pedirme que aclare mensajes que habían recibido supuestamente en mi nombre. Rellena formularios con mi nombre y así suplanta totalmente mi identidad".

Iván tiene una academia y su socia, por ser uno de sus contactos directos, también empezó a recibir amenazas del mismo tipo. Hasta que al final, los mensajes empezaron a llegar a alumnos del centro, algunas menores de edad. "Localizó nuestro Instagram y ahí se mete con chicos de 12 o 13 años. Especialmente chicas. Suicídate, les dice. O las ataca por su físico si lo ve en las redes para atacar en el punto débil de todo adolescente. Le da igual que sean menores".

La red

El acoso, por tanto, no se da solamente en el ámbito de los mensajes privados. La actividad se produce en público. Eso hace que amigos de Iván respondan a algunos de los mensajes ofensivos del sujeto. En ese momento, pasan a formar parte automáticamernte de su red de acoso y dichas personas empiezan a ser objeto de las mismas prácticas. Es el caso de Raquel DeGamonal, una amiga de Iván que se encuentra en esta situación.

"Empezó a insultarme por ser amiga de Iván. Intensificó las amenazas cuando denuncié públicamente que me acosaba. No me da ningún miedo y no preocupaba tanto esa parte de los insultos como la de que suplantase mi identidad. Ha usado mi nombre en todas las redes sociales en las que estoy e incluso en las que no estoy, como una que se llama Chatango. Allí se dedicaba a insultar a gente en mi nombre y a enviar mensajes diciendo que vendo pornografía infantil y droga".

Otro de sus ataques consiste en suplantar identidades y ofrecer material ilegal por redes

Otro de sus ataques consiste en suplantar identidades y ofrecer material ilegal por redes / Cedida

En esa misma situación se ha visto Leila, una técnica de laboratorio y amiga de Iván: "Me empezó a amenazar con teñirme el pelo de rojo sangre verdadera por haber contestado un tuit de franjas horarias. A partir de ahí, me iba a venir a buscar, me iba a matar, me empieza a mandar mensajes por Instagram y me crea un perfil falso en Chatango". El mismo modus operandi que con Raquel. Ahí fue donde decidió denunciar. "No me da miedo que vaya a cumplir ninguna amenaza. Yo denuncio cuando me consta que está enviando pornografía infantil".

Los menores parecen ser una obsesión de este supertrol, y fue el detonante de que Koe, otro conocido del ilustrador burgalés, acabase presentando una denuncia en dependencias policiales. "Conocí a Iván por redes, por su trabajo, y allí vi a este personaje y me acabó insutando a mí también. Como vio que le respondía y no me contenía, le dio más rabia. Me empezó a suplantar para increpar a mis conocidos. Luego empezó a amenazarme con desmembrarme. Yo empecé a capturar y certificar los tuits hasta que llegó a amenazar con matar a mi familia. Y ahí dije "hasta aquí hemos llegado" y puse la denuncia".

017

La extensa red de odio creada por este trol ha provocado que las víctimas se acaben comunicando entre sí y hayan establecido un posible perfil del acosador. Varón, de entre 30 y 50 años, de extrema derecha, español (aunque en ocasiones ha simulado ser latinoamericano), misógino, homófobo y negacionista. Y con mucho tiempo libre.

¿Qué hacer ante una situación de este cariz? Luis Barreda, responsable de comunicación del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) explica que "es interesante remitir al 017, la línea de ayuda de ciberseguridad, un servicio gratuito que lleva en vigor sólo dos años y medio y está activo durante todo el año, de 8 de la mañana a 11 de la noche. Atiende por teléfono, Telegram, Whatsapp o formulario web. Ahí hay expertos en ciberseguridad y psicólogos para gestionar el daño emocional".

Extracto de la primera denuncia del dibujante Iván Sarnago en Burgos

Extracto de la primera denuncia del dibujante Iván Sarnago en Burgos / Cedida

"Donde acaba la labor de INCIBE empieza la de Delitos Telemáticos de Guardia Civil y Policía Nacional, con las que trabajamos directamente. Somos todos una parte del engranaje de la ciberseguridad. No hacemos denuncias, pero defendemos la premisa de que hay que denunciar antes las FFSS del estado. Porque ayuda a sentar jurisprudencia y porque cada vez hay más delitos de este tipo".

Ruth García, técnico de conocimiento y concienciación para ciudadanos y menores del instituto, explica los consejos básicos para evitar a los acosadores: "Proteger con contraseñas robustas, una diferente para cada servicio online y activar la doble verificación para añadir una capa extra de seguridad a las cuentas. Para protegernos hay que ser muy cautos con los contactos que aceptamos. Y hay que medir mucho la información personal que divulgamos. Y, en casos como estos denunciar siempre, capturando todas las evidencias posibles y llevar la denuncia al cuerpo policial pertinente en cada lugar".

Y la Policía, ¿qué dice? EL PERIÓDICO DE ESPAÑA se ha dirigido a CNP y Guardia Civil, que formalmente no han contestado, pero han explicado por otros canales que "este tipo de procesos van lentos, hay muchos asuntos y mucho colapso. Pero son delitos graves, que pueden ir por lo penal, más aún cuando involucra a menores. Y que, aunque vayan lentos, acaban saliendo. Y no, estos perfiles no son tan irrastreables como creen". Es, dicen, cuestión de tiempo que caiga el Supertrol.