Nagorno Karabaj

Ramiz Hasanov, embajador de Azerbaiyán en Madrid: "No hay bloqueo; Armenia dice eso para seguir con su show"

"Los armenios estaban usando el corredor del Lachin con fines militares y para extraer recursos naturales"

"Si hubiese bloqueo, no hubieran pasado 5.000 vehículos por esa zona"

Ramiz Hasanov, embajador de Azerbaiyán en Madrid

Ramiz Hasanov, embajador de Azerbaiyán en Madrid / Cedida

David López Frías

David López Frías

Ramiz Hasanov nació en Georgia en 1961. Trabajó para el Ministerio de Comercio Exterior de la URSS entre los años 1984-1990, y para el gobierno de Azerbaiyán tras el colapso soviético. Ahora vive en Madrid. Este mes se cumplirán dos años desde que asumió el cargo de embajador de Azerbaiyán en nuestro país. Y aborda, para EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, el conflicto geopolítico más candente de su país: el de Nagorno Karabaj y las dificultades del período de la postguerra.

Pregunta: El foco internacional está puesto en la región de Nagorno Karabaj, donde más de 120.000 armenios denuncian que unos falsos ecoactivistas enviados por Azerbaiyán han bloqueado el Corredor del Lachin y no pueden salir de su ciudad (Khankendi para los azerís, Stepanakert para los armenios), ni recibir más ayuda que la que les lleva la Cruz Roja. ¿Qué está sucediendo en esa zona?

Respuesta: Antes de responder la pregunta, quiero señalar que en Karabaj no viven 120.000 personas tal y como reivindican los armenios. En septiembre del año pasado, en Khankendi los propios separatistas anunciaron que actualmente hay en total unos 35.000 armenios viviendo en Karabaj. Las cifras están también en los balances preparados por el contingente de la paz de Rusia. ¿En septiembre vivían unas 35.000 personas en septiembre y en diciembre este número se convirtió en 120.000? Claro que 35.000 es un número exagerado. Sobre el Corredor del Lachin, para entender lo que ocurre en la carretera y los juegos políticos artificialmente exagerados, hay que señalar en primer lugar que, la guerra de 44 días entre Armenia y Azerbaiyán [la Segunda guerra de Nagorno Karabaj, en la que vencieron las tropas azerís], finalizó con la firma de una declaración a tres bandas entre Azerbaiyán, Armenia y Rusia el día 10 de noviembre y puso fin a un conflicto que duró 30 años. Azerbaiyán implementó las 4 resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, que exigen la retirada de las tropas invasoras de Armenia de nuestro país, siendo estas resoluciones ignoradas por la comunidad internacional. Nosotros nos tomamos muy en serio las obligaciones que firmamos; por nuestro lado se han cumplido todas. Cada una de las partes tomó sus obligaciones. En la Declaración se determinó dejar libre el Corredor de Lachin con fines humanitarios y para que pueda transitar la población civil. Desgraciadamente, los armenios no han cumplido con sus obligaciones y han empezado a usar el corredor con otros fines.


P: ¿Con qué tipo de fines?

R: Azerbaiyán lleva dos años y medio informando a la comunidad internacional del uso de Armenia de la carretera de Lachin con objetivos militares ilegales: rotación de unidades armadas ilegales, suministros militares, transporte de armas, municiones y minas, así como el traslado al territorio de Azerbaiyán de ciudadanos de terceros países, y uso indebido de los recursos naturales para la circulación ilegal. Todo lo que decimos del abuso está documentado. Además, en la declaración firmada se señala que Armenia debe retirar sus fuerzas armadas del territorio de Azerbaiyán. Pero esto todavía no se ha llevado a cabo. En los territorios de Azerbaiyán donde está ubicado temporalmente el contingente ruso, permanecen de forma ilegal unos 10.000 soldados armenios. Este punto se confirma por parte de los funcionarios del gobierno armenio.


P: Desde Bakú dicen que no hay bloqueo. ¿Cómo define entonces lo que está sucediendo ahora en la región?

R: El 12 de diciembre del año pasado empezaron las protestas pacíficas por parte de los ecoactivistas de Azerbaiyán. Entonces Armenia empezó a buscar otras vías para reforzar su presencia militar ilegal en el territorio, proveer las necesidades de ese contingente de soldados. Nosotros, con nuestra tecnología, pudimos verlo. El Ministerio de Defensa y el de Exteriores hicieron un llamado a pararlo. El 5 de marzo, Azerbaiyán empezó sus controles de seguridad, pero los armenios dispararon a nuestros militares. Después de eso, la parte armenia, con la ayuda del contingente ruso, empezó a buscar otras vías e intentó construir otra ruta como reemplazo. Nosotros lo hemos visto. Para no dar lugar a las provocaciones, Azerbaiyán ha establecido seguridad en estas zonas. Todo eso muestra que Armenia no quiere firmar acuerdo de paz y no respeta nuestra integridad territorial y apoya a los separatistas. Y la comunidad internacional tiene que presionar en ese sentido, porque en realidad nosotros sí que estamos interesados en firmar el acuerdo de paz y delimitar las fronteras.


P: ¿Entonces, hay bloqueo? Incluso la Corte Internacional de Justicia (CIJ) determinó en febrero que Azerbaiyán debe garantizar la libre circulación de personas, vehículos y cargas, al entender que no se está produciendo.

R: Todo lo contrario. La CIJ no determinó nada relativo al bloqueo del Corredor de Lachin. En su decisión no se utilizó la frase “bloqueo” y los puntos señalados por Armenia han sido rechazados. Esto demuestra que no hay bloqueo en esta carretera. Azerbaiyán está comprometido con la decisión de la Corte de implementar todas las medidas a su disposición para garantizar la seguridad de las personas, los vehículos y los bienes en ambas direcciones. Esta garantía de seguridad también incluye la prevención del abuso de la carretera. Según la declaración firmada, se determinó el uso de la carretera con fines humanitarios. Así que no puede utilizarse con fines militares y económicos ilegales. Y lo más importante es que Azerbaiyán, siendo la parte que garantiza la seguridad en la circulación en ambas direcciones, tiene el derecho de poner en marcha los mecanismos de control necesarios. La comunidad internacional, en vez de escuchar las pretensiones inventadas de armenios, les tiene que exigir ser fieles a las obligaciones de la declaración. Además, 5.000 vehículos incluidos los de la Cruz Roja pasaron por allí hasta el 27 de marzo. Esto sería imposible si la carretera estuviese cerrada. Con fines humanitarios no está bloqueada. Lo que vemos es que Armenia no quiere sacar su contingente militar de la zona. Son intentos de revanchismo y la parte armenia apoya su difusión para mantener su legitimidad. Es importante que en la carretera haya un mecanismo de control fronterizo. Nosotros propusimos a los armenios, para conseguir la transparencia, establecer escáneres para controlar todo lo que entra o sale. Pero ellos se negaron. Nosotros valoramos eso como que no quieren firmar acuerdo de paz. Intentan poner a la comunidad internacional contra nosotros. 


**P: Yo acabo de llegar del Corredor del Lachin, de entrevistarme con los ecoactivistas. Y mi sensación es que sí hay bloqueo. Es imposible llegar sin una autorización. Y una vez allí, yo no vi coches civiles pasar por allí; ni armenios ni azerís. Sólo vehículos militares y convoys de la Cruz Roja. Entiendo que esa no es una situación de normalidad y sí de bloqueo...

R: ¿Cree que hay bloqueo? Tal y como usted ha señalado, los vehículos del contingente ruso y de la Cruz Roja pasan por el territorio. ¿Cómo es posible esto, si la carretera está cerrada? Y en cuanto a los coches de los civiles, hasta el día de hoy no se ha cerrado la el paso a ningún civil que se acercó a la zona. Y vamos a mirarlo desde otro punto de vista: el territorio es nuestro. Así lo acepta, por ejemplo, España. Existen separatistas que con el apoyo de Armenia muestran sus asuntos revanchistas. Además, la parte armenia aún conserva sus pretensiones sobre este territorio. Una vez terminó la guerra, propusimos a los armenios normalizar las relaciones, establecer comunicaciones, las rutas, basándose en principios de derecho internacional a pesar de que nuestro territorio fue ocupado durante 30 años. Somos los ganadores de la guerra, pero a pesar de eso, fuimos los que propusimos retomar las relaciones y ellos no lo aceptaron. Y, ¿sabe una cosa? Son los mismos separatistas los que no permiten cruzar.


P: ¿Los propios armenios?

R: Sí. Usted me dice que no vio coches de civiles. Pues yo le digo que son los propios separatistas los que no permiten ir. Les dicen que igual no regresan. Son ellos los que no les dejan pasar. Son ellos los que no quieren poner escáneres. Son ellos los que tienen otros fines. En la Unión Europea, el paso es libre. Pero aquí hay que reconocer integridad territorial, ese territorio es nuestro. A ellos, todo eso les sirve para seguir con su relato falso de la limpieza étnica. Desde Armenia siempre dicen una cosa y hacen otra. Nikol Pashinian [primer ministro armenio] dice por la mañana que no iba a firmar el acuerdo de paz y por la tarde dice que sí. Nosotros somos los que proponemos el diálogo y la paz. Y Azerbaiyán continuará con su compromiso de resolver rápidamente las necesidades humanitarias de la población armenia local que vive en el territorio de Karabaj.


P: Pero el armenio no entiende que por una parte les ofrecen esos acuerdos de paz y ese diálogo mientras que por la otra hay un bloqueo en el Lachin y el Parlamento Azerbaiyán se refiere a la diáspora armenia como "un tumor canceroso para Europa”. Dicen que lo que persigue Azerbaiyán es ocupar todos sus terrenos y acometer una limpieza étnica.

R: Todo eso de la “limpieza étnica” es un intento de Armenia de evitar la firma del acuerdo de la paz. Un show político para poner en nuestra contra a la comunidad internacional. Le voy a poner un ejemplo: en Bakú viven 30.000 armenios y hay iglesias cristianas. La hermana del ex-ministro de defensa de Armenia, Mikael Harutunian, vive en Azerbaiyán. Eso son hechos. Los armenios deberían ser los últimos en hablar de limpieza étnica. Porque durante 30 años, nuestro territorio, reconocido internacionalmente, ha estado ocupado. Con un resultado de 700.000 refugiados y habiendo sufrido el genocidio de Khojali, en el que murieron más de 600 personas. Han destruido nuestro patrimonio cultural. 300.000 azerís que vivían en el actual territorio de Armenia fueron deportados forzosamente. Nuestros compatriotas que sufrieron la limpieza étnica en Azerbaiyán Occidental se han unido ahora en la Comunidad de Azerbaiyán Occidental y tienen como objetivo volver a las tierras históricas pacíficamente. Po parte de madre soy de Erevan (Armenia). Allí nacieron y vivieron mi madre, su padre y sus abuelos. Desgraciadamente, mis familiares también sufrieron la deportación. Mi país no llevó a cabo la política de deportación por razones étnicas o religiosas. Nosotros no deportamos. Estamos a favor del diálogo con los armenios. Pero ellos no quieren.